Antes de morir, el Duque Blanco seguía minuciosamente el resultado de Blackstar, y planeaba sacar un nuevo disco.
Lo reveló su amigo y productor Tony Visconti, quien calificó a Blackstar como “un regalo de despedida”. En una entrevista a la revista Rolling Stone, Visconti contó que Bowie tenía escritas y grabadas cinco canciones nuevas, realizadas en los últimos días de su vida.
Visconti expresó que en el momento en el que Bowie le transmitió su deseo de grabar un nuevo disco sucesor de Blackstar, ambos pensaban que el Duque tenía unos meses más de vida -sabiendo que la situación de su salud era muy delicada-, por lo que veían factible grabar un nuevo disco.
“Estaba entusiasta. Yo creía, y él también, que tendría por lo menos unos meses más. Si estaba tan emocionado con el nuevo álbum, evidentemente pensaba que tendría más tiempo. Así que el final debe de haber sido muy rápido. No tengo información sobre esto, no lo sé exactamente, pero la enfermedad tiene que haber avanzado muy rápidamente después de aquella llamada”, contó el productor.
En la entrevista a la revista Rolling Stone, Visconti habló de la condición en la que se encontraba al momento de grabar Blackstar, y explicó que ya había pasado una sesión de quimioterapia, por lo que no tenía cejas, ni pelo en la cabeza. A mitad del año pasado el músico había mostrado mejorías, pero después de más quimioterapia, el cáncer de hígado lo afectó aún más, y en noviembre empeoró.
El músico falleció el domingo 10 de enero en Nueva York, a los 69 años.