Guns N’ Roses volvió a la Ciudad de México (CDMX ), la noche del 21 de octubre de 2022, luego de muchos contratiempos por la pandemia, que relegaron su pequeña gira por nuestro país, hasta este año.
Y, aunque la electricidad se sentía en el aire, la velada de ese viernes no fue todo miel sobre hojuelas para las casi 30 mil personas que se dieron cita en el Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes, el cual se dice, lo llenaron.
Aunque, lo que sí es cierto y sin lugar a dudas, es que la banda creada en Hollywood, se despachó uno de los mejores conciertos que este 2022 ha visto en la capital mexicana, con el grupo completamente embalado y en ritmo; Duff, explosivo y preciso; Slash, impecable y con un Axl entregado al público, incluso contento, como pocas veces se le ve.
Guns N’ Roses de vuelta a CDMX, ¿qué sucedió antes del show?
Desde antes de ls 19:00 horas, cientos de personas ya se encontraban en las inmediaciones del venue ubicado en C. Indiana 255, en la alcaldía Benito Juárez, el camino para llegar hasta el lugar se veía un poco complicado para el tránsito, debido a los puestos de merchandise y todas aquellas y aquellos que ya pedían ver a Duff, Slash y Axl en el escenario.
Conforme los minutos pasaban, comenzó una especie de éxodo para todos los que ya buscaban entrar al recinto. Había algo de confusión con los accesos designados, tanto como para gradas y para los que optaron por guerrerar, olvidar hacerse de un asiento y ver el show desde Primera Fila, General A y B.
Algunos, ya un poco desesperados, buscaban la puerta indicada para entrar, mientras los que iban a estar en la cancha, permanecían en la enorme fila que llevaba hacia la Puerta 2 de la Plaza de Toros, desde donde aún tenían que caminar por el famoso túnel que lleva hasta el corazón del estadio, ese mismo que cruzan los jugadores.
Algunos tardamos alrededor de 50 minutos para poder llegar hasta nuestra sección, mientras que otros lo hicieron ya que la banda se encontraba arriba del escenario. Aunque hay muchos que señalan que ni siquiera lograron entrar al evento.
Adentro, para los que estaban en gradas, los contratiempos no cesaron, ya que algunos, aún con ayuda de los acomodadores, nunca encontraron sus lugares y se acomodaron donde pudieron. Esto debido a que no había una correcta señalización de las zonas o marcas de butacas en algunas entradas. En redes sociales hay fotos, videos y testimonios que relatan las complicaciones de muchos fans, que dicho sea de paso, se mezclaron con un viernes en la Ciudad de México, tránsito y estrés en todos lados.
- Sin embargo, el show de GNR, lució a tope…
¿Y, cómo se puso el show de Guns N’ Roses en CDMX?
Eran las 20:50 y su servibar acababa de comprar un par de tragos coquetos para ir amenizando el ambiente, aunque se creía que el show arrancaría 10 minutos después, las luces desaparecieron y entre gritos, los GNR fueron invadiendo el escenario. Obviamente, los bríos desbordaron aún más cuando el encargado de luces enfocó todo sobre Slash, Duff y Axl.
It’s So Easy arrancó las hostilidades con el regreso de Guns N’ Roses a la ciudad Monstruo, seguida de Mr. Brownstone, Chinese Democracy y el primer cover de la sesión, Slither de Velvet Revolver, pero todo el estadio comenzó a retumbar con la que obvio no podía faltar, Welcome to the Jungle.
Oficialmente habíamos llegado a la jungla y no había vuelta atrás, los visuales en las pantallas de fondo, que algunos eran los mismos de su presentación en el Vive Latino de 2020, sólo elevaban la experiencia de los ya de por sí eufóricos fans, incluso, unos se perdían tanto en ellos que no notaron las dos banderas ucranianas, una de cada lado de la tarima, que también adornaban el escenario, obvio en apoyo por el conflicto bélico en Europa.
Double Talkin’ Jive, Live and Let Die, Reckless Life, Estranged y Shadow of Your Love continuaron en el repertorio de Slash y compañía, quien, por momentos, parecía robarse todo el espectáculo, hasta Whatafack, la compañera del concierto, destacó que era como ver a “Slash and Friends”, pero sólo era una opinión.
Una de las que en entregas previas señalamos que no podía faltar en el setlist, Rocket Queen; continuó con la fiesta, seguida de la favorita de su servibar, You Could Be Mine; Attitude de los Misfits con Duff en las vocales; Absurd y Hard Skool.
Obvio, para los que no notaron las banderas ucranianas, hubo otro homenaje a dicho país en los visuales con la interpretación de Civil War; pero las emociones se desbordaron una vez más de la mano de Slash, con su clásico solo que sólo fue la pauta para Sweet Child o’ Mine y el show de lámparas de celular que lo adornaron.
La entrega de los fans superó al caos de la noche, de eso tampoco quedó duda, nada de los contratiempos afectó en esa conexión que pocas veces se manifiesta tan fuerte y de esa manera entre el grupo y sus seguidores. Si se pudiera escoger un momento que representa este concepto fue en el tramo en que el recorrido de la presentación, transitó por November Rain y Knockin’ on Heaven’s Door, ése fue el clímax de la noche.
Nightrain bajó, relativamente, las revoluciones de todos, ya que al finalizar, el grupo agradeció y se despidió del respetable, pero sólo por un par de minutos.
Guns N’ Roses volvió al escenario para el tradicional encore, que no pudo más que saber gloria para todo fan from hell de GNR. Patience, Don’t Cry y la canción que, tras el paso por esa jungla de riffs, nos llevó hasta nuestro destino, Paradise City.
En una lluvia de aplausos, Melissa, Frank, Richard, Dizzy, Duff, Slash y Axl, se despidieron de sus fans chilangos, en una noche que simplemente pasará a la historia.
¿Qué dijo Guns N’ Roses?
Horas después del concierto, GNR compartió una publicación a través de sus redes sociales, donde además de agradecer a sus seguidores en CDMX, también lo hicieron a su equipo de producción, quienes trabajaron duro para asegurarse de que el show se desarrollara correctamente, a pesar de los problemas que tuvieron antes de éste, señalaron.
También, agradecieron a su director de producción, su jefe de seguridad de recintos, a su empresa y equipo en general. De hecho, el comunicado señala que tuvieron que acortar el repertorio, que, aunque no interpretaron esas canciones extra que querían, duró dos horas y media.
Su servibar pudo leer esta publicación alrededor de una hora después del cierre del show, esperando mesa par degustar un par de taquitos y así, agarrar fuerzas para el resto de la jornada, el fin de semana apenas empezaba…
Special thanks to Opie our production manager, Gio our Head of Venue Security, our site company Siteco and the rest of the crew.
— Guns N' Roses (@gunsnroses) October 22, 2022