Siempre recuerdo aquella primera vez que vi a O’Connor en vivo. Corría el año 2000 y en el ya desaparecido local “Cemento”, ante una multitud, tuve la suerte de fotografiarlos (con cámara analógica) y aún conservo los negativos de aquella fiesta del metal. Cabe recordar que Claudio O´Connor (ex-Hermética y actual vocalista de Malón) fundó O’Connor allá por el año 1998 junto con el bajista Hernán García (ex-Alakrán) y cuentan con una amplia y exitosa discografía.

Los tiempos fueron cambiando como también algunos integrantes y hoy forman el grupo: Claudio O’Connor (Voz); Hernán García (Bajo); Fernando Cosenza (Guitarra); Iván Iñiguez (Guitarra) y Pablo Naydón (Batería). Tenía ansiedad por verlos en directo y la cita era para despedir este 2015 en Zadar Club, en el sur del gran Buenos Aires.
Algunos minutos pasados de la 1:30 de la madrugada y ante un local repleto, se escuchaban los primeros acordes de “La maldad”. Increíble arranque que levantó más aún la temperatura del lugar, pero que poco importó a los seguidores más fieles que lo dieron todo desde el minuto cero. Casi sin respiro y como arrojando nafta al fuego, explotó “La gran 7”; todo Zadar patas para arriba y puños en alto para celebrar una tremenda versión de este clásico. No pararían de llover los hits: “1976”, que sacudió el ambiente, “Imperdonable”, Enroscando al mundo” y el nuevo “Castigo y perdón”. El verano apretaba y esto parecía recién empezar. No había tiempo de pausas y “Pagando por tu actitud” era la encargada de darle velocidad a la locura de un público que desafiaba a una noche calurosa. El set continuaría con “Jardín de la eternidad”, un tema que no cesa y te devora. Le seguían “Estamos pariendo”, “Reza a la indiferencia” y una tremenda versión de “Hacedor de terror”.
En este punto sí que todo pasaba demasiado rápido: “Sangre para el rey” marcaba el ritmo y el público otra vez cantando con todas su fuerzas y celebrando este clásico de la banda. Llegaría “Ana no duerme”, un cover del grupo Almendra que suena muy potente en vivo. Se escapaban los minutos y subían las marcas de los termómetros con “Rock del suicida”. El público no se rendía y recibieron una descarga con “Caníbal”: puños en alto, cabezas en movimiento, una verdadera fiesta del metal. Para el final quedaría “Una pena en Godoy cruz” y ahora sí que ya para concluir, con un público que no paraba, se vino la infaltable “Se extraña araña”. La bestia cerró así este 2015, cobijado por su gente en el calor de una noche del sur de Buenos Aires. Para el año que viene, disco nuevo, que ya se está gestando y las mismas ganas de seguir rockeando y de decir que están… más fuertes que nunca.
Texto y fotos: Juan Cufré