Entrevista a Metamórfica: ‘Reconocernos capaces de transformarnos es grandioso’

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La alineación actual de Metamórfica.

Si hay algo inevitable y hasta necesario para cualquier banda es la evolución. Los métodos de expresión musical pueden cambiar, las formas pueden ser distintas, pero las canciones siempre están ahí para dar cuenta del norte de un grupo, y el desafío frente a esta evolución vital es no perder el rumbo de la identidad sonora. Con más de una década de actividad, Metamórfica supo cómo ser uno de esos grupos que no para de crecer sin perder la esencia. Tras confirmar su buen hacer con su más reciente álbum Cisma (Oui Oui Records, 2015), Mariela Talento y Alejandra Mariona charlaron con El Club del Rock sobre sus inicios con Metamórfica y la actualidad de un grupo más sólido que nunca.

¿Cómo fueron los orígenes de la banda?

Persistencia con los vúmetros al taco, ja. Hay pocas cosas tan incómodas como escuchar tu voz siendo amplificada por primera vez o grabada en maquetas para pasarla a esos músicos que van a ser tus compañeros de banda y quieren escuchar de qué se va a tratar la cosa. Nosotras nos encontramos con las guitarras muy poco antes de formar la banda así que cada sucesión de acordes que grabábamos para lograr una estructura “digna”, cada punteo o arpegio para condimentar un poco la cosa, era realmente una odisea. Por suerte, la constancia de ensayos y de encuentros compositivos nos fue haciendo más liviana esa odisea. Al año de comenzar lo estábamos disfrutando mucho.

¿De dónde surgió el nombre del grupo? ¿Tiene algún significado especial para ustedes?

Metamórfica habla de ser capaces de transformarnos. No es el proceso de transformación, sino el ser capaces del don, del regalo de una de las energías más importantes con las que contamos los seres humanos, la transformadora. Y reconocernos capaces de ejecutarla es grandioso.

¿Qué fue lo que los llevó a interesarse por la música?

En lo personal, la música misma extendió sus redes de atracción por sobre nosotras. En nuestros primeros diálogos la música era la base de nuestra conexión, y se fue expandiendo y profundizando, hasta que en cuestión de un año era el canal que estábamos eligiendo para expresarnos, nuestra vía común de aprendizaje y salvataje.

¿Cómo podrían definir su estilo y qué bandas o artistas los influencian? ¿Pueden mencionar discos que los hayan marcado en su estilo?

La verdad es que es una pregunta muy difícil de responder para nosotras porque vamos atravesando diferentes etapas en cuanto a lo musical, y hemos escuchado y escuchamos artistas y estilos muy diversos. Hace varios años hicimos un curso de historia del rock en el cual un amigo, periodista, nos fue narrando y poniendo en contexto histórico la inmensidad de bandas y músicos que hicieron a la genealogía del blues, del jazz y del rock en su amplia gama de subgéneros. Al dedicarnos a escucharlos la percepción de lo inmenso que es el panorama nos contagió esas ganas de más que cerrarnos a una clasificación precisa, dejar abierta la posibilidad de ramificarnos.

¿Cómo se da la creación de las canciones?

A Mar o a Ale nos surge un embrión de canción. Luego nos juntamos y entramos a loopear y loopear (repetir y repetir) una para que la otra desarrolle su granito de cuerdas para aportar. Con un audio bien minimalista incluso. Habiendo encontrado cada una su hilo conductor inicial nos vamos entregando a otros segmentos que en general mutan en potencia, en velocidad, en textura, en estridencia pero casi siempre con esa misma manera de buscarlos y generarlos. Luego eso entra a la sala para entregarlo a la base, bajo y bata y que craneen como sostener, empujar, armonizar, sacudir y contener a ese nuevo “hijo”. Algunas veces y ojalá cada vez más, la composición sucede en simultáneo para los cuatro. “Desaparece”, de Cisma, partió de un riff y luego fue todo compuesto en común zapada tras zapada.

Como compositoras de las canciones, ¿qué cosas pueden acordar o negociar al hacer nuevos temas y en qué no dan el brazo a torcer?

Nos matamos entre nosotras y si sobrevivimos, listo, canción nueva.

¿Cuáles son las canciones que más disfrutan tocar en vivo?

Hoy las de Cisma y las que empezamos a componer en estos últimos meses luego de grabar Cisma. Te diría que somos una banda que tocamos casi todo lo que tiene que ver con lo actual, somos de soltar bastante lo que fue, tomarlo como “lo que nos trajo hasta acá”. Todo lo que alguna vez compusiste es parte de vos y de algún modo u otro suena en lo que tocás actualmente, pero ya no sos eso, sos esto y eso es lo que disfrutamos transmitir, lo que se transformó a hoy. [Mariela: yo tengo una preferencia por el tema Desaparece (risas).]

¿A qué otros artistas y bandas escuchan?

De lo que se hace hoy en día a nivel local nos gusta mucho el viaje que tiene Poseidótica, la proliferación de Pez, cómo suena Humo del Cairo, la marsvolteada de Proyecto Quasar, las guitarras lúdicas y personales de Montenegro y Los Asteroide, la fuerza de Persona, los riffs contundentes de Soldadores, el swing de Mondo Dromo, la espontaneidad provocativa de Las Fantoms, el encantamiento de Mimí Maura…

¿Con qué banda o artista les gustaría compartir un escenario o grabar temas?

A nivel nacional Poseidótica y a nivel internacional Queens Of The Stone Age y de postre Omar Rodríguez-López (risas), ¿no queremos nada, no?

Estando etiquetada su música dentro del hard rock, el stoner, el rock alternativo… ¿hay una categoría que mejor le cuadra a Metamórfica?

Si “collage melódico”, inventamos una nueva categoría (risas).

¿Cómo es su experiencia en la música siendo mujeres quienes llevan la dirección de la banda?

Es una pregunta que nos hacen bastante seguido y es bastante rara de contestar. La realidad es que transitamos este camino sin pensar en la diferencia de género. El único momento en el que pensamos en la diferencia de género es en el momento en el que se nos hace esa pregunta. Es un mundo que fue siendo definido mayoritariamente por hombres, pero creemos que la multiplicidad de efectos que la música genere o el lugar que ocupe en la vida de cada persona, no depende del género sino de la esencia de cada uno.

Llevan casi 10 años desde la publicación de Tiempo de Escupir y Vomitar y más de una década en activo, ¿cómo ha ido cambiando la respuesta del público? ¿Cómo fueron los primeros tiempos de Metamórfica?

Los primeros tiempos de Metamórfica fueron exactamente de escupir y vomitar. El público captaba ese ánimo de supervivencia, de dificultad, de búsqueda por mantenernos honestas con lo más esencial de cada una y defenderlo a capa y espada. La música era nuestro modo de recordarnos donde no queríamos estar y donde sí. Cuáles eran los mandatos que no íbamos a cumplir y cuáles eran las formas de vida que íbamos a generarnos. Hoy la intención y lo más enraizado de nuestra música sigue estando en el mismo lugar, pero se manifiesta diferente, está menos sujeto al “decir”, menos “escupir”, menos palabras y más vinculado a soltarnos dentro de los colchones instrumentales que nos seguimos generando con la música para disfrutar la vida que tenemos. Hoy, las canciones nuevas posteriores a Cisma rumbean por pasajes instrumentales. Hay algo en el decir a través del instrumento que se transmite de manera diferente cuando no hay una voz haciendo de capitán del barco. Nos gusta la idea de ver qué pasa cuando no hay algo para decir y en cambio hay que decirlo de otra manera. Es aprender un nuevo lenguaje. El público de Meta casi siempre es nuevo, quizá sea difícil conservar un mismo público cuando la música cambia.

A casi 10 años de su debut discográfico, ¿cómo recuerdan ese primer disco?

Como si hubiese sido ayer, y como si hubiese sido otra vida también. Tenemos demasiada gratitud para con “Tiempo de escupir y vomitar”. Algo de nosotras sigue siendo aquellas, lo más esencial de nuestros carácteres, de nuestra identidad personal. Lo que más rescatamos es haber podido animarnos a hacer algo diferente, para nosotras mismas, sin prejuicio y dejando aflorar lo que teníamos en ese momento.

¿Qué consejo podrían darle a quienes están iniciándose en la música?

Lo primero que recomendamos es PERSEVERAR. Sin perseverancia estamos al horno en todo sentido. Es fundamental sostener la construcción del éxtasis creativo, y para eso cualquier “error” tiene que ser aceptado amigablemente como parte del proceso. Que siempre se guíen por la razón por la cual tocan ese instrumento que tocan. Jamás por lo que “debería ser”.

¿Han tenido que lidiar con alguna clase de conflicto por ser mujeres en un mundo principalmente de hombres como es el rock?

Creo que desde el comienzo, el mensaje y la devolución de cualquiera que escuchara nuestra música, fue muy positivo y alentador para seguir en el camino, independientemente del género.

¿Cómo fue la grabación de Cisma? ¿De qué manera podrían definir al álbum?

La grabación de Cisma fueron 15 días corridos en Estudios Romaphonic en febrero del 2014. Trabajamos la producción nuevamente junto a Tito Fargo y eso es siempre una linda exploración de audios y un trabajo bien intenso a la hora de tocar y cantar. El ‘Drum Doctor’ en este disco fue Adriano Villeneuve Freydrums. El técnico de grabación y mezcla Gonzalo ‘Pájaro’ Rainoldi y la asistencia permanente de Eric Kamatsu. El mastering una vez más fue encomendado al gran Tom Baker. Y contamos con el apoyo fundamental de Oui Oui Records.

El momento de entrar al estudio es único y dura poco. Así que te entregás a disfrutar cada momento a pleno. Contamos con un gran equipo de gente súper apasionada por lo que hace, así que ver a cada uno en su puesto haciendo volar las naves de Romaphonic fue una experiencia muy disfrutada. Con las ansiedades y estrés lógicos a la hora de grabar pero es parte de la adrenalina que le pone más sabor a la cosa…

¿Cómo vivieron el Oui Oui Fest?

¡Estábamos esperando el Oui Oui Fest hace meses! Cuando Matías Stachuk de Oui Oui nos contó que estaba craneando hacer el festival en Niceto para avanzada la mitad de año y que la idea era sumar a Metamórfica junto con Ararat, Acorazado Potemkin, Futbol, El Perrodiablo y Las Diferencias la respuesta fue, como diría Solito (Ariel Solito, baterista de Metamórfica), “¡todo megarecontra sí!”. Pasamos mayoritariamente por los temas de Cisma, algo de Sinapteína y algo de lo nuevo que estamos componiendo post Cisma. Fue además una oportunidad para sumar energías y agite entre las bandas que somos parte del sello para agradecer y aportar al aguante que ellos nos hacen constantemente.

¿Qué se viene en el 2015 de Metamórfica?

La reciente incorporación de Ariel (Solito) en batería encaja perfecto con la mutación que estamos atravesando. Lo nuevo viene instrumental y desarticulado. Luego vamos a ver si retomamos la canción con voces. Hace rato buscamos compañeros como Solito y Javi (Javier Prazak, guitarrista del grupo), ¡y por fin se da! Estamos muy conectados en lo humano, descubriéndonos en lo musical, con muchos lugares en común y muchos lugares antagónicos en lo que respecta a lo que escucha cada uno. Estamos tocando bastante en Buenos Aires y queremos viajar. Los cuatro coincidimos en esas ganas así que iremos buscando el modo de hacerlo.

Metamórfica se presenta este jueves 26 de noviembre en Club V junto a Mondo Dromo, desde las 22 horas. Más información en el siguiente link: https://www.facebook.com/events/434074176792485/

Agradecemos a Félix Bunge por la ayuda al realizar esta entrevista.

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