¿Alguna vez una canción les ha llegado tanto, que sus ojos se llenan de lágrimas de emoción? Pues a su servibar le pasó muchas veces en las tres horas que duró el concierto de Pearl Jam la noche del sábado pasado… Emoción infinita y que pocas veces en la vida se experimentan.
Aún no eran las 3 de la tarde y en los alrededores del Foro Sol ya se veían muchos fans uniformados con múltiples playeras de Pearl Jam, la electricidad comenzaba a sentirse a pesar de que el acceso al recinto era hasta las 4, según la página oficial del amo de los boletos; Eddie Vedder y compañía saltarían al escenario a las 8 en punto.
Eran las 7:30 cuando ningún taxi quería subirme y llevarme lo más cerca posible del Foro Sol. La desesperación comenzó a apoderarse de mi, cuando un Tsuru con una mujer de copiloto se detuvo y me llevó. El taxista manejó rápido a pesar de ir echando el coto con su novia. Faltaban 10 minutos para las 8 de la noche cuando encontré a Nadia en una estación del metro, que para acabar iba lento. Gracias a las remodelaciones del inmueble pudimos accesar rápido, pero la vuelta que tuvimos que dar para nuestro acceso volvió a desesperarnos.
En uno de los retenes, escuchamos que Pearl Jam saldría hasta las 9. Teníamos alrededor de 45 minutos para quizás degustar un par de cervezas, había unos vasos conmemorativos que al verlos, dije: “¡Quiero uno!”. Pero por condiciones ajenas a nosotros, no pudimos echar el par de tragos coquetos. Eran eso de las 8:48, cuando las luces se apagaron. La fiesta de la última fecha de la gira extra oficial del Lightning Bolt Tour había comenzado.
Pendulum sonaba en un Foro Sol al que simplemente no le quedó ningún lugar disponible en las gradas y que lucía una pista completamente abarrotada, aunque dividida. Release prosiguió con el rito de inicio de Pearl Jam, esa emoción comenzó a apoderarse de mi y de muchos a mi alrededor que cantaban a todo pulmón. Elderly Woman Behind The Counter In a Small Town continuó y encendió aún más a los true fans.
“¡Hola México! Estamos de regreso y lo mejor es que ustedes también, ¿agotados? ¡Muchas gracias! ¿Cómo están? Bienvenidos a la última noche del tour, estamos felices de tocar nuestro último show en la ciudad de México. ¿Están todos bien?, ¡aquí vamos”, expresó Vedder; quien muchas veces habló en español leyendo de unas cuantas hojas que cargaba de vez en cuando. También dejó ver cómo bebía de una botella de vino en varias ocasiones, para cotorrear.

Why Go y Mind Your Manners comenzaron a subir de tono, la emoción crecía en cada nota, al grado tal que al headbanguear una sonrisa se dibujaba en la cara de su servibar. Los decibeles de las guitarras de Mike McCready y Stone Gossard en Do The Evolution causaron un estruendo indescriptible en todo el lugar que invitó a que todos saltaran sin parar. Pearl Jam continuó magistralmente con Breakerfall, Corduroy y Garden.
Todo el tiempo, un olor a marihuana perfumó el lugar por lo menos cada cinco minutos, en definitiva el promedio de edad era muy elevado, oscilaba entre los 30 y… de ahí para arriba. Supongo que no importa la edad, ése complemento de muchos en los conciertos nunca dejará de usarse. Supongo que muchos chavorucos andaban melancólicos y para recordar bien el pasado, no paraban de fumar. Even Flow sonó mientras hacía esta observación atrapado en una nube de humo.
Mientras esquivábamos al tipo de casi dos metros de altura que de pronto bloqueó nuestra vista, Daughter reanimó el baile y Jeff Ament y compañía le pusieron mas caché al meterle un fragmento de It’s Ok, en la que como ha pasado aquí, la cantaron con su “Está bien”. Acto seguido, el primer tributo y momento clave de la noche llegó cuando la banda hizo el cover de I Want You So Hard, homenajeado así a Eagles Of Death Metal, banda sobreviviente de los atentados terroristas en Le Bataclan en Paris, Francia.
Nuevamente en español, Vedder volvió a dirigirse a los 62 mil 470 asistentes. “Nos gustaría tocar la siguiente canción en memoria de un hombre que murió demasiado pronto, a los 25 años. Su nombre era Fernando y amaba a la banda. Su familia está aquí esta noche en su nombre. Fernando, ¡para ti!”. Sirens comenzó a sonar. Al terminarse, Vedder volvió a platicar con el público con un “¡Vamos Fernando!”, y una de las favoritas de su servibar comenzó, Given To Fly. Ese bloque simplemente le erizó la piel a todos, incluso otra vez a mi al escribir estas líneas.
You Are y la que bautizó al último disco, Lighting Bolt; continuaron, el visual no era nada del otro mundo, pero esa instalación de luces que jugaba entre colores morado, azul, blanco, rojo y muchas veces con los colores de la bandera mexicana complementaron perfectamente la ejecución de la banda.
Rearviewmirror volvió a agitar las aguas, aún más que los ordinarios de Seattle se dieron el lujo de agregar un jam de más de 5 minutos. Chaiza, en ese momento me acordé de ti. Fue en ese momento que el grupo decidió tomar un descanso.
La emoción de la que hablo hacía que el viento frío que en varias ocasiones aumentó su intensidad no doblegara mis ánimos, muchos menos de los demás. La luna también tuvo mucho que ver, como si también hubiese querido escuchar a Pearl Jam, porque se situó en la parte superior derecha del escenario. Lo que hacía una hermosa postal de ella y la banda. El primer encore comenzó con Throw Your Arms Around Me, no estábamos preparados para lo que venía.
Vedder decidió que mientras continuaba bebiendo vino, era el momento perfecto para presentarnos a su ukulele e interpretar Sleeping By Myself, definitivamente uno de los momentos jocosos que siempre han caracterizado al vocalista.

En inglés, Vedder volvió a dirigirse a nosotros: “Después de los ataques en París sentimos que esta canción tenía que ser tocada, por favor enciendan sus celulares y canten con nosotros en memoria de las víctimas y en honor de su autor, John Lennon.”; Imagine se vio completamente iluminada por todos esos pequeños flashes de celular que muchas veces arruinan el momento de tomar una foto. Pero esta vez fueron un complemento hermoso, algo que nunca había visto. Yo sé que Nadia lloró en ese momento.
Continuando con los momentos épicos al estilo Pearl Jam, Comfortably Numb de Pink Floyd sonó con mucha emotividad. No extrañó a muchos que la banda hiciera estos covers, ya que a lo largo de toda la gira los habían interpretado, pero todo cambió al momento de experimentarlos, de vivirlos. Y las sorpresas no acabarían ahí.
Animal continuó deleitando a todos en lo que ya era un conciertazo. Siempre he dicho que Pearl Jam goza de tener una fanaticada inigualable. Fieles y apasionados hasta la más pequeña fibra de su ser que grita Pearl Jam a los cuatro vientos. Ése amor es reciproco, a lo largo de todo el show vimos a muchos fans from hell en las pantallas cantando a todo pulmón, contagiados de la emoción.
Una bandera mexicana rayada con el nombre de la banda llegó a las manos de Eddie Vedder, quien la tomó y felizmente la mostró al público y agradeció a la chica que se la lanzó. la cámara la enfocó. No cabía en si misma de la felicidad al momento de tener a Vedder frente a ella cantándole un tema que le quedó como anillo al dedo, Faithfull. Detalles como esos enriquecieron aún más la noche.
Una de las favoritas de todos comenzó a sonar, y su servibar recordó a uno de sus mejores amigos, a ese pequeño trompo que parece que nada lo tira, pero no deja de ser humano y un gran carnal; Black fue una de las más coreadas de la noche y con muchas dedicatorias. Siguiente toma, otra de las de cajón, Porch, que fue el preámbulo para que Pearl Jam quemara su segundo tiempo fuera.
El segundo encore inició con Vedder pidiendo reconocimiento a uno de los camarógrafos de su staff. Un hombre muy serio e inexpresivo que al ver su rostro en las pantallas ni siquiera parpadeó, no recuerdo su nombre, pero si que tenía 28 años de carrera y que este show en la ciudad era su toma final para ya retirarse. A mi mente vino la pregunta ¿qué no habrá visto en 28 años de conciertos?, la banda comenzó a interpretar Last Kiss en su honor.
Igual y a muchos se les pasó y se acordaron en el concierto, pero ese día era el cumpleaños de Matt Cameron, quien en algún momento fuera baterista de Soundgarden. Para celebrarlo, Vedder nos pidió a todos que le cantaremos un Happy Birthday, lo hicimos. Pero no contento con ello, el frontman de PJ, nos hizo cantarle Las Mañanitas. Matt con una sonrisa, comenzó a mandar besos al público mientras recibía un pastel de chocolate que sin querer queriendo, acabó a la mitad de General A… Vedder se alocó y lo aventó.
El show continuó con la que nunca debe de faltar, Jeremy. La escena también se veía adornada por muchos encendedores, Nadia hizo la anotación de que tenía años de no ver encendedores en un concierto. Igual que éstos, la canción inundó todo el foro con una atmósfera completamente noventera, ahora se le conoce como retro. Si la recuerdan, ya están viejos…
Antes de continuar con el concierto de cierre de actividades de la banda por este año, una chica salió y comenzó a leer un aviso de la banda. PJ pedía que todos estuviéramos en silencio, hasta que una persona saliera del telón. La neta no había ninguno. Pero de pronto los miembros de la banda aparecieron con una tela negra y de ella apareció una vez más el camarógrafo, de la mano de Eddie. Supongo que fue una de las ideas pachecas y buena onda características del grupo. esa sencillez no se les quita, conmemoraron ese lapso con Better Man.

Otra de las de cajón comenzó a sonar, Alive. Otro viaje a los 90. Mientras, todas las luces principales del Foro Sol comenzaron a encenderse poco a poco. El clímax del concierto de Pearl Jam estaba a punto de desatarse…
Rockin’ In The Free World, original de Neil Young es una de las canciones que Pearl Jam simplemente adoran interpretar. Y lo hacen de una manera impresionante; como en aquella entrega de premios MTV junto al mismísimo Young. Pero si con anterioridad han visto a PJ, saben que es El Momento del concierto.
Con las luces totalmente encendidas, una lluvia de vasos vacíos aplastados de cerveza (bueno en su mayoría), un baile lleno de algarabía total… No sé, es algo indescriptible la felicidad que genera Pearl Jam al tocar esa canción…
Ya con todos en éxtasis total, Vedder comenzó a despedirse. Reconoció a la capital mexicana como un lugar muy lindo para tocar. Yellow Ledbetter fue el track para despedirse de un público que simplemente quedó atónito con la intensidad, calidad y emotividad que Pearl Jam estrelló en los tímpanos y ojos de todos nosotros en tres horas de concierto.
La noche fue perfecta, llena de Fuerza, Melancolía, Sensaciones, Tristeza, Amistad, y Espiritualidad; como en la investigación previa que hizo servibar para el concierto con algunas personas y lo que definían al pensar en la banda.
Faltaron Smile y Just Breath, pero qué demonios; si tocaron más de 30 canciones y nos dieron un show tan especial que no se les puede reclamar nada a Vedder y compañía que en un par de ocasiones se mostraron atónitos al escuchar el “¡Oeeee Oeeee Oeeee Pearl Jam, Pearl Jam…!”.
Si nunca han experimentado esa sensación que causa escuchar una canción y te llega tanto que casi te hace llorar, espero que pronto les suceda. Es uno de esos momentos que recordarán por el resto de sus vidas, y parte de esta reseña fue tratar de explicarles esa emoción, no sé si el objetivo fue alcanzado, pero creo firmemente que algunos, que hayan ido o no al concierto, entenderán.
Lo que siguió para su servibar y Nadia, fue encontrar ese par de tragos coquetos que no se dieron antes del que quizá sea el mejor concierto del 2015 en la ciudad de México… Y conseguir esos vasos conmemorativos, seguiremos informando.
Una foto publicada por Oscar GGC (@supeg_malou) el
Pork no vienen al pais T.T
Tomas Vasquez
Excelente!!! ?
Saby RosEs look
Así lo viví yo
Nice
El mejor concierto del año
Fue perfecto!! El mejor del 2015!!
Casi??? jaja xD fue perfecto!!! lml B|
Exacto