Por @fabs_druma
El pasado domingo Machine Head se presentó por segunda ocasión en la Ciudad de México y en el mismo lugar de hace 8 años, el emblemático Circo Volador.
Los fans de Machine Head se dieron cita desde temprano en el recinto para tener el mejor lugar posible. Una vez adentro entre pláticas y cerveza esperaron el momento para ver, algunos por primera vez a la banda y algunos más repetir esa gran dosis de energía que nos da Robb Flynn y compañía en el escenario.
Las luces se apagaron y primero subió al escenario la banda mexicana Deathmask quienes hace unos meses estrenaron su álbum debut: México Oscuro y su video de “Son Ov Death”.
La furia de Machine Head voló la cabeza de los presentes con su estruendoso sonido
Iniciadas las 9:00 pm las luces volvieron a apagarse para recibir ahora sí a Machine Head en el escenario pequeño del Circo Volador y el intro de “Imperium” dio inicio al headbanging de los fans, mientras que algunos más sacaron su celular para grabar y otros decidieron armar el mosh.
-¿Cómo están amigos de la Ciudad de México? – dijo Robb con una sonrisa y comenzaron a tocar “Ten Ton Hammer” en la que pidió que hicieran mucho ruido y circle pits, a lo que el público respondió de inmediato. Una pequeña pausa para un trago de cerveza y aventar el resto de su vaso para compartirlo con algún afortunado o afortunada, -¿están listos?- preguntó nuevamente Robb, y los potentes riffs de guitarra de
“Choke on the Ashes of Your Hate” abrieron un gran mosh.
La gente estaba feliz, y era momento de una de las favoritas desde que la estrenaron en 2014 en su disco Bloodstone & Diamonds, hablo de “Now We Die”, seguida de otro clásico “The Blood, The Sweat, The Tears”, recibida entre aplausos mientras algunas personas hacían crowd surfing y con el grito de Robb diciendo:
-Ciudad de México, déjenme oír a los fans de Machine Head-.
En lo que iniciaban “Beautiful Mourning” Robb pedía que levantaran sus cervezas y de la adrenalina del headbanging pasaríamos a un momento más tranquilo, una luz roja encendió el escenario para “Unhallowed”, después las luces se encendieron un poco más para que la banda pudiera ver mejor a los fans gritando
-¡Machine Fucking Head, Machine Fucking Head!-.
En unos minutos apagaron la luz para iluminar con luces verdes todo el escenario al ritmo de “Locust”, del séptimo disco de la banda: Unto The Locust, uno de los discos favoritos de muchos seguidores e incluso por varios críticos de música especializada. La noche seguía y aunque algunos asistentes ya se notaban cansados del mosh, y otros ya muy tomados, Machine Head no paró y por el contrario con “Become The Firestorm” pidieron que todos brincáramos.
Siguiendo con canciones de su más reciente disco Of Kingdom and Crown, Robb una vez más cuestionó a la audiencia: -¿están listos Ciudad de México?- y “No Gods, No Masters” logró al unísono el coro de “oh, oh, oh” a todo pulmón.
Tras una pequeña pausa para tomar aire o cerveza, el grito de ¡Machine Fucking Head, Machine Fucking Head!”, volvió a escucharse; Robb brindó con su cerveza hacia los fans y mencionó: -Oh México es asombroso-, con una gran sonrisa.
Era momento de tocar un cover, pero el público debía decidir, algo así como programa de concursos, con aplausos y gritos y el vocalista nos dio cuatro opciones: “Whiplash” de Metallica, “Seasons in the Abyss” de Slayer, “Hallowed Be Thy Name” de Iron Maiden y “All The Small Things” de Blink 182. Sin duda la elegida fue “Hallowed Be Thy Name”, pero no sin antes tocar un poco de “All The Small Things”.
Y sí, la noche siguió con una canción de su demo de 1993 “Old”, luego “Aesthetics of Hate”, que te hace querer golpear todo lo que tienes cerca, y “Arrows in Words From the Sky” para bajar un poco el ritmo y dar paso a Vogg con su solo de guitarra, a quien recordemos que se unió a Machine Head desde 2019.
La banda completa regresó al escenario y Robb al ver que un fan tenía la bandera de México se la pidió y la colocó sobre la batería. Esto previo a uno de los momentos más especiales de ver a Machine Head y escuchar “Darkness Within” en vivo, con el ya clásico intro donde Robb cuenta entre notas del intro cómo
surgió la canción, y todos los fans terminamos coreando con un largo “oh,ooh, oooh”.
Para retomar el ritmo siguieron con “Catharsis” y “Bulldozer” para la que Robb volvió a interactuar con el público: -Pongan las manos al cielo y ¡muevan la maldita cabeza!-. Estaban cerrando la noche con gran energía, Robb presentó la siguiente canción: -Es de 1999 y quiero verlos a todos brincar, es momento de que se vuelvan locos-, hablaba de “From This Day” y al termino no dudo en reconocer lo bien que lo hicimos, con un: “¡Fuck yeah, amigos!”. Y al grito de: “¡Hagan ruido!” tocaron “Davidian”.
Ya para terminar el show, brindaron de nuevo con el público y Flynn aventó algunos vasos de cerveza, agradeció a todos por estar ahí y pidió que guardáramos los celulares para disfrutar el momento ya que tocarían una más, cabe mencionar que ya había quitado a un asistente de las primeras filas su
celular, suponemos no dejaba de grabar todo el show, y eso ya es exagerado.
-“Quiero ver a todo el mundo mover la cabeza” – dijo Robb y sonó “Halo” para poner fin a la velada musical.
Al finalizar el show, la banda, notoriamente feliz, aventó plumillas, baquetas y se despidieron del público, y se retiraron no si antes mencionar Robb unas últimas palabras: – Los amo amigos, muchas gracias
México-.
Los fans quedaron extasiados y se quedaron unos minutos aún en el Circo Volador comentando y sacando las fotos del recuerdo. Sin duda esperamos no vuelvan a tardar tanto en regresar.
Con imágenes de @rachelnitro