Se acaba el año. Heidegger sostiene que el hombre es un ser para la muerte; todo poeta, actor, músico o artista en general será juzgado/recordado por sus obras y por su contribución al contexto artístico en el que se desarrolló. Puede que suene algo fuerte, pero Nietzsche solía decir: “No pensaban suficientemente hondo, así que su sentir no descendía hasta los fondos”, queramos o no, es algo que se da siempre. Mientras mayor es su inteligencia, mayor es su pesar.
No quiero hacer de este artículo un blog personal; pero he de confesar que siento cierto desprecio por aquellos que no juzgan con la misma vara a los vivos y los muertos. Digo, si no lo quisiste cuando estuvo en vida, ¿Por qué finges tristeza o cierto interés ante su muerte? ¿Por qué cambiar el concepto de una persona solo porque ésta murió? La historia está llena de estos casos, genios que se volvieron ordinarios al morir y viceversa. Alguna vez escucharon o leyeron que Lennon acostumbraba golpear a las mujeres y que no solo las agredía brutalmente, sino que se jactaba de ello, ¿No, nunca? Bueno, está perfecto, ¿Para qué mezclar la vida privada con la vida profesional de un artista? Eso dejémoslo para su familia y círculo social más cercano. Por más fan o seguidor extremo que seas, eso no debería cambiar tu concepto sobre él como artista. Eso no lo hace mal músico, lo hace una mierda de persona.
Para no perder el foco, el artículo va dedicado a todos los músicos que cesaron de existir en este año que ya termina, lógicamente no puedo mencionarlos a todos, pero no me voy quedar en solo 10 ó 15 famosos cuya muerte repercutió en todos lados. Parafraseando y jugando un poco con la mítica frase de Marcelo Bielsa, ¿Por qué solo mencionar a tipos poderosos y negar la mención a los pequeños músicos? Los 2 tuvieron familia y amigos que los sufrieron por igual ¿Cuál es el criterio para hacer una cosa así? ¿Mi propio interés? Eso sería ventajismo. El dolor que produce la muerte de un amigo o ser querido solo puede ser entendido por alguien que lo vivió, por alguien que lo sufrió.
Algunos murieron sobre el escenario, otros se intoxicaron, se suicidaron, los mataron… este año la tragedia vino con sus mejores disfraces y se llevó a quien quiso ser llevado, de una u otra manera son todos culpables. La muerte no es algo que habríamos de recelar, porque cuando nosotros estamos, la muerte no está y cuando la muerte esté, nosotros dejaremos de estar. Tan sencillo como eso. Es fácil explicarlo, lo jodido es predicar con el ejemplo.
Por los que se fueron, por los que se irán; por los que están y no queremos, por los que queremos y no están. Si eres creyente, este fin de mes date un tiempo para reflexionar.
Me despido de ustedes, al menos por este año. Tengan todos un agradable 31 de diciembre. Disfruten, gocen y regocíjense porque no saben si será el útlimo, en todo caso vívanlo como tal. Saludos, bobos. Los quiero a todos. A continuación la lista de los músicos que nos dejaron, sin distinción de géneros… Que Dios o el Diablo los tenga en su gloria.
Luis Abanto Morales; compositor y cantante
Bimba José; cantante
Linda Hopkins; cantante
Gary Decarlo; compositor
Mobb Deep; cantante
Gord Downie; cantante
Malcolm Young; guitarrista
Tommy Page; cantante y compositor
Bruce Hampton; guitarrista
Barbara Weldens; cantante y compositora
Mario Romeu; pianista
Johnny Hallyday; cantante
Chester Bennington; cantante
Geoff Nicholls; tecladista
Loalwa Bra; cantante
José Antonio Bordell; cantante
Raúl García Zárate; guitarrista
Kim Jong-hyun; cantante
Chris Cornell: compositor y cantante
Fats Domino; cantante y pianista
Lil Peep; cantante y compositor
David Cassidy; cantante y compositor
Al Jarreau; cantante
Chuck Berry; guitarrista y cantante
Joni Sledge; cantante
Guillermo Sánchez; bajista
María Martha Serra Lima; cantante
Troy Gentry; cantante
Walter Becker; guitarrista
Tom Petty; cantante y compositor
“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada produce una dulce muerte.”
(Leonardo da Vinci)
Fuente: El país