Avenged Sevenfold sorprendió a todos con Life is But a Dream…

Luego de esperar 8 años para que la banda norteamericana publicara nuevo material de estudio, por fin ha llegado su octavo disco. Aquí su reseña

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Avenged Sevenfold estrenó el pasado 2 de junio su más reciente álbum de estudio, Life is But a Dream… y consigo dividió a toda su base de fanáticos. Como es costumbre con trabajos muy disruptivos, no hay un punto medio, o lo amas o lo odias, así que este disco no es la excepción. ¿Es una verdadera obra de arte o es una tomada de pelo?

Pues bien, antes de comenzar, debemos tener en cuenta que el grupo estuvo parado casi 8 años, pues desde la salida de The Stage, estuvieron un par de años promocionando ese disco y luego cancelaron el resto de sus shows, debido a formación de una ampolla de sangre en la garganta de M. Shadows.

El vocalista de Avenged Sevenfold en una entrevista para promocionar su reciente material de estudio.

Tras este suceso, recientemente M. Shadows dijo para Rock Sound:

 “Pasé por una lesión realmente importante. Una lesión en la que la mayoría de los médicos me dijeron que no volvería a cantar. Tengo que decir que, basándome únicamente en encontrar el entrenador vocal adecuado, trabajando muy duro en ello y en la técnica, pude hacer algo que la mayoría de los médicos dijeron que no iba a ser físicamente posible

Aunado a esto, la pandemia también alargó la producción de este material. Ya que, inicialmente, se tenía previsto su lanzamiento a finales de 2019. Así que, después de tantos años de espera, todos los fanáticos estaban ansiosos por ver lo que Avenged Sevenfold se tenía entre manos.

La propuesta de Life is But a Dream…

El álbum comienza con Game Over, un tema que se toma su momento para iniciar, pero cuando agarra carrera, se vuelve fuerte, intenso, que se mantiene en la línea de lo que históricamente ha sido Avenged Sevenfold: excelentes riffs, solos alocados y un performance en general frenetico.

Sin embargo, en cuanto a la letra, aquí ya se empieza a notar el cambio, puesto que en unos fragmentos es un sin sentido, mientras que en otros es sumamente profunda. Aunque, como menciona M. Shadow:

“La muerte está justo ahí y no se supone que sea algo triste. Estás aquí ahora, te recuerdo que necesitas ponerte en forma. Necesitas vivir tu vida y hacer lo que quieras hacer. Y si te tomas el disco demasiado en serio desde el punto de vista lírico, entonces no lo estás haciendo. Nos divertimos haciendo música y es nuestro arte y hay un mensaje, pero también podemos divertirnos haciéndolo”

Por lo que, desde un inicio debemos tomar en cuenta que la lírica de este disco puede ser interesante, como su antecesor The Stage, aunque también puede ser irónica, rayando en lo ridículo en ocasiones.

La siguiente pista es Mattel, que continua con la propuesta de la canción anterior. El riff inicial es el sello característico del grupo y la melodía de voz encaja bien con la armonía de la canción. Sin embargo, aquí aparece otro aspecto que tomará relevancia en el resto del álbum, los cambios bruscos de ritmo y el abusivo uso de sintetizadores.

Particularmente, estas propuestas me gustan, porque la banda se atreve a realizar cambios arriesgados y los amoldan de buena manera en gran parte del disco. Aunque puedo entender que los fanáticos más arraigados se descuadren totalmente con estos cambios.

En cuanto a la letra del tema, me parece una de las mejores de todo el disco porque realiza una crítica hacia la sociedad superficial que aparenta que todo está bien y bajo control, como en el universo de las muñecas de Mattel, de ahí el nombre.

Cambiando de pieza, Nobody parece un tema extraído de The Stage. Va más con la postura filosófica y musical del álbum previo que con este. Se mantiene muy plana con respecto al resto de canciones, lo que le resta el dinamismo a la propuesta de este trabajo. No obstante, sigue siendo un buen tema.

Después de tres canciones que siguen, en líneas generales, con lo que Avenged Sevenfold nos tiene acostumbrados, aparece la más polifacética de todo el disco y la que mejor lo representa. We Love You muestra diferentes facetas de la banda, algunas que ya conocíamos y otras que ilustran las nuevas influencias musicales del grupo. Arriesgada y con una letra algo incomprensible, resulta disfrutable a pesar de todo.

Cosmic es un temazo existencialista que parece ser un homenaje al fallecido Jimmy. Musicalmente es el homólogo a Exist de The Stage, Save Me de Nightmare o MIA de City of Evil, larga y con una demostración auténtica de talento por parte de todos los miembros. Además de esto, engloba y abraza los elementos presentados en Game Over y Mattel, dando como resultado una genuina obra de arte.

Las dos pistas siguientes, en lo particular, no me terminan de convencer. Beautiful Morning me parece demasiado larga, a pesar de que la propuesta es interesante. La letra se torna un poco malévola y egoísta, pero no destaca en lo absoluto. Con un tono más blando y optimista, Easier deja el camino marcado para el final de disco.

Después de este par de temas, salta a escena otra de mis canciones favoritas. G comienza con una influencia marcada por Dream Theater, que después se desenvuelve en su propio espíritu. El ritmo de esta pieza me encanta, a pesar de que los riffs sean sencillos y la melodía vocal muy simple.

Un agregado que le da más color a este tema es la voz femenina que aparece en los coros. Desconozco si se trata de la misma chica que participa en A Little Piece of Heaven.

Si We Love You es polifacética y extrovertida, (O)rdinary es, quizá, el tema más disruptivo del disco, pues desde el primer momento se nota abiertamente la influencia de Daft Punk. A pesar de esto, para mí, es una canción con mucho espíritu que retrata una visión un tanto filosófica sobre las máquinas sin alma propia, alusivo a la premisa de Yo, Robot.

En la antesala del final, (D)eath parece un viaje a la música de los años 50 de Frank Sinatra con una linda balada melódica. Es elegante y aunque la letra narra lo ordinario y especial que es vivir, la armonía transmite un sentimiento radicalmente distinto.

Finalmente, esta obra cierra con el tema que le da nombre al álbum, Life is But a Dream… Si alguien tenía la esperanza de que terminase con algo más del estilo de la banda, temo decir que esto no es así. Esta pieza, que parece una obra del francés Frédéric Chopin, es tan conmovedora como enigmática, pero que al final, al menos para mí, encaja bien con la secuencia de G, (O)rdinary y (D)eath.

¿Life is But a Dream… es una joyita?

Después de darte mi opinión sobre cada canción, he de decir que este álbum me ha gustado muchísimo. Sé que Avenged Sevenfold nos ha tomado por sorpresa con este disco, porque sí es muy distinto al resto de su discografía. Pero, es precisamente eso lo que le da un especial valor añadido, porque la banda decidió tomar un camino totalmente arriesgado y lanzó un disco que, cuanto menos, es redondo y disfrutable.

Un aspecto por considerar y que podría pasarse por alto es el del arte gráfico de esta obra. El artista Wes Lang retrata muy bien la idea difusa que este álbum pretende transmitir, llenando de belleza simple un oscuro vacío aterrador.

Exibición del arte gráfico de Life is But a Dream…

Musicalmente, Life is But a Dream… es una genialidad. Aunque casi todos los integrantes de la banda se lucen, Synyster Gates sobresale notablemente por encima de todos. Además de esto, la participación de la orquesta sinfónica de San Bernardino le aporta naturalidad y profundidad al disco. Quizá, solo M. Shadows se queda un peldaño por debajo, pero se aplaude el esfuerzo realizado después de la intervención quirúrgica que tuvo en la garganta.

Sin embargo, la lírica peca muchas veces de irreverente e incongruente. Es un sabor agridulce porque las canciones son muy buenas, pero la letra, en líneas generales, no acompaña. Realmente parece que descuidaron mucho la parte lírica para centrarse de lleno en la parte musical. Y, en ese sentido, el álbum suena excepcionalmente bien. La producción está muy bien pulida.

Otra de mis quejas, son las marcadas influencias de la música de los 50, de Daft Punk, Frédéric Chopin y The Beatles. La primera mitad del álbum es bastante propositiva porque se desenvuelve bien con nuevos elementos que no habían tenido lugar en la discografía previa. Sin embargo, la recta final del álbum se siente más como una banda de covers de los artistas mencionados.

Los sintetizadores y las guitarras funky no representaban un problema, pero es innegable que se apropiaron del estilo del dúo francés en (O)rdinary. Algo parecido pasa con (D)eath, puesto que parece un tema sacado de la discografía de Frank Sinatra, y para diferenciarse un poco de ello, incluyen arreglos que recuerdan muchísimo al final de A Day in the Life de The Beatles.

Lo mismo pasa con LIfe is But a Dream…, que parece que tomaron Nocturne in B flat minor, Op. 9 no. 1 del ilustre pianista francés y le hicieron unas cuantas modificaciones para que no salte el copyright.

 

Estoy consciente que todos estos elementos son los que molestaron a los fanáticos más fieles de la banda, porque realmente es muy drástico el cambio de un disco a otro. Esto para nada es lo que conocemos de Avenged Sevenfold, así que entiendo perfectamente su sentir.

Particularmente, a mí me agrada como suena todo esto y la propuesta musical me resulta muy interesante, pero hubiera preferido que la banda combinara dichos elementos con su característico sello, y, no sé, con suerte habrían logrado otro hito como lo fue A Little Piece of Heaven.

A pesar de esto, prefiero mil veces propuestas nuevas y distintas, porque, como espectador, te retan a entender y a discernir algo que está fuera de tu zona de confort. Definitivamente esta obra es laudable y destaca sobre las aspiraciones musicales de las fórmulas desgastadas del metal comercial (Sí, te estoy hablando a ti, Metallica).

Después de esta montaña rusa llena de emociones, altibajos y sentimientos encontrados, me parece que Life is But a Dream no está a la altura de City of Evil como el mejor disco de la banda, ni será un exitazo comercial como lo fue Hail to the King, pero sí creo que es una verdadera joya entre toda su discografía.

¡Enhorabuena a Avenged Sevenfold por reinventarse y experimentar con nuevos elementos sin temor a nada y por no haberse encasillado en sus típicos recursos!

 

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