Arch Enemy y Dark Tranquility, invasión de Death Metal Melódico en la ciudad de México

Guacamole Project Arch Enemy 2

Foto: Eyescream Productions por Guacamole Project




Primera parte.

Quizá fue un día muy atareado y loco en la ciudad de México. Para muchos día de pago e inicio de un fin de semana largo, el primero del año, en definitiva la ciudad era un caos, tráfico y todo tipo de movimiento por todos lados. Aunque para muchos residentes, este es normal en la capital del país.

Se respiraba un ambiente en especial, o por lo menos así era para todos aquellos que ya hacían filas en las afueras del Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes. Para un servidor que por azares del destino dio una vuelta por el lugar a eso de las 4 de la tarde y ya eran varios los que esperaban ansiosos el acceso al lugar y deleitarse con Dark Tranquility y Arch Enemy.

La emoción no era para menos, dos de las bandas icónicas del Death Metal Melódico azotarían a todos los chilangos que si bien lograron que el sitio alterno del Palacio luciera abarrotado, hicieron pensar a un servidor que hubiera sido perfecto que el concierto si se realizara en su sede original. En el Salón Vive Cuervo hubiera sido más íntimo, intenso, pesado y loco. Pero el hubiera no existe y la pasión metalera era la misma.

Faltaban algunos minutos para las 8 de la noche cuando las luces del recinto se apagaron. Si quieres prender a la gente antes de que empiece un concierto, pones a Black Sabbath… un contador apareció en la pantalla principal con el tiempo restante para que Mikael Stanne, Niklas Sundin, Martin Henriksson, Martin Brändstörm y Anders Jivarp tomaran el escenario.

Con el impacto de una explosión, Dark Tranquility apabulló a todos en el lugar al ritmo de The Science Of Noise. The Treason Wall, Damage Done y Hedon continuaron con las hostilidades en el Pabellón Oeste. Stanne se da un tiempo para saludar al público y promete que la noche será una fiesta metalera total.

The Sun Fired Blanks, The Wonders at Your Feet, Constant e Insanity´s Crescendo continuaron desgarrando el lugar con cada guitarrazo y golpe seco de la batería del bajo. Como buen vocero, Mikael no dejó de agradecer el apoyo de todos los presentes, quienes continúan llegando al campo de batalla a pesar de que el concierto ya llevaba un buen tramo recorrido.

La veteranía y jerarquía de los suecos se dejó sentir en todo momento, quizá uno de los aspectos que hizo que Dark Tranquility dejara una vara muy alta en el escenario fue la variedad que imprimieron en su setlist. The Mundane and the Magic, Silence, and the Firmament Withdrew, ThereIn, State of Trust, Terminus (Where Death is Most Alive), The Lesser Faith, Lethe y Final Resistance dieron la pauta para que la banda prendiera el lugar.

Stanne y compañía ya se habían retirado, pero el coro incesante de Dark Tranquility inundó el Pabellón y logró que el grupo regresara al escenario para darle un final debido a su presentación. Punish my Heaven y Misery’s Crown fueron los tracks con los que la banda cumplió las expectativas de ella. La primera parte de la fiesta había llegado a su fin.

Segunda parte.

Como alguna vez escuché, “lo bueno siempre tarda en llegar” (por eso suelo llegar tarde a todas mis reuniones. Ok no.). Arch Enemy debe de saber la trascendencia de aquel dicho, ya que después de un retraso de 15 minutos, un cuarto de hora en el que la desesperación y chiflidos se manifestaron en el Pabellón de manera clásica.

Todo fue olvidado al momento que Alissa White-Gluz (sexy), Michael Amott, Daniel Erlandsson, Sharlee D’Angelo y Jeff Loomis saltaron al escenario en medio de gritos ensordecedores y su intro Tempore Nihil Sanat (Prelude in F Minor). Un mensaje claro plasmado en una playera negra de pronto se posicionó frente a este humilde autor. Pure Fucking Metal, una advertencia.

Alissa incitó a la destrucción de principio con Enemy Within, al instante infinidad de mosh pits comenzaron a mover a toda la masa de público que no paraba de saltar, un auténtico ritual. War Eternal hizo arder aún más la euforia del lugar, cosa que continuó con Ravenous, No More Regrets y Taking Back My Soul.

La polifacética voz de Alissa en definitiva le agregó una nueva perspectiva y energía a la banda, sus poderosos guturales junto a las guitarras de Amott y Loomis, el bajo de D’Angelo, y la batería de Erlandsson retumbaron los tímpanos al ritmo de My Apocalypse, You Will Know My Name, Bloodstained Cross, Burning Angel y As the Page Burns.

Arch Enemy es en definitiva una de las bandas preferidas en la escena metalera y para el público mexicano, considerado por muchos artistas como uno de los más intensos del mundo (la verdad es que si alguien no gusta sobre el escenario, lo van a bajar). La banda sueca correspondió el sentimiento en todo momento de su presentación.

Dead Eyes See No Future, No Gods, No Masters y We Will Rise llevaron a todos al límite, a muchas chavas a desgarrar sus gargantas y agitar sus coloridas melenas al más puro estilo de Alissa y a otros alimentar su pecaminosa obsesión con la ya no tan nueva vocalista de Arch Enemy. La banda en medio de aplausos abandonó el escenario.

A pesar de ya haber recibido una buena dosis de Metal, el público; como buen adicto, demandaba aún más y a punta de gritos logró que Arch Enemy volviera al escenario para dar el golpe de gracia con Stolen Life, Snow Bound, y Nemesis.

La tarea de la banda sueca estaba hecha, al ritmo de Fields of Desolation comenzaron su despedida, el momento quedó para la posteridad al momento que la banda le pidió a todos que posaran para una foto que apareció en las redes sociales del grupo.

El camino de regreso a casa o hacia el after, fiesta o lugar de  mala muerte o a donde cada quien se dirigiera esa noche estuvo acompañado de esa leve sordera después de un buen concierto de Metal. El primer mes de 2015 finalizaba con un espectáculo de primer nivel, apenas vamos comenzando. Pure Fucking Metal se leía por todos lados.

 

Fotos cortesía de Eyescream Production por Guacamole Project.


Sigue a El Club Del Rock

G o o g l e

News
Salir de la versión móvil