El pasado 26 de octubre debió de ser una fecha muy especial para los fanáticos del mejor death metal europeo, puesto que se presentarían por primera vez en tierras peruanas la reconocida banda sueca In Flames, junto a los griegos Septicflesh y los italianos Fleshgod Apocalypse.
Sin embargo, aquellos fieles metalheads que tenían varias horas haciendo cola en la puerta de la discoteca “Mangos”, recinto elegido para lo que debía ser un demoledor concierto, terminaron sorprendidos, furiosos y decepcionados cuando encargados del live show les informaron que el evento no se realizaría.
Luego de casi dos días de desinformación y ánimos caldeados, Diego Velásquez-Rodríguez, CEO de Eternal Symphony Entertainment y productora encargada de dicho evento, emitió un comunicado oficial, explicando los pormenores de aquella infame noche, o mejor dicho día, debido a que los problemas ya se sentían desde tempranas horas, esto debido al incumplimiento del encargado de armar el escenario (se indica que jamás apareció).
Todos aquellos que están dentro de este mundo, saben perfectamente que armar un escenario vistoso y más importante aún: seguro, es una tarea que no se debería dejar a última hora, por lo que desde ese momento ya se pudo informar de una cancelación, y evitando (si de alguna manera era posible) mayor frustración para esos fieles fans que aguardaban la apertura del local.
Es loable, sin embargo, la intención de montar un escenario a contra reloj, esperando quizá que el esfuerzo, la experiencia y la buena intención se sobreponga ante tantos problemas. Y aunque se logró armar un escenario, el staff técnico de la banda estrella, In Flames, decidió que aquella estructura no ofrecía la seguridad para sus músicos, así como comodidad para una correcta performance, por lo que se decidió que no tocarían.
Esas líneas resumirían la verdad de la milanesa. El motivo por el que decenas de personas se quedaron sin festejar. ¿Qué pasó con las demás bandas? Decisiones del local y una mala comunicación forzaron a los demás músicos a irse del recinto, no sin antes saludar a sus fanáticos, que pese a la frustración, demostraron respeto a sus artistas.
Dicho esto, ¿responsabilidad de la productora?, claro que sí. Son los responsables y no hay duda de ello. El CEO lo reconoce, pero una mancha no debería oscurecer un trabajo superlativo en los últimos años. Esta productora es responsable de los mejores conciertos de metal y hardrock de los últimos tiempos. Sacando adelante eventos que muchas veces podrían haberse cancelado, ya sea por problemas de última hora, así como por poca venta de entradas.
¿Por qué decimos esto? Sabemos de primera mano de estos casos. Esta web (y este redactor) ha cubierto sus eventos. Somos testigos del profesionalismo en cada uno de sus shows, brindando puestas en escena de primera calidad, ya sea para 1000 o para 100 personas. El respeto a los músicos, la prensa independiente, y sobre todo a la fanaticada, ha sido la insignia de Eternal.
Lee el comunicado completo del CEO en este enlace: https://goo.gl/X6Erm4
