Leechmaster – Desierto: Unir el ayer y el hoy no es imposible

leechmaster desierto

Bien sabemos quienes somos seguidores del género Metal que una banda debe buscar permanentemente nuevas fuentes de inspiraciones para no estancar su sonido, para no limitar su creatividad, y para mantener a su público siempre con ganas de escuchar. Hace poco menos de un mes que el sanjuanino Leandro Achinelli acaba de publicar, junto a su proyecto unipersonal Leechmaster, su nuevo material titulado Desierto, en el que ejerce ciertos cambios estilísticos en su propuesta, un leve giro al rock alternativo de los noventa y matizándolo con sus conocidas producciones asentadas en las raíces del Groove Metal surgido en esa misma década. ¿Y funciona? Vaya que sí. Y mucho.

Leechmaster es el proyecto de Leandro Achinelli, quien desde el comienzo del nuevo milenio se abocó a la composición de canciones interpretando todos los instrumentos de cualquier banda, guitarras, bajo, batería y percusión, e incluso sintetizadores e instrumentos de viento. Con el Groove Metal como raíz musical, Leechmaster comenzó su existencia concretada en canciones en el año 2005, con su primer EP autotitulado, en un proceso que logró un sonido muy crudo y con las composiciones más pesadas de todo su repertorio, lleno de melodías con una atmósfera muy densa que daba a las cinco canciones una fuerza y una potencia que cautiva al oído metalero. Dos nuevas publicaciones llegaron más tarde, los EP Entre Anhelos y Criaturas (del 2009) y Trascender/Alienación (editado en el 2011) que darían un sonido aún mejor, más pulido y sofisticado, manteniendo todavía ese componente oscuro de las composiciones a medida que se profundizó en lo rítmico y en lo efectivo de las melodías guitarreras, siendo las canciones cada vez más accesibles y directas.

Y así es como tres años después llega este nuevo trabajo Desierto, que comienza con el arrollador tema que le da título, dando cuenta de un viraje sonoro más expansivo y con más fuerza en su base rítmica. Una canción hecha a medida para quebrar cuellos en vivo, a la que le sigue The Shaft, el primer cambio claro de dirección en el estilo de Leechmaster, jugando con el rock norteamericano y el post-grunge, pero con aristas claramente metaleras, dando una mezcla con muy buenos resultados. Y este volantazo a los noventa se hace aún más claro en la siguiente canción, Paciencia, que deja de lado la potencia y la distorsión para dar lugar a un mensaje de crítica social y político con mucho de contestatario, dejando casi cuatro minutos que demuestran que con una buena interpretación, se puede revivir el pasado de la música y aún así llegar en gran forma a los oídos.

Vicious Ways aparece para retomar el sendero del Metal donde el inicio del disco lo había dejado, sumando mayor crudeza y pizcas de brutalidad que se agradecen, en medio de ritmos más sintéticos que junto a los pasajes de teclado le inyectan frescura a lo que en mi opinión es la mejor canción de este nuevo trabajo de Leandro Achinelli. Desierto cierra con Orígenes, una canción que si bien no aporta demasiado a la innovación que supone este disco, sigue siendo un gran esfuerzo por reforzar el horizonte estilístico Groove demostrado por Achinelli en los tres EP que antecedieron a Desierto, y que también tiene una explícita conexión con su trabajo en el trío sanjuanino Noosfera, donde también da rienda suelta a su metal heredero de bandas referenciales como Pantera y Sepultura. Y finalmente con una versión acústica de Paciencia, en otro punto que vuelve a marcar que el signo característico de este álbum es la apertura hacia otros géneros, otras perspectivas de la música, pero sin perder la contundencia.

En resumen, con tan sólo 6 canciones, Leechmaster da un muy notable ejemplo de cómo la mixtura del presente y el pasado puede ser posible, sin limitarse a la nostalgia por el sonido de antes pero tampoco sin que las influencias del hoy apabullen al rescate de géneros que supieron marcar una época. Sí, me hubiese gustado escuchar más canciones en esta línea de unión del ayer y del hoy, pero no por eso deja de ser un momento más que disfrutable el estar escuchando los seis temas que componen Desierto; por el contrario, deja con ganas de más.

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