Médicos confirman cuán peligroso puede ser el HEADBANGING

metal

Por mucho tiempo se especuló sobre los daños que podrían causar los intensos movimientos de la cabeza al hacer el popular Headbanging, pero esto dejó de ser un simple rumor y se ha confirmado de la peor manera.

El caso llegó hasta la escuela de medicina de Hannover. Fue Ariyas Pirayesh Islamian quien exploró el caso a fondo. El caso, un hombre que llegó al departamento de neurocirugía de la institución alemana tras dos semanas con dolor que afectaba a toda la cabeza y que iba empeorando de forma constante.

El diagnóstico preliminar no daba ninguna alerta ni indicio sobre el origen del dolor. Sin embargo se omitió un traumatismo craneal anterior, que habría sucedido cuatro semanas antes al disfrutar de un concierto Motörhead, donde efectivamente el hombre habría efectuado el popular headbanging.

Una tomografía computarizada craneal confirmó que el hombre tenía un hematoma subdural crónico –que comienza varias semanas después del primer sangrado– en el lado derecho de su cerebro. Los cirujanos extrajeron el coágulo de sangre a través de un agujero realizado con un trépano, un instrumento quirúrgico en forma de broca para realizar agujeros en el hueso.

hematoma subdural

Sin duda una cirugía impactante para cualquiera. Los médicos drenaron la herida durante seis días. El paciente, que desea permanecer en el anonimato, se recuperó. El dolor de cabeza se calmó y dos meses más tarde los exámenes confirmaban su recuperación.

“A pesar de que solo hay unos pocos casos documentados de este tipo de hematomas, la incidencia puede ser mayor debido a que los síntomas de este tipo de lesión cerebral suelen ser clínicamente silenciosos o apenas causan dolor de cabeza leve que desaparece espontáneamente”, explica Pirayesh Islamian.

Sin embargo hay más de un consecuencia negativa que se le podría atribuir al headbanging, como por ejemplo: Disección de la arteria carótida, latigazo cervical, enfisema mediastínico (cuando el aire se filtra de las vías respiratorias hacia el mediastino, situado en el centro del tórax), y fractura de un hueso del cuello.

Habrá que vivir el metal y la emoción del momento con un poco más de cuidado.

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