p style=”text-align: justify;”>Tarde, pero seguro, pero tarde también. Sepan entendernos, no ha sido fácil poner en un listado 50 discos teniendo que escuchar más de 150 trabajos nacionales, en un año particularmente más que fructífero para géneros como el metal y el rock alternativo, lo cual es una gran noticia en sí. Sea en el tiempo que sea que publicamos esto, desde el staff Argentina de El Club del Rock nos atrevemos a señalar los que consideramos los mejores álbumes de la cosecha nacional del 2015:
50 – Persona – Persona (Sello Cabello, Monqui Albino, Venado Records)
Decir Persona es hablar de un grupo con, valga la redundancia, personalidad, identidad, voz propia. Curioso hablar de voz cuando se trata de una banda plenamente instrumental, pero aún así configuran un lenguaje propio, virtuoso, inquieto y muy bien trabajado, sin apuro pero con mucho por dar a conocer y lo que es mejor, mucho por dar a disfrutar.
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49 – Mi Amigo Invencible – La Danza de los Principiantes (Fuego Amigo Discos)
Sexto trabajo de los mendocinos, en el que se abren sin culpa a un sonido más rockero pero al mismo tiempo cuidadísimo y estéticamente delicado, con pasajes de brillantes melodías, letras un tanto misteriosas y un apego por la introspección desde la honestidad.
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48 – Poveglia – Yersinia Pestis (Independiente)
Que en este 2015 haya quien quiera rescatar el sonido crudo y desafiante del grunge para darle una variante moderna, con aristas experimentales e ínfulas progresivas, es de celebrar. Gracias a Poveglia y su debut Yersinia Pestis esto es posible, todo lo demás es perderse en sus canciones.
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47 – Metamórfica – Cisma (Oui Oui Records)
¿Stoner guitarrero o stoner cancionero? Sea cual sea la etiqueta a ponerle, Cisma es un paso adelante en la evolución compositiva del cuarteto Metamórfica, donde la melodía juega un papel fundamental y da un resultado exquisito a la vez que potente.
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46 – Destino Cruel – Alimentando a Nuestrxs Hijxs Con La Sangre De Inocentes (La Resistencia Distro, El Desquite Distro)
En un año poco favorable al powerviolence, Destino Cruel hace la diferencia con este trabajo, dando una perspectiva más realista y agresiva de un género que ocasionalmente decanta en apoyarse más en la velocidad y la distorsión. Grandes canciones, estilo aguerrido y pogo asegurado.
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45 – Pogrom – Colossus (Icarus Music)
Hablando de géneros poco habituales o de prácticas poco comunes en una banda, siempre hay que resaltar la decisión de hacer un disco conceptual. Pogrom se atrevió a contar una distópica historia a puro death metal, bien trabajado, sin rebalsar de fuerza innecesariamente y entregando solidez en cada una de las canciones de este Colossus, que ya sólo por el hilo conductor de sus letras merece oírse, imagínense por cómo suena.
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44 – Kill West – Smoke Beach (Crang Records)
La vuelta a las guitarras, al virtuosismo, a la polvareda auditiva no es precisamente una opción rupturista ni una revolución en este 2015, pero siempre se agradece que esta fórmula esté bien realizada. Es posible que no encuentren en Kill West elementos que no hayan oído antes, pero su Smoke Beach no deja de ser otra brisa fresca en una bruma de revivalismo del sonido setentista actual. Y si tienen que haber más grupos así, que sean como Kill West.
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43 – Olfa Meocorde – Torpe y Elegante (Independiente)
Los estilos experimentales son siempre un desafío. Quebrar las estructuras, la duración de las canciones, jugar con distintos ritmos y formar de adoptar la música no es para cualquiera, y menos son quienes se abocan a tal tarea con calidad. Entre esos pocos ejemplos está Olfa Meocorde, aún dando que hablar (o más bien que escuchar) con su reciente trabajo, en donde toman los riesgos del vacío de límites un paso más allá. Basta con darle una oída para saber cómo les fue.
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42 – Baba Vanga – Ad Nauseam (Independiente)
Conjugando el post-punk desde una óptica más cercana al punk rock, los Baba Vanga crean un álbum a tener en cuenta en un género que sale de a poco de su letargo en el país. Potente y filoso, Ad Nauseam envuelve oídos sin ahogar, pero incorporando la sensación de la oscuridad desde el primer momento.
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41 – Funeris – Funereal Symphonies (Independiente)
Con la premura en publicar el material, quizás Sabransky no haya dejado tiempo de maduración para su proyecto unipersonal Funeris, necesaria para poder entregar un trabajo más evolucionado que lo demostrado en el más que interesante Waning Light. Pero esto es posiblemente uno de los pocos errores que podemos encontrar en Funereal Symphonies, un álbum guiado por las fibras sensibles de lo que significa un funeral en sí mismo. Es también una obra con una interesante progresión emocional, e incluso, un fantástico punto de partida del género del Funeral Doom.
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40 – Reactive Delusion – Paradox Of Perception (Independiente)
En apenas seis canciones que llegan a los 35 minutos, el supergrupo Reactive Delusion trae un trabajo con mucha garra, fuerza y solidez. Técnicamente impecable, poderoso, hecho a medida para el headbanging, Paradox Of Perception combina technical death con groove y progresiones que sin dudas cualquier persona oyente del buen metal no va a dejar pasar.
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39 – Heterodoxa – Heterodoxa (Independiente)
Entre el hardcore, el grindcore y otras reminiscencias metaleras, crossover e ira auditiva, los Heterodoxa regalan peligro y fuerza que apabulla a cada segundo. En las once canciones de su debut, el cuarteto condensa un sonido implacable y furioso.
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38 – Moretones – Gutural (Independiente)
Poco ejercicio denota el post-punk en este país, pero cuando se manifiesta, es para hacerse notar. Es lo que logra Moretones con su álbum Gutural, dar una nueva impresión de un género que parecía perdido y que recupera su vigor gracias a su poco ortodoxa y muy rabiosa interpretación.
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37 – Katon – Katon (Fauna Records)
No hay necesidad de innovar demasiado cuando el sonido es bueno y las canciones rugen con fuerza por sí solas. La fórmula del debut de Katon no ha de ser rupturista para este 2015, pero que funciona, funciona. Y cómo.
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36 – Altar – Toda Naturaleza Se Desvanece En El Útero (Independiente)
Las bondades de la distorsión a través de una óptica perversa son los mejores atributos con los que Altar se abre paso ante el cada vez más nutrido universo del stoner-doom de Argentina. Corrosivo hasta la médula, su álbum debut no tiene otra misión que la de dejarte sin habla.
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35 – El Situacionismo – Uno (Independiente)
Tal como había sido con Rotten Soil, su nueva versión en El Situacionismo traen hardcore metal rudo e impiadoso con aspiraciones experimentales. Ya no tan delirantes como en la anterior denominación de la banda, El Situacionismo dejó atrás ciertas porciones avant-garde de su propuesta para dar canciones más concretas y directas. Con menos vuelo en su brutalidad, pero con más realismo en su sonido, Uno es el paso lógico de un grupo cuya mutación le sienta más que bien.
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34 – Úlcera – Vampiro Ebrio (Catarata Records)
La rebeldía del punk se reaviva gracias a Úlcera. Ya ni podemos hablar de canciones de dos minutos de duración, tampoco de entre diez y quince canciones para completar treinta minutos de un álbum. Tocar rápido, dejar el lugar lleno de oídos rotos y sin dar tiempo a entender lo que sucedió parece ser la premisa de Vampiro Ebrio, un álbum que de seguro sin darte cuenta vas a volver a escuchar una y otra vez antes de que comprendas que la desbocada versión del punk de Úlcera te atrapó.
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33 – Psicosfera – Alpha (Independiente)
Bordeando diferentes géneros desde un sonido más melódico y no tan punzante o demoledor, y aún con la enorme barrera que supone aún en Argentina la ausencia de voz, Psicosfera trajo un álbum que no sólo está a la altura de las expectativas metaleras del año, sino que además resulta innovador en su propuesta, quizás no tan cruda o tan fuerte como la de Uroboros (por nombrar sólo un grupo en la vertiente más reciente de la mixtura de géneros), pero altísimamente destacable por contundencia, calidad compositiva y arriesgue.
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32 – Bolo – Antagonista (Independiente)
El movimiento actual del metal está poniendo su foco de atención en sumar influencias y matices. Las barreras estilísticas ya no son primordiales, y he aquí un enorme, brutal, poderoso y clarísimo ejemplo de ello. Death, groove, habrá quien diga thrash también; todo eso, en forma de cuatro canciones apabullantes, están en este trabajo de Bolo.
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31 – Vomit Of Doom – Obey The Darkness (Total Desaster Productions, Satanath Records, Inhuman Assault)
Recuperando el movimiento black que vio nacer a grupos clásicos como Venom o Bathory, Vomit Of Doom se salen de los márgenes del blast-beat-hasta-la-muerte para hacer su propio camino, otorgando temas abrasivos y a la vez siempre en la vena blackmetalera sin fisuras.
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30 – Gerk – Últimatum (Quien Calla Otorga, PushPlay Discos)
Siempre el crust encuentra su espacio de brillo, su grupo bandera, su sitio en donde rugir. En veinte canciones, Gerk le vuelve a dar todo eso que el crust busca: dar un golpe certero en los oídos y no dejar cabezas sin estallar.
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29 – Turba – Whisky (Cordillera Discos)
Aquel sonido que hace décadas hizo temblar a los padres que miraban a sus hijos enloquecer con bandas como los Beatles en la televisión está de vuelta. Y no como una nostálgica réplica de antaño, sino con el coraje de las nuevas generaciones. Entretenido, audaz, austero de estructuras y efectos pero poderoso a la vez, este disco de Whisky te tiene que hacer vibrar como en los sesenta.
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28 – Kushindú – Las Almas Ardientes (Independiente)
La real sensación de patear el asfalto, vivir de morder el polvo y sacar lo mejor de lo que te rodea está aquí. Matizando rock salvaje y libre con astucia barrial y toques folclóricos, Kushindú dan rienda suelta a su espíritu guitarrero, en una especie de cruzada contra la complejidad y la sobreproducción.
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27 – Ensamble Peripecia – Valle (Caos Records)
Desafiante, creativo, explorador, Valle de los Ensamble Peripecia configura uno de los álbumes más aventureros de este listado. Quizás no sea el mejor que haya salido en el 2015, pero es un trabajo que se muestra seguro en mostrar todas las aristas musicales que sus artífices son capaces de lograr, con finura y calidad, revelando de qué está hecho el grupo: buen rock sin límites y dispuesto a todo.
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26 – Árboles En Llamas – San Expedito (Inerme Discos)
Como en una especie de viaje, Árboles En Llamas llevan su música por sensaciones en donde predomina la tristeza y la ira, pero que también, puestos en la dinámica de una marcha de un lugar a otro, hay espacio para el vuelo interminable de lo poético que se hace presente entre guitarrazos, golpes de bajo, baterías abrasivas y una voz desgarrada pero infranqueable.
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25 – El Sur – Do (Casa del Puente Discos)
Enérgico y estimulante, Do es uno de esos discos hechos a medida para refrescar cualquier momento. A puras guitarras, ritmos entretenidos y melodías adolescentes, transcurre el más reciente cancionero de El Sur, un álbum divertido, expresivo, fuerte.
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24 – Tirapiedras – Alucinaciones, Estruendos, Porrazos (Inerme Discos)
¿Punk? ¿Hard rock? ¿Rock alternativo pesado? Sea lo que sea, Tirapiedras lo están haciendo bien. Su sonido callejero, sin concesiones, sin fisuras, directo y concreto, hace de su debut en larga duración Alucinaciones, Estruendos, Porrazos un disco abrasivo, reaccionario, dispuesto a la acción y que no se va rápido de los oídos.
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23 – Anomalía – Una Vida En El Infierno (Vegan Records)
¿Quién dijo que el metalcore se había extinguido? Lejos del camino más comercial y mediocre, aparecen propuestas que mantienen el músculo con que el género se dio a conocer por aquellos principios del nuevo milenio. Anomalía es uno de estos ejemplos que por suerte aún persiste para dar nueva vida a este estilo, confirmándolo con el abrasivo y contundente Una Vida En El Infierno.
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22 – Mujercitas Terror – Fiesta Muda (ATMC)
Cuatro años tuvieron que pasar desde Excavaciones para que Mujercitas Terror diera nueva cátedra sobre cómo tocar post-punk y no morir en el intento. O más bien, morir a una forma de entenderlo, porque esto va más allá de la visión europea o norteamericana del género. Sin exagerada depresión pero con oscuridad real, sin estancarse en las bases y manteniéndolo original, el trío nos regaló en este año una nueva colección de canciones con espíritu mórbido y aún así completamente disfrutables.
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21 – Tarantos – Jaculatoria (Independiente)
El mestizaje como fenómeno artístico no sólo es un hecho cultural que deja muchísimo por estudiar pero aún más por disfrutar, sino que también es un suceso que impulsó a muchas bandas de Argentina. En este año no podía faltar su referencia, manifestada en el segundo álbum de Tarantos. Jaculatoria, con su espíritu flamenco y atravesado por el punk, el rock alternativo e incluso por ciertas aristas post-punk, es gratamente disfrutable, soberbio y dinámico.
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20 – Nubemadre – Supercélula (Discos del Saladillo)
El debut de Nubemadre destaca por su rol vital de querer crear algo nuevo a partir de géneros que por momentos parecen estancarse y aburrir. El talento que no oprime, la habilidad que no se te atraganta, la belleza y la técnica a partes iguales para conformar una senda particular, y que lleva a uno de los discos a tener en cuenta para este 2015 argentino.
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19 – The Fachas – Néstor Shakaríí (Independiente)
Post-hardcore sincero, alejado de los vicios comerciales y poperos en los que se vio envuelto esta rama del género. Firme en las sensaciones que transmite, quizás no implacable como otras bandas del mismo palo pero sí innovador en su forma de componer, The Fachas encontraron el punto justo en el que calidad, sentimiento y potencia suelen unirse, con predominio de las melodías y con varios temas imborrables como Empty Heart Grenades.
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18 – O – Nimio (Independiente)
Quizás no tan instintivo y urgente como el debut de Hungría, pero este trabajo de O resulta también el gran punto del math rock nacional del año. Cerebral, sensible y formidable a la vez, un disco que se disfruta y sorprende aún en un género no del todo explotado como el math.
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17 – Poseidótica – El Dilema del Origen (Aquatalan Records)
Parte fundamental del rock stoner nacional desde sus comienzos, Poseidótica vuelve a demostrar con este álbum por qué no puede faltar cada vez que se habla del género en el país. Quizás no resulte demasiado innovador respecto de sus discos anteriores, pero con esta banda nunca hace falta, mientras mantenga el enorme nivel de todas sus canciones, más que suficiente.
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16 – Estaciones – Vertumno (Independiente)
Por fuera de los lugares comunes a los que ha llegado el hardcore, sea en el punk o en el metal, la diferencia siempre aparece. Los rosarinos Estaciones no estarán logrando con Vertumno una nueva dirección del hardcore, pero sí una gran interpretación de una de sus vertientes actuales. El sentimentalismo bien entendido de la fuerza sonora.
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15 – Deadly Noise Crew – Todos Los Colores Van Al Negro (Quien Calla Otorga, Catarata Records)
Con el death grindcore como premisa, los Deadly Noise Crew se las han ingeniado para dar rienda suelta a su más reciente trabajo, repleto de crudeza, calle, contundencia y asfixia. No hay manera de salir ileso de la experiencia de Todos Los Colores Van Al Negro, logro que la banda crea con menos de 15 minutos de música repartidos en diez puñetazos sonoros.
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14 – Tábano – Mata o Muere (Independiente)
Entre el hard rock y el metal, cruzando la delgada línea entre lo clásico y lo moderno, Tábano une lo callejero con cierta sofisticación, en un trabajo vibrante, fresco y revivalista del rock pesado de antaño.
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13 – La Suma de Todos Los Tiempos – Grandes Distancias (Discos Dōjō)
Porque la sensibilidad también puede tener forma de rock. Sobre todo si a la mezcla se le suma shoegaze, algo de noise pop y una afectación brillante, cargando a las canciones de esa sensación de estar escuchando algo que te llega bien profundo. Rock desde el corazón.
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12 – Niños del Parque – Un Punto Azul Pálido (Casa del Puente Discos)
Niños del Parque han logrado algo que no tiene muchos precedentes en la historia, menos en el país: hacer que las distorsiones propias del space rock estén nutridas de emociones. Llevando aún más lejos la fórmula patentada por bandas como Él Mató a Un Policía Motorizado (entre otras de la movida platense), Un Punto Azul Pálido es la sensación humana de estar en la estratósfera de los sentimientos.
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11 – Abaddon – Realidad Abstracta (Independiente)
En el metal se sobrevaloran las bondades de la complejidad compositiva. Con tantos subgéneros existentes, nuevas variantes de éstos y la etiqueta del metal extremo pesando con cada vez más fuerza, cuando una banda se apropia del metal como sonido per se, sin ambigüedades o sobreproducción, es un soplo de aire fresco. Eso significa Realidad Abstracta, un álbum indispensable para cualquier persona amante del buen metal, no importa si te gusta el thrash, el death, el black o el que fuera. Abaddon no mixtura todos esos géneros, sino que te trae aquel sonido que te enamoró del género en primer lugar, desde un estilo concreto y conciso, preciso y honesto: el metal como premisa primordial.
10 – Desidia de la Humanidad – Desidia (Zann’s Music)
Así como el año pasado los Asilo lograron llevar su sonido al mismísimo abismo, este año tenemos otro grupo que rescata sus principios en cuanto a la música llevada a sus límites. Con más facilidades para concretar canciones que sus colegas de sello, Desidia de la Humanidad configuran un álbum ideal para demostrar que esta variante del metal es mucho más que los extremos.
09 – Los Espíritus – Gratitud (Independiente)
Como en una especie de ritual, Los Espíritus dotan a sus más recientes canciones de un aura chamánica, destinada no a redimir de pecados, sino a aliviar la carga de la vida urbana, presente en la temática de Gratitud. Entre el blues, rock añejo e hipnóticos ritmos, Los Espíritus han vuelto a lograr un material más que acertado.
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08 – Los Rusos Hijos de Puta – La Rabia Que Sentimos Es El Amor Que Nos Quitan (Independiente)
Imposible permanecer lejos del debut en larga duración de Los Rusos Hijos de Puta después de la polvareda que vienen levantando desde su aparición en 2013 con su EP Hola y sus incendiarios conciertos. Era de esperar que cuando se animaran al álbum largo lo hicieran con todo, y así fue. Y más que eso aún. Básicamente, mejoran todo lo hecho en Hola y profundizan su descarado rock que prácticamente no tiene categorías en dónde incluirlo. Hasta se atreven a reversionar libremente a la Plastic Ono Band. Imperdible disco por donde se lo escuche.
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07 – Di Giovannis – Elodio (Quelonio Records)
Que el segundo álbum de una banda tenga tanta dinámica, solvencia, potencia y solidez, en un repertorio mejor desarrollado y con un sonido mucho más completo y contundente, habla de que quienes crearon tal disco tienen aún mucho por dar. Lo único que debemos esperar ahora es que Di Giovannis no tarden otros cuatro años para entregar su tercera placa, porque Elodio resultó no sólo uno de los discos argentinos del año, sino todo un magnífico ejemplo a seguir dentro de la inusual vía del death rock.
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06 – The Unborn – Babel (Independiente)
Es bastante sorprendente que el disco donde The Unborn más se aleja de sus inicios eléctricos sea quizás, uno de los grandes hitos de su carrera. Quizás para el oyente poco habitual de este estilo resultará un poco difícil de entender, pero Babel merece el esfuerzo, que tampoco es tanto, puesto que estamos ante una verdadera obra de arte que excede los estilos, los esquemas, los estereotipos.
Escuchá algunos de sus temas en este link, aquí, en este sitio y aquí.
05 – Los Antiguos – Madera Prohibida (Independiente)
Nuevamente, Los Antiguos logran subir la vara de su propio nivel. Potentes canciones con un resultado superior a sus propios estándares, que ya de por sí hacían del grupo uno de los pilares fundamentales del stoner nacional.
Escuchalo aquí.
04 – Devast – Into Decimated Reality (Gore House Productions)
¿Qué se le puede pedir a una banda de brutal death metal? ¿Violencia sonora, instrumentos que arrancan miembros, voces torturadas? Bueno, todo eso, pero con una enorme calidad. Si tenía que haber un disco que personificara lo que debe ser el brutal death, Devast ya sacó ese álbum en este año. Cuidado de producción, penetrante en la ejecución, Into Decimated Reality es un pico para el subgénero del death en su versión nacional.
Escuchalo en este link.
03 – Manthrass – Blues del Destino (South American Sludge Records)
Rock clásico en su mejor estado. De ese que nunca se debió haber ido, y que gracias a grupos como Manthrass regresa para demostrar por qué hay que tomar partido por las fórmulas de antaño. Fuerte, pesado, gratamente disfrutable. Sucio y desprolijo diría el gran Pappo, de quien Manthrass toma prestado El Brujo y El Tiempo para una fantástica versión.
Escuchalo aquí.
02 – Uroboros – Deiphagomega (Zann’s Music)
De manera natural, Uroboros acaba de establecer un estándar para el género, basado en la experimentación y en la inclusión de sonidos e ideas novedosos a un mundo tan establecido como el metal. Y no hizo falta una tormenta de solos ni derroches de notas, abrumadores dobles bombos o siquiera un bajo. Sólo el talento de dos personas y su voluntad de crear algo nuevo.
Escuchalo y bajalo desde este enlace.
01 – Senegal Grindcore Mafia – Hay Daño En Casa
¿Cómo se debería hablar de un álbum que es prácticamente perfecto? Aconsejando que por nada del mundo se pierdan este trabajo. Inteligente, formidable, creativo, innovador, que incluso hasta crea clásicos como Toda La Grela o el inmenso Queme Oren, Hay Daño En Casa es un álbum estupendo por donde lo escuchen. Dénse una oportunidad de llenar sus oídos de metal del bueno, ese que te deja descolocado, sin habla, sólo con la voluntad de poguear y romper tu cuello en el headbanging.
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