Revive: Así vivimos el regreso a los festivales con el Vive Latino 2022

¡Nos sentimos muy felices de poder volver!

Por: @sangergas

Fotos: @rachelnitro y @vivelatino 

Dos largos años tuvieron que pasar para que volviéramos a un Vive Latino. Dos años que se sintieron eternos, debido a un maldito virus que si bien no va a desaparecer, poco a poco va dando tregua para que retomemos nuestras vidas normales, y con normales, me refiero a volver a gastar gran parte de nuestros sueldos en conciertos, pues pocas cosas nos generan tanta alegría y satisfacción.

Desde temprano, algunos se dieron cita en el Foro Sol para llegar a ver el ritual Mexica-rockero de Los Cogelones que seguro sorprendieron a muchos. Es como si la banda originaria de Ciudad Nezahualcóyotl hiciera un ritual prehispánico para darle buena vibra al festival. Muy buena sorpresa para iniciar las actividades.

También desde temprano, empezó la bebedera de chela y es que el calor estaba un tanto insoportable (pretexto), además que esa pequeña alegría de poder volver a brindar con los amigos y la familia en medio de un show es incomparable. La verdad es que, contrario a otras ediciones del festival, mucha gente llegó temprano y se notaba en sus rostros (algunos con cubrebocas) la emoción de volver a ver a sus bandas favoritas.

Hablando de favoritos, nos lanzamos a ver a La Lupita, que se rifó un set corto pero bien movido para dar inicio a su celebración de 30 años como banda y de paso presentar su nuevo disco de estudio “Tormenta”. El show fue de lo más divertido aunque muy rápido, con Héctor Quijada mostrando sus mejores pasos de baile y Lino Nava cambiando de guitarra a media canción entre clásicos como “Contrabando y Traición”, “Ja, Ja, Ja” y “Paquita Disco”. Cabe mencionar que merecían un escenario más grande y un horario no tan temprano.

Justo al terminar el set de La Lupe, avanzamos un poco más a la carpa Vive Latino para sacudir la cabeza junto a Ágora que llegó representando al metal mexicano y demostrando por qué son de las bandas consentidas de la escena local. Recordar también que en 2020 cuando lanzaron su más reciente material titulado “Imperio” no pudieron promocionarlo con shows en vivo por las razones que ya todos sabemos, y fue justo con la rola que da título al material de estudio que los de la CDMX arrancaron su presentación para ponernos a matear.

En todo momento se vio a Nat y compañía felices de, finalmente, estar frente a un público en directo y no dejaron ningún momento de sonreír al mismo tiempo que invitaron a los fans a pasar unos días con ellos en Oaxaca a través de una ONG mientras el show continuaba con rolas como “Soy Veneno” para dar cierre a su presentación con “Renacer” con la que, estoy seguro, varios se quedaron sin voz después de cantar a todo pulmón. Por eso Ágora es de las bandas más queridas y representativas de la escena de metal mexicano. Porque siempre hacen bien las cosas.

Recién acabado el set de Ágora, me dispongo a dar una vuelta por el festival para ver qué más hay y me topo con un ring de lucha de AAA que la neta sí mandaron a un rincón, como si fuera el patito feo. Me acerco y de repente me encuentro entre una batalla de mentadas de madre tanto al el cuadrilátero como a los presentes que observamos desde abajo, terminando en una muy buena experiencia en la que simplemente liberas energía negativa al decir groserías en voz alta mientras los luchadores se dan con todo para complacer al público.

Sigo mi camino para descubrir qué más hay por ahí y aunque no entré al escenario Escena Indio, alcanzo a ver de lejitos que Javier Blake convocó a mucha gente para verlo con su proyecto como solista por primera vez en un Vive Latino, para terminar de dar la vuelta completa al foro sol y volver al punto en el que inicié y darme cuenta que el Escenario Claro Música le quedó muy chico a La Gusana Ciega, quienes, considero, debieron ir al principal.

La banda mexicana se mostró muy feliz en todo momento al tocar clásicos como “Dulce y Amargo”, una versión un tanto country de “No Puedo Verte” y “Pasiflorine”. La noche empezaba a caer y con ella un par de nubes negras un tanto amenazantes pero llegó “Yes, Sir, I Can Boggie” en la que Daniel Gutiérrez sacó sus mejores pasos de baile, en la que incluso hizo un pequeño “moonwalk” a la Michael Jackson al interpretar un fragmento de “Billie Jean”. Pero como era de esperarse, “Tornasol” fue la que dio cierre a su set al ser la más coreada.

Salgo de este escenario preguntándome ¿por qué carajos La Gusana Ciega no fue al escenario principal para volver a éste y encontrarme con que Camilo Séptimo está ahí y también está lleno. Es entonces cuando empiezo a creer que tras la pandemia, se vendieron más boletos en los años anteriores, pues no concibo cómo es que todos los escenarios están llenos al mismo tiempo. Y mientras yo me hago preguntas vagas en la cabeza, veo a todo un foro sol cantando muy emotivamente que me hace olvidarme de todo lo demás.

Foto: Cortesía Vive Latino

Para este momento de la noche, los pies empiezan a doler y empiezo a ver gente ebria (pero feliz) por todos lados, pero aún faltan los actos principales. Los Auténticos Decadentes salen a cantar “Somos” y de repente el escenario principal se convierte en una fiesta gigante, todo es buena vibra y felicidad por un momento, pero extrañamente, el set se desarrolla con altibajos y me cuesta trabajo entender qué está pasando. Canciones como “Pendeviejo”, “Los Piratas” y el “Murguero” llenaron de euforia a los presentes. “Un Osito De Peluche De Taiwán” y “Loco (Tu Forma De Ser)” fueron de las más coreadas, para que “Y La Banda Sigue” terminó con la fiesta.

Cabe mencionar que antes de que terminara el set de LAD, muchos empezaron a salir del escenario principal, pues su horario se empalmó con el de Julieta Venegas, quien alcancé a notar igual llenó el segundo escenario. Es en este momento cuando me doy cuenta que la gente no quería perderse a ningún artista y prefirieron ver un poco de todo. Probablemente el encierro nos hizo valorar todo lo que teníamos antes de la pausa de dos años y en esta ocasión todos corrían de un escenario a otro para alcanzar a ver aunque fuera un poco de todo como si no hubiera un mañana.

En este punto, mi cansancio empieza a hacer estragos en mi cuerpo y prefiero buscar un buen lugar para ver a Limp Bizkit, quienes la neta vinieron a cotorrear como pocas bandas lo han hecho antes. El inicio fue flojito, pues la banda de Florida decidió debutar en vivo tres rolas de su mas reciente disco de estudio “Still Sucks”, que, seamos sinceros, no es lo mejor que hayan lanzado. Pero después de tres rolas nuevas, aparece “Break Stuff” y entonces sí, el público se encendió como si fuera 1999 otra vez para que entonces DJ Lethal empezara a hacer de las suyas al poner rolas de fondo como el “Chuntaro’s Style” que nos hizo preguntarnos qué carajos estaba pasando.

Los clásicos continuaron con “My Generation” y “Livin’ It Up” para que entonces sonara “La Chona” (sí, esa de Los Tucanes de Tijuana) mientras Fred Durst hacía evidente su poca gracia para bailar. Mientras algunos se preguntaban a sí mismos “¿qué pedo?”, otros morían a carcajadas y bailaban, y otros tantos mostraron molestia, pero fuera cual fuera la reacción, lo cierto es que broma o no, Fred dejó claro que ellos eran conscientes de que estaban en un Vive Latino y tenían que encajar con el concepto del festival, tanto así que pareciera que Wes Borland vendría haciendo un homenaje al Perro Aguayo, con calzoncillos negros y unas botas con peluche al frente.

Foto: Cortesía Vive Latino

De pronto suena “Nookie” y aquí va la emoción otra vez, pero esta vez solo sonó hasta el segundo coro antes de que el tipo detrás de la tornamesa saliera con otra sorpresa, esta vez “El Mariachi Loco” para dar paso a otro clásico: “Hot Dog” seguida de “Rolling”, para la cual, el vocalista subió a un fan de la primera fila al escenario para cantar. El afortunado fan seguro sigue sonriendo de felicidad. “Take a Look Around” fue la última rola que los gringos interpretaron para despedirse con “Viva México”. Un set que se sintió un tanto atropellado por todas las pausas, los cortes entre canciones y las “bromas” hechas por el Dj, aunque gracioso y divertido por momentos.

No pasó mucho tiempo al terminar el show de Limp Bizkit y de pronto el foro sol se vació, así que decidimos ir a ver a Fangoria que encendió el escenario Escena Indio con un show de luces y bailarinas bastante llamativo. Aunque curiosamente hubo poca gente. Aparentemente todos fueron a ver a Moenia, que se presentó por primera vez en un Vive Latino, otros cuantos se empezaron a encaminar hacía la salida.

Nosotros no, aún faltaba ver a Maldita Vecindad, (mientras muchos otros se fueron a echar el high energy con Patrick Miller). La banda salió puntual para dar inicio a su círculo de paz y baile con el clásico “Solín”. Roco tomó un momento para recordar a su fallecido compañero y amigo de banda, Eulalio, y para recordarlo y al mismo tiempo celebrar 30 años de su disco “El Circo”, invitaron a Gus Cervantes, sobrino del difunto saxofonista a tocar con dos saxofones como el buen Sax lo hacía para interpretar “Un Gran Circo”.

De pronto aparecen en la pantalla del fondo del escenario videos de la comunidad de Wirikuta, porque sabemos, la banda no deja pasar oportunidad alguna para apoyar. “Pachuco” retumbó en el foro e hizo a todos los presentes bailar, luego llegó la hora de la botana con “Los Agachados”, más clásicos con “Bailando” y “Don Palabras” y “Pata de Perro”, para la cual la banda invitó a la Sonora Santanera al escenario. Y para cerrar el primer día de actividades con la siempre favorita de muchos: “Kumbala”, con un fragmento de “La Boa” acompañados de la ya mencionada Sonora mientras en la pista de baile muchas parejas se volvían a enamorar unidos en abrazos y besos.

Foto: Cortesía Vive Latino

Y así, se nos fue el primer día del Vive Latino que después de dos años nos volvió a llenar de alegría a todos. Ver los escenarios llenos en todo momento, ver a la gente correr de uno a otro para no perderse de los shows fue una sensación realmente agradable. Las bandas mismas se mostraron en todo momento felices y agradecidas de poder volver a encontrarse con sus fans después de tanto tiempo y la verdad es que también nosotros como fans nos sentimos muy felices de poder volver a estar en medio de una multitud enorme cantando a todo pulmón, aunque el camino a la salida se siente muy largo y los pies ya duelen pero todos somos conscientes de que aún falta un día, así que hay que recuperar energías…

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