Fue una bella tarde de domingo, soleada en varios puntos de la ciudad de México, lugares que poco a poco se vieron cubiertos por grises nubes. Una tormenta común para esta época del año, pero gracias a un grupo de entes sin nombre ni alma liderados por una figura que proclama ser el representante de la oscuridad en la tierra, esta granizada que azotó al DF se convirtió en el preámbulo de una noche maligna, tal y como sucedió en Monterrey y Guadalajara.
En su última parada en tierras mexicanas, antes de partir a Latinoamérica conforme lo pactado en el Tour Zero, para muchos de los fans chilangos que hace casi un año atrás pudieron apreciar una cucharada del fenómeno que ha resultado ser Ghost en la escena musical, la deuda de una misa negra completa oficiada por el Papa Emeritus II por fin sería saldada.
Al filo de las siete de la tarde mientras Yokozuna preparaba las emociones de un José Cuervo Salón que sólo contemplaba la llegada de decenas de acólitos de distintos puntos de las calles aledañas al lugar, se percibía una sensación que sólo un concierto de alto octanaje puede dar. Mujeres, hombres, niños y hasta bebés arribaban al lugar que en cuestión de minutos sería testigo de una ceremonia oscura.
Con una pista abarrotada y un lounge evidentemente lleno, los cantos eclesiásticos comenzaron a anunciar la llegada de las figuras negras. En medio de gritos y sin despegar la vista del escenario, la multitud demandaba la presencia del Papa. En punto de las ocho de la noche, casi cual gemido del más allá llegó aquel intro que utilizó Kubrick en escenas de Eyes Wide Shut (Masked Ball de Jocelyn Pook). Del lado derecho del escenario, tranquilamente arribaron los Nameless Ghouls, uno a uno; como si prepararan el camino para el pontífice negro.
Como un golpe directo a la quijada, los Ghouls comenzaron con Infestissumam enloqueciendo a todos en el recinto, acto seguido; la aparición del Papa Emeritus II estuvo adornada de gritos y aplausos y que con un “¡Buenas noches México!” elevó aún más la euforia de los asistentes, oficialmente la misa había comenzado al ritmo de Per Aspera Ad Inferi.
Ritual y Prime Mover, odas al anticristo del primer álbum de la banda zarandearon los cimientos del José Cuervo, llenando de oscuridad las almas de cada ser presente. Un ambiente de demencia colectiva fue el resultado de la ejecución de Secular Haze uno de los temas más conocidos de la agrupación demoniaca, comienza a darse una interacción entre el público y la banda que pocas veces se ve en un concierto, un vínculo maldito.
Satan Prayer continúa pirando a medio mundo, algunos con saltos y a otros con un baile casi hipnótico, totalmente sumergidos en una oscuridad adornada de tintes rojos. Seguido, una de las más conocidas del Opus Eponymus; Con Clavi Con Dio provocó un coro aún más ensordecedor de lo que ya era, cosa que el Papa y líder de la religión Ghost reconocería más adelante al público chilango, el llamado a Lucifer emanaba de la boca de todos los asistentes.
Elizabeth es parte del siguiente canto ceremonial, de momento el Papa, en un tono cortés y hasta amigable se dirigió al público. “Son una gran audiencia México y les tenemos un regalo, pero necesitan estar callados y quietos. ¡Den la bienvenida a las Hermanas del Pecado!”. Es en ese momento que un par de monjas, con todo y hábito aparecen en el escenario, en medio de chiflidos y una algarabía lasciva de la audiencia, las hermanas realizan una reverencia al Pontífice negro, éste responde de la misma manera. El siguiente evangelio corresponde a Death Knell, mientras las Hermanas desaparecen lentamente tras bambalinas.
Uno de los momentos más impresionantes de la noche es cuando la satánica agrupación entonó Here Comes The Sun, de los Beatles y original de George Harrison, bonus track del primer disco de la banda, quizá esta era una de las sorpresas que los Ghouls prometieron días antes. “¡Quizás quieren algo más movido!”, cuestionó el Papa a todos mientras se dejaba venir Stand By Him, lo que volvió a pirar a todos.
Es momento de que el Papa tome un poco de aire, dejando a los Nameless Ghouls que formen un aquelarre llamado Genesis, track instrumental que demuestra la calidad musical de las almas sin nombre, batería, bajo, teclado y guitarras derrochan una coordinación tan perfecta que pareciera irreal, no pertenecen a este mundo. Al término del aquelarre, el Pontífice satánico regresa a escena, para presentar a cada uno de los sin nombre, al final de esto, el líder espiritual se vio sorprendido al escuchar los gritos de “¡Papa, Papa!”. Pareció que esto no era parte del guión y éste respondió a los acólitos con besos y ademanes propios de un hombre religioso.
Uno de los clímax de la noche llegaba por fin, los coros eclesiásticos llamaban a Belial, Behemoth, Beelzebub, Asmodeus, Satanás y Lucifer. La llegada del Year Zero caía en medio de una noche negra, demoniaca y llena de blasfemias. No había ni una sola alma que no siguiera el canto al pie de la letra, acto que las figuras oscuras respondieron con una reverencia al final del himno maléfico.
Otro de los momentos especiales llegó del llamado de If You Have Ghosts, cover que hace la banda a Rocky Erickson, track proveniente del EP del mismo nombre y producido por el multifacético Dave Grohl. El ícono de la religión Ghost junto a los sin nombre se despiden mientras el escenario se apaga poco a poco, ya ni los vitrales de iglesia de fondo se notan.
“¡Ghost, Ghost, Ghost!”, los feligreses demandaban al José Cuervo Salón. “¡Olé, Olé, Olé… Ghost, Ghost!” como en estadio de futbol y en medio de aplausos, la banda que tal vez provenga de las mismísimas brazas del infierno regresó al escenario.
El encore inició con una de las más pedidas y favoritas de la Ghost Army mexicana, el llamado a la Zombie Queen, aquella súcubo guiada por una luz negra comenzó a deleitar los oídos de todos que la recibían con los brazos abiertos, Ghuleh… Ghuleh viajaba a lo largo de la pista del lugar.
“Cantan muy bien todos y en esta última canción será su oportunidad de demostrarlo. Son una gran audiencia. Tuvimos una semana genial, ¡muchas gracias México!”, comentó el Papa a un público totalmente entregado, dando paso al último canto del ritual negro, Monstrance Clock.
Fue una noche que pintaba para ser única y que definitivamente superó las expectativas del público y hasta de los propios Ghost, quienes como mucha bandas resaltaron la entrega del público chilango en lo conciertos. Las almas malditas prometieron regresar a estas tierras el próximo año.
Quizá a juicio de mucha gente, todos los que asistimos a esta ceremonia estamos condenados y no tenemos salvación alguna y hemos traicionado las buenas costumbres de la humanidad y el espíritu. La única respuesta que tenemos mientras nos adentramos en la penumbra de la noche es: Come together… Together as a one…
*Fotos de RaquelC y un pobre diablo con delirios de grandeza.
Santiago Minga
🙁 no viene a Ecuador en su gira por sudamerica
¿Venderán cabras como mascotas? :S
en la ciudad de México, que raro, las bandas casi no van a esa enorme ciudad