Roger Waters, el mito viviente

Desde el momento en el que se dio la noticia de que Roger Waters vendría a la Ciudad de México a dar un par de shows en el Foro Sol antes de presentarse en el Desert Trip en Indio, California, agradó mucho a los seguidores mexicanos, pero en cuanto el rumor de un supuesto show en la Plaza de la Constitución totalmente gratuito, el bajista co fundador de Pink Floyd entró de lleno al ojo del huracán gracias a la actual situación política que se vive en México, la cual quizá no es muy diferente a la de otros países.

Roger Waters | Foto cortesía de OCESA por Chino Lemus 2016

El concierto gratuito fue visto por muchos como un distractor más por parte de la esfera política, fuera del Gobierno Federal o local, y la discusión en redes sociales sencillamente no paró en torno al sábado 1 de octubre, día en el que Waters tomaría la plaza más importante del país. Un show para ganar votos de cara a las elecciones presidenciales o para desviar la atención de la violencia y decadencia económica que aqueja a los mexicanos.

Roger Waters apareció en la capital mexicana desde el lunes 26 de septiembre, afuera del hotel en el que estaba hospedado dio algunos autógrafos a los afortunados fanáticos que desde temprano ya lo estaban esperando, después partió en un convoy de camionetas negras, presumiblemente al Foro para afinar detalles de los conciertos. La Semana de Roger Waters en la Ciudad de México oficialmente había comenzado.

El clima también formó parte de la polémica, no paraba de llover en las tardes desde el fin de semana anterior. El miércoles 28 de septiembre no fue la excepción, aunque esa tarde; Tláloc, dios de la lluvia puso a prueba a todos los asistentes al show, y de paso a toda la ciudad. Una tempestad que azotó a la orbe desde las 2 de la tarde hasta caída la noche por momentos generó la incertidumbre de si el show se llevaría a cabo. La lluvia se detuvo una hora antes del concierto, aunque los estragos del clima atormentaron más a los asistentes.

Las entradas marcaban las 9 de la noche como el inicio del concierto. Eran las 9:15 y aún seguía llegando gente por todos lados al inmueble, mientras que en la impresionante pantalla posicionada sobre el inmenso escenario ya proyectaba la superficie lunar que poco a poco se movía, con una panorámica del universo al fondo. Muchos corrieron a sus respectivos accesos. En definitiva el recital estaba a punto de comenzar.

Roger Waters, Zócalo CDMX | Foto: Raquel Coss

Las bocinas ambientales estratégicamente posicionadas en todo el Foro Sol envolvieron a todos en el espacio sideral, mientras una especie de esfera emergió desde el fondo de la vista y poco a poco inundó la pantalla al son del movimiento de la maquinaria de un reloj. El fondo oscuro cambió por uno multicolor, el icónico inicio de Dark Side of the Moon con Speak to Me y Breathe (In the Air) sonó en todo el lugar, Roger Waters y su banda estaban por hacer historia.

Tomando éxitos y canciones de culto de la discografía básica de Pink Floyd (Dark Side of the Moon, The Wall, Animals, Whish You Were Here), Waters llevó a todos por una obra compuesta en distintos actos diferenciados pos sus contextos espirituales, sociales, económicos y políticos. Debemos de recordar que la trascendencia de Pink Floyd y específicamente la aportación del bajista no es necesariamente porque “hicieran música pacheca”, como a veces uno escucha en la calle, es por todos los mensajes en contra del autoritarismo, violencia, monopolios y de cómo la consciencia del ser humano lidia, pelea, supera y se mortifica ante estas situaciones. Esa es la verdadera esencia del trabajo de Waters y sin querer él nos lo recordó de una manera contundente.

Roger Waters, Foro Sol | Foto: Raquel Coss

Shine on You Crazy Diamond, Wish You Were Here, Set The Controls for the Heart of the Sun, Us and Them, Brain Damage; fueron los himnos que por momentos elevaron nuestro ser a otros niveles, a vislumbrar un poco nuestra posición en el universo y frente a los que nos rodean, una atmósfera psicodélica, progresiva, experimental y por momentos melancólica que no podía faltar en el concierto.

Sí, Roger Waters abordó junto a Pink Floyd el lado oscuro de la humanidad, las líneas de poder, lucha de clases y cómo siempre el dinero y el estatus pasan por encima de los inocentes y nos denigra como seres humanos. Money, Welcome to the Machine, Pigs on the Wing 1, Pigs (Three Different Ones) y Dogs nos llevaron por esos turbios parajes de la naturaleza humana.

Pero los momentos de respuesta y rebeldía no se dejaron esperar con tonos como Fearless, You’ll Never Walk Alone, Another Brick in The Wall, Run Like Hell, Bring the Boys Back Home y Mother, quizá recordándonos que la mayoría de estas melodías fueron concebidas hace muchos años, pero que siguen vigentes debido a que las situaciones son las mismas, lo único que cambia son los actores; la rabia y coraje siguen ahí.

Como buen guía, Roger no nos podía dejar en medio de la debacle y decadencia humana, no. Nos mostró que siempre hay una luz al final del túnel, redención y que se puede enderezar el camino de la mano de la tolerancia, educación y la paz. Comfortably Numb es el marco de este acto y cierre del show.

Los que asistieron al primero de tres conciertos fueron los que más sufrieron, la lluvia que cayó a cuenta gotas en el desarrollo del show, volvió a azotarlos implacablemente al final del mismo, una tormenta de casi toda la madrugada, que acabó por inundar muchas zonas de la ciudad. Pero esta purificación de la ciudad fue necesaria, los primeros asistentes penaron más pero también fueron los privilegiados y más impresionados con uno de los conciertos más impresionantes del año, y tal vez de la historia en México.

La pantalla en todo momento proyectó imágenes clásicas de lo que en algún momento fueron los conciertos de Pink Floyd. Apareció el muro obviamente, la Battery Power Station adornada con cuatro chimeneas reales, los relojes en la interpretación de Time, Syd Barrett… al igual que escenas del constante activismo de Roger, como su apoyo a la situación en Gaza, pero lo que incendió a todo el mundo fue el apoyo que el músico inglés mostró al pueblo mexicano.

Roger Waters, Foro Sol | Foto: Raquel Coss

Al momento de que Pigs era coreado por todos, la imagen de Donald Trump, candidato a la presidencia de Los Estados Unidos de América, apareció en los visuales ridiculizado con letreros con la leyenda Charade, figuras fálicas entre sus manos, maquillado y posicionado en el cuerpo de mujeres, o su cabeza en el cuerpo de un cerdo y como cereza del pastel, un enorme Trump eres un Pendejo que fue vitoreado por el público.

Roger Waters, Foro Sol | Foto: Raquel Coss

La crítica de Waters no paró ahí. Mientras interpretaba Mother, un enorme Renuncia Ya adornó la pantalla, recientemente el pueblo mexicano ha reclamado la renuncia al presidente Enrique Peña Nieto por la situación de la que ya hemos hablado. Al mismo tiempo que Algie, el cerdo volador, mítico en las historias de Pink Floyd entró a escena y voló sobre los asistentes adornado con consignas contra el Gobierno mexicano, pintadas a esta versión de Algie por los artistas gráficos Reez y Triana. 43 nos faltan… y Miles más, Fue el Estado y muchas más frases en contra de la violencia del país aparecieron tatuadas en el que ahora fue un jabalí negro.

Pero la protesta del bajista no paró ahí, justo al momento del encore, éste sacó una carta que leyó en un español algo mocho, pero sincero. La misiva estaba dirigida al presidente mexicano, donde Roger reclamó la violencia en el país, habló de los más de 28 mil desaparecidos, le hizo ver que sus políticas habían fallado y que era momento de escuchar al pueblo, ya que los ojos del mundo, lo están mirando. Éste es el momento inolvidable de La Semana de Roger Waters.

Básicamente, el show fue el mismo para la segunda fecha, mismo setlist, visuales y mensajes, hasta el espectáculo de láser en Eclipse que proyecta la pirámide y el arcoiris de la portada de Dark Side of the Moon, quizá el cambio de que Algie no voló y en su lugar se rompió una piñata de Donald Trump. Pero todo cambió para el show del sábado, ya que todo el montaje del escenario tuvo que salir de madrugada para el Zócalo de la ciudad, donde una semana antes el equipo de logística de Waters ya había evaluado la zona. Todo un día para armar mientras que a las 8 de la noche del viernes 30 de septiembre ya había gente formada para el concierto al día siguiente.

Roger Waters | Foto cortesía de OCESA por Chino Lemus 2016

El show gratuito no cambió mucho a diferencia de los del Foro Sol, pero la vibra en definitiva fue distinta. Gente de todo el país fue llenando la plaza por los distintos accesos a ésta desde tempranas horas de la tarde. Ni el calor y el sol bajaron los ánimos de la gente que no paraba de llegar. Y si por un momento el clima comenzó a hacer estragos en el ánimo de la gente, esto fue rápidamente olvidado cuando Roger y su banda aparecieron en el escenario a eso de las 5 de la tarde para el soundcheck, revisión de pantallas y simplemente saludar a la gente. Como siempre Waters con una enorme sonrisa, sus Ray Ban, playera negra, jeans y esa vibra inspiradora que lo caracteriza.

Roger Waters, Foro Sol | Foto: Raquel Coss

Desde las 6 de la tarde, a través de los altavoces, el Gobierno local anunció que la plaza ya estaba a su máxima capacidad y que nadie más podría entrar, las mentadas de madre no se hicieron esperar, aunque después, a pesar de la enorme cantidad de policías desplegada en el lugar, no pudieron contener a la multitud en uno de los accesos y un puñado más de gente entró a la plaza.

Así lucía el Zócalo de la Ciudad de México minutos antes de que Waters tomara el escenario.
Foto: tomada del sitio www.animalpolitico.com.

El Zócalo así como los restaurantes y hoteles con vista al lugar, la calle 20 de noviembre y uno que otro techo de puesto de periódicos lucían completamente abarrotados a eso de las 7 de la noche. Supuestamente los números oficiales, entramos alrededor de 200 mil personas al que ya es catalogado como el concierto más impresionante en el centro de la ciudad, el único que se le compara en magnitud es el del otrora músico inglés Paul McCartney hace unos años, pero el mensaje y la vibra son completamente diferentes. Un aplauso para la logística del evento, ya que a pesar de la masa reunida, por lo menos dentro de la plancha no se resintió, así como se maneja un número de 25 heridos al final del evento.

La incógnita era si Waters protestaría de la misma manera que en el Foro Sol. Ya hasta se manejaban ciertos encabezados de que el gobierno expulsaría al bajista por la feroz crítica que éste les hizo. Waters no se calló en lo más mínimo. Criticó y fue coreado aún más al momento de proyectar a Trump y el Renuncia Ya. Cuando leyó su carta a Peña Nieto generó una algarabía tal que quizá pocas veces se ha visto en este lugar que incluso provocó que el encore sólo consistiera de Comfortably Numb. Y todo por un momento con bandera mexicana en mano.

Roger Waters, Zócalo CDMX | Foto: Raquel Coss

“¡Asesino!”, “¡Fuera Peña!” y una manta negra desplegada del balcón de uno de los hoteles con la leyenda: “Nos faltan 43, nos faltan 28 mil 472, nos sobras Peña”, fueron los pequeños detalles que son el distintivo del concierto en el Zócalo capitalino. Roger se despidió con un “¡Viva México cabrones!”, cuando no se podía estar más encantados por lo que el inglés había hecho en el escenario por más de dos horas y media donde sí hubo lluvia por gran parte del concierto y el Algie negro no pudo volar y ni siquiera llegó a a mitad de la multitud.

Roger Waters dio tres shows que consistieron en infinidad de momentos, clímax, altas y bajas en la línea musical, cargado de mensajes en busca de la paz, la verdad y en contra de los tiranos y quienes son imagen de la decadencia y oscuridad humana, siempre con ese toque triste por la ausencia de Barrett.

Roger Waters, Zócalo CDMX | Foto: Raquel Coss

Waters, como todos los seres mitológicos; siempre será polémico, desde sus días en Pink Floyd y de cómo llevó a la banda de una manera casi autoritaria hasta su partida, por dar shows cargados de crítica y activismo social a precios estratosféricos en todo el mundo y esta vez por momentos ser un distractor más del gobierno mexicano. Pero sin embargo Roger no se calló nada y quizá fue más conciso y directo que nunca con su discurso, uno que si bien no le falta al pueblo mexicano si necesitaba escucharlo.

Gracias Roger, nos veremos pronto…

Setlist:

Encore:

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