El músico británico Morrissey estuvo en Argentina, en el marco de su gira sudamericana, en donde otorgo dos grandes shows en el Teatro Ópera y Luna Park. Sin embargo, trascendió más allá de su música, ya que durante su estadía en el país publicó una carta en el fanzine True To You, en donde se dirigió a la ex primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher. Además, al igual que en el 2013, se refirió al conflicto armado por las Islas Malvinas, afirmando: “Pertenecen al pueblo de Argentina, no solo por el hecho de que están aquí, en el ventoso y cálido aire argentino. Las Malvinas no están a tres millas al oeste de Knightsbridge”. La carta continua con un tono elevado contra Thatcher, a quien la nombra como una “matona cargada de ego”, diciendo que “la esperanza política murió con la equivocada entre todas las equivocadas”.
La guerra de Malvinas fue y es una etapa muy negra en la historia argentina, en donde miles de jóvenes fueron enviados a luchar sin nada de experiencia, entrenamiento y en condiciones inhumanas. “Vistiendo orgullosamente la insignia de la brutalidad, Thatcher asesinó a chicos argentinos y dio el visto bueno”, escribió Morrissey. “Vestida en un traje de combate la pilota voló el Belgrano de Argentina a pesar de que no era ninguna amenaza para las tropas británicas. A Thatcher, la destructora, no le importó si vidas británicas o argentinas eran perdidas”, continuo. En una carta en donde, el ex cantante de The Smiths, manifestó su postura frente a la ex mandataria, finalizó la carta escribiendo: “world peace is none of your business”.
A continuación se transcribe la carta publicada:
“La esperanza política murió con la equivocada entre todas las equivocadas; esa matona cargada de ego conocida como Margaret Thatcher. Vistiendo orgullosamente la insignia de la brutalidad, Thatcher asesinó a chicos argentinos y dio el visto bueno. La atrocidad puede ser válida si el resultado final es tener propiedad de algo… ¡y al infierno con el intelecto! Encalada en su propio trono, la matona Thatcher y sus hartos excesos dejaron a casi toda ciudad británica a la luz de las llamas. Pero eso no fue suficiente. Vestida en un traje de combate (!), la pilota voló el Belgrano de Argentina a pesar de que no era ninguna amenaza para las tropcas británicas; juventud perdida tan pronto. Inglaterra se preguntó cuán mal se había portado para merecer a Margaret Thatcher, quien inventó la civilización del odio. Héroes de guerra sin piernas aún apoyan a Thatcher, y si no lo hacen, tienen que enfrentar por la fuerza la verdad de sus vidas: que sus miembros fueron utilizados para avivar su ego. Las Malvinas pertenecen al pueblo de Argentina, no solo por el hecho de que están aquí, en el ventoso y cálido aire argentino. Las Malvinas no están a tres millas al oeste de Knightsbridge. A Thatcher, la destructora, no le importó si vidas británicas o argentinas eran perdidas, y sú menú de horrores fue lo único que aseguró su legado. Ningún monumento a Thatcher se instalará en suelo británico porque se lo hará caer en un instante, como símbolo de terror envenenado. De todos modos, ‘world peace is none of your business’.”