Lamb Of God es una de esas bandas que desde el momento que debutaron en el mainstream metalero simplemente no puede pasar desapercibida. Con una propuesta que zarandeó a medio mundo hace años y que con el paso del tiempo ha sabido madurar, no existe metalero que en algún momento no le haya dedicado por lo menos una noche a deshacerse los tímpanos cortesía de Randy Blythe y compañía. Si no lo han hecho deberían.
VII: Sturm Und Drang, o “Tormenta y Estrés” según el guitarrista Mark Morton; representa el conflicto interno, la presión, confusión, el caos y cómo todo esto se manifiesta en el coaccionar emocional del día a día. Este concepto fue tomado por la banda por un movimiento cultural en la Alemania del siglo XVIII. El resultado de estos paradigmas en la versión Lamb Of God es simplemente brutal.
Otro de los factores en la ecuación del octavo disco de los oriundos de Virginia es la casi desaparición de la banda al anunciar hace un par de años un descanso indefinido y los problemas de Randy Blythe en República Checa al estar involucrado en la muerte de un fan durante uno de los concierto del grupo en ese país. Randy vivió algunos meses en una cárcel checa. ¿Qué salió de esto? Una autobiografía de Blythe y sus días en la prisión y toda esa furia impresa a lo largo de todo el álbum.
En la parte técnica, Willie Adler, John Campbell, Chris Adler y Mark Morton hicieron uso de todo tipo de artilugios y estilos plagados de Groove, Trash y Metalcore, todo esto una vez más bajo la dirección y producción de Josh Wilbur. Esto es lo vistoso del álbum y los tracks como Overlord, Footprints, Delussion Pandemic y los singles Still Echoes, 512 y Erase This son muestra de ello.
Por si fuera poco, la locura de este disco trae dos invitados de lujo. Greg Puciato de The Dillinger Escape Plan forma participa en Torches, track que despide al disco. Y Chino Moreno de Deftones en Embers, una de las canciones que más ha dado de qué hablar por la mancuerna vocal entre Randy y Chino. Su participación hizo de este track uno de los mejores (por lo menos para el Deftones’ fan form hell que es su servibar).
Ya como cereza del pastel, si pueden darle una escuchada a los bonus tracks Wine & Piss y Nightmare Seeker (The Little Red House), podrán darse cuenta de que el último álbum de LOG cumplió todas las expectativas desde el momento que la banda anunció su entrada al estudio.
Pesado, estruendoso, poderoso, agresivo, peligroso, brutal… la lista de calificativos crece y crece conforme uno escucha VII: Sturm Und Drang una y otra y otra vez. Lamb Of God dio un golpe de autoridad en la carrera para el Top 10 de los mejores discos del 2015. Ya no hay pretextos y escúchenlo…