Los delincuentes son un mal con el que convivimos a diario en todas partes del mundo en mayor o menor proporción, y los malos fans es un mal que aqueja al rock desde su creación.
En el cementerio de Macclesfield (Cheshire, Inglaterra) descansan al día de hoy los restos del mítico vocalista de Joy División, Ian Curtis. Recientemente algunos desadaptados mal llamados “fanáticos” intentaron robar la parte superior de su ataúd y en el proceso hicieron destrozos.
Joy Division Central (cuénta de Twitter) señaló que esta sería la segunda lápida con inscripción que intenta ser robada, lamentablemente en 2008 fue robada la original.
Un vocero del cementerio declaró:
“Creemos que fue durante el fin de semana. Se trata de una piedra con un agujero para un homenaje floral, es puramente estética y no tiene inscripción”.