Por: @sangergas
Fotos: @rachelnitro y @vivelatino
Los estragos del día uno aún se sienten, los pies están entumecidos, hay un ligero zumbido en los oídos y los ojos arden un poco por no haber dormido lo suficiente, pero eso no es impedimento para volver a lanzarnos al Vive, y es que aunque yo por un momento pensé que el día fuerte sería el sábado, para mi sorpresa me encuentro con que más gente ha llegado más temprano que el primer día, lo cual es un indicador de que el cierre del festival estará completamente lleno.
Apenas son las dos y media cuando llego al Foro Sol y ya hay bastante gente esperando a Son Rompe Pera, pero la verdad debo ir a hidratarme porque el día será largo otra vez. Y mientras voy en busca de agua, me doy cuenta que hay una pequeña feria en lo que es una entrada alterna por la avenida Añil. Hay desde dardos, pescaditos, canastas de baloncesto, canicas y el clásico tiro al blanco, y al saber que los juegos son gratis, es inevitable quedarse a jugar un rato. Mejor aún la sorpresa de que al ganar en cualquiera de los juegos, te llevas una figura de yeso que es parte del arte del cartel de este año, cortesía de Dr. Alderete.
Justo al lado de los juegos de feria, hay un par de juegos mecánicos: una rueda de la fortuna y unas sillas voladoras, cortesía de los patrocinadores, eso sí, con unas filas largas. Pero justo ahora hace mucho calor como para formarse, así que sigo mi camino y vuelvo al escenario principal para ver a Dread Mar I y llevarme la sorpresa de que el Foro Sol ya luce casi lleno siendo apenas las cuatro y media de la tarde. El querido cantante argentino contagió de buena vibra a todos los presentes, eso sí, su rola “Tú Sin Mí” fue la más coreada de todo su show.
Salgo a dar otra vuelta para ver las activaciones de los patrocinadores mientras Siddhartha se presenta ante un apasionado Foro Sol que los recibió con los brazos abiertos, con temas como “Loco”, “Paraíso Lunar”, “Náufrago”, “Bacalar” y uno de sus más recientes sencillos con mariachi “00:00”, pero justo al terminar su show pareciera que todos se fueron al escenario Escena Indio que Love Of Lesbian atascó al grado de que solo al pasar por fuera de éste, se veía gente y se podía escuchar la euforia que ocasionaron. Vaya, cada escenario estaba repleto de gente emocionada. Sigo mi camino y me detengo a ver parte de la muy buena actuación de Cecilia Toussaint solo para notar unos minutos después que el escenario en el que se está presentando (Carpa Intolerante) lleva un retraso en los horarios de más de media hora.
Vuelvo al principal y ¡oh sorpresa! Residente es recibido con un estruendoso grito colectivo que sin ser mi favorito, parecía ser el acto principal de la noche, pero apenas son las ocho de la noche y faltan muchas bandas por presentarse aún. Vuelvo a la Carpa Intolerante para ver a Massacre y el retraso es cada vez mayor, así que una vez que el clima es más fresco, decido que es buen momento para tomar un poco de aire en las alturas y subo a la rueda de la fortuna mientras desde lo alto alcanzo a ver como el escenario Claro Música se empieza a llenar para esperar la tan ansiada presentación de Black Pumas.

Y aunque hubiera querido ver a la banda texana, el deber me llamaba, había que ver a la banda más esperada de todo el festival: Los Fabulosos Cadillacs. En este punto el escenario principal parece estar lleno a su máxima capacidad, y la gente empieza a comportarse cada vez más descuidadamente. Muchos parecen ya no tener mucho control sobre sus propios cuerpos. Algunos ya medio mala copa, otros ya un tanto perdidos, pero todos ansiosos por ver a los argentinos.
En punto de las 10 de la noche, Vicentico y compañía subieron al escenario para dar inicio a su set con “El Genio Del Club” mientras un par de pelotas gigantes botaban entre el público. La euforia de un Foro Sol lleno se hizo sentir desde el primer momento. El set estuvo lleno de éxitos como “Calaveras y Diablitos”, “Demasiada Presión”, “Carnaval toda la vida” y “Siguiendo La Luna”, pero por alguna razón no hubo interacción alguna de la banda con el público. Solo se dedicaron a tocar una canción tras otra sin decir absolutamente nada a los presentes, lo cual hizo que el show se sintiera flojito.
Sumado a lo anterior, se empezaba a ver movimientos extraños entre los presentes, unos van, otros vienen, pequeños remolinos de gente yendo en todas direcciones pero que al final no avanzan. Sí, esos amantes de lo ajeno que solo llegan a causar conflicto que entre esos empujones de ir y venir aprovechan para despojarte de tus pertenencias, lo cual hace que tengas que estar super pendiente de todo a tu al rededor y que te impide poner completa atención a lo que ocurre sobre el escenario. Triste situación, pero no es secreto que muchas personas fueron víctimas de estos “fans”. Y aunque el show de LFC transcurrió sin pena ni gloria, no tendríamos por qué estar hablando de esto. En fin…
Ya para el cierre de su set, sonaron las siempre favoritas “Vasos Vacíos”, “Mal Bicho” y “Matador”, es en este momento que me doy cuenta que todas las canciones han sonado mucho más flojas que en sus versiones de estudio. Algo debió pasar, pero simplemente no fue el mejor show que los Fabulosos han dado, al menos no en México. Con todo y que fue un show regular, se tomaron diez minutos extra a lo pactado en los horarios para finalizar con “El Satánico Dr. Cadillac” y “Yo No Me Sentaría En Tu Mesa” para finalmente bajar del escenario.

Dato curioso es que antes de terminar el show estelar, muchos empezaron a salir del Foro Sol, no para retirarse sino para ir a ver a La Banda MS, que contrario a lo dicho por muchos, jaló a mucha gente. Pero para ser sincero, a mí no me interesaba ver banda, así que me dirijo al segundo escenario para ver a Pixies y encontrarme con una escena un tanto rara. Al frente alcanzo a ver a una gran horda de fans extasiados por ver a la banda estadounidense, en medio y más atrás uno que otro despistado que parece haberse equivocado de escenario y muchos saliendo en señal de retirada ya con caras largas.
Pero mientras unos disfrutaban como nunca y otros parecían sufrirlo, la verdad es que la banda de Boston lo daba todo, entre rolas como “La La Love You”, “Where Is My Mind”, “Here Comes Your Man” y “Gouge Away”. Al igual que Los Cadillacs, no hubo interacción hacía los presentes, una rola tras de otra, con la diferencia de que Black Francis y compañía sí parecían estarlo disfrutando. Justo afuera de éste escenario, ya se ven muchos tomar camino hacía la salida, el cansancio en las caras de todos es evidente. Algunos parece que ya consumieron cerveza de más y apenas logran caminar, parece que para muchos será un largo camino de vuelta a casa.
Pero en el escenario principal la fiesta sigue con Groove Armada y me asomo para encontrarme con una buena cantidad de gente aún disfrutando y bailando. Los británicos nos pusieron a todos a bailar (aún cuando eso no se me da bien). En este punto el cuerpo se mueve ya solo por inercia, los pies ya se sienten muy cansados, las piernas ya no responden, la cadera duele, pero la música sigue y el cuerpo no puede evitar sentirlo. Tres vocalistas rotando entre canciones, luces brillantes sobre el escenario y unos beats que se sienten en el pecho. La verdad, al principio tenía mis dudas sobre por qué llevar a Groove Armada y al verlos ahí entendí por qué y mis dudas se disiparon. Fue el cierre perfecto.

La salida del recinto fue lenta pues ya todos van con el dolor en los pies y la tristeza de que se nos ha acabado el fin de semana de Vive Latino, algunos voltean hacía atrás con cierta nostalgia como despidiéndose del Foro, pero al mismo tiempo advirtiendo que nos volveremos a ver el próximo año. El no haber tenido festival el año pasado nos hizo valorar aún más los eventos, las bandas, los momentos, la compañía, y descubrimos que lo único que nos importa es olvidar todo lo que pasa afuera aunque sea por un par de días para divertirnos como hacía mucho no lo hacíamos. Por mientras, no nos queda más que esperar para el próximo año. Pero tengan por seguro que ahí nos veremos.