Y de pronto, todo quedó en silencio. Lo que en el escenario era una demencia total teñida de rojo se vio callada mientras Corey Taylor y los demás integrantes de Slipknot se miraban atónitos. Abandonaron el escenario evidentemente molestos por segunda ocasión en menos de 10 minutos. Ya se respiraba un ambiente de tensión entre el público. Algunos tomaron asiento, otros no paraban de bromear con lo sucedido y muchos más solo esperaban lo peor, que el show quedara cancelado por fallas técnicas. El suspenso se mantuvo por más de media hora, lo que a su servibar hizo preguntarse: “¿Cómo es que habíamos llegado hasta este momento?”. La historia comenzó un día antes, desde la mañana del 15 de octubre de 2016; primer día de la segunda edición del Knotfest México 2016.
A continuación se hace una mezcla de relatos por parte de Whathafack, Timothy Drake y su servibar, miembros del staff de El Club del Rock México elegidos para cubrir uno de los fines de semana más desquiciados y esperados del año…
Ya no había cupo en los hoteles alrededor del aeropuerto e incluso del centro de Toluca, las carreteras se vieron abarrotadas por el flujo de autobuses, motos y alguno que otro automóvil que dentro llevaba a individuos con playeras negras en su mayoría. Querétaro, Monterrey, Ciudad de México e incluso gente de otros países como Perú, Colombia, Guatemala… todos los caminos llevaban al desquiciado circo que se encontraba en las entrañas del Centro Dinámico Pegaso.
Quizá por ser la primera sesión del festival el acceso no se vio tan saturado, aunque el estacionamiento decía lo contrario, adentro ya había un mundo de gente. Pasar los retenes de seguridad y verificación de boletos resulta fluido, se siente esa magia en el aire, esa que uno experimenta mientras camina hacia el centro del festival y vislumbra los escenarios rodeados por puestos de comida, venta de playeras, baños portátiles y muchos más de cerveza. Un arco enorme entintado en rojo con la imagen de un demoniaco payaso en el centro da la bienvenida al Knotfest México 2016.
S7N fue la banda encargada de abrir con su mando el Main Stage en el Knotfest 2016, los organizadores no fallaron al elegir a los creadores del Fearless y de la nueva joya del metal nacional titulada Deadline. Mao, Adrián, Lalo, Memo e Israel se subieron al escenario demostrando una vez más que son una agrupación imponente que entrega su poderío sin importar el tamaño de los escenarios, festivales y venues. A la banda le bastó 40 minutos para dejar el escenario encendido apara los demás grupos; su fiel legión de seguidores se manifestó con gorras y playeras desde tempranas horas y así mostrar su apoyo a los oriundos de la cdmx, además de que ya corean sus canciones como si S7N tuviera más de 10 años de trayectoria. Una vez más la presencia de su vocal, los poderosos riffs de Israel y Memo más la técnica y tamboriza relampagueante de Adrián hicieron disfrutar a los “viejos” y nuevos escuchas de la banda con sus brillantes rolas, destacando Enemies, Innocent Guilty, Double Dealing y Blackout. S7N dejó plasmado su poder en el Knotfest y no duden que próximamente participarán en más festivales importantes por venir, a nivel nacional e internacional.
Otra de las bandas encargadas de ir calentando motores en el Iowa Stage fue The Black Dahlia Murder, quienes con su Death Metal encendieron los ánimos de quienes se iban dando cita al festival, un set corto pero nutrido bastó para entretener a la audiencia, la banda liderada por Trevor Strnad, quien entre comentarios bromistas era confundido con el vocalista de Korn, cerró su set con los temas Nocturnal, Deathmask Divine y I Will Return. Así se dio paso al cambio de set para recibir a otro de los grupos que vio los inicios de su frontman en Coal Chamber a principio de los 2000´s; se trataba de Dez Fafara y compañía.
Devil Driver se apoderó del escenario cuando el sol se sentía en su máximo punto, esto no fue motivo para que entre los asistentes se desatará el wall of death. Playeras alusivas a Coal Chamber lucían entre la audiencia, la energía de todos los integrantes hacía vibrar el stage aunque el audio en la parte de atrás no era muy elevado. En esta presentación sonaron entre otro temas Before the Hangman’s Noose, Hold Back the Day, Ruthless y Meet the Wretched.
Una cátedra de Hardcore noventero llegó al Knotfest 2016 con Hatebreed, tras la cancelación de su gira por Latinoamérica en 2014, donde celebraban 20 años de trayectoria, por fin se nos hizo a muchos de los asistentes a este festival presenciar la fuerte y soberbia interpretación de la banda estadounidense. Temas de toda su discografía, incluyendo de su más reciente álbum, The Concrete Confessional, sonaron por alrededor de una hora de set, en el que Jamey Jasta, vocalista de la agrupación no dudó en agradecer la respuesta de un público que no dejaba de empuñar en alto cada tema.
Uno de los sobrevivientes del Nu Metal más esperados en México por fin hizo su aparición, David Draiman y compañía saltaron al Main Stage rodeados de una gran expectativa, por momentos se antojaba para que Disturbed tocara por más de una hora. Pero por algo marcaban el inicio del horario estelar del primer día del festival en ambos escenarios. Seco y a la cabeza, lleno de energía, los originarios de Chicago, Illinois demostraron porqué son referente en una de las corrientes metaleras más polémicas de la historia. “Espero que esto sea el inicio de una gran relación.”, expresó Draiman al final de una de las presentaciones más destacadas del festival.
Las emociones se incrementaban conforme caía la tarde. Era hora de que una de las cartas fuertes del festival saltara al Main Stage en uno de los shows que definitivamente dieron de qué hablar en el que posteriormente sería conocido como el escenario maldito. Marilyn Manson enardeció al respetable al filo de las 17:50 horas, un horario algo inusual para alguien del calibre del reverendo, pero sin duda esto fue algo que los seguidores poco les importó.
Con todos los elementos que una presentación de Manson siempre cumple y pese a que su ya perdida esbelta figura decepcionó a más de una despistada y ahora ex enamorada que no sabía que el buen Manson ya tiene rato pasado de tamales. Los zancos, manta y efectos que nos hicieron recordar pasajes esenciales de su discografía con un deficiente sonido que ya era el sello de ese escenario; Manson demostró que aún tiene cuerda y para rato. Disposable Teens, mOBSCENE, The Dope Show y The Beautiful People de las más coreadas sin duda.
Quizá el momento que más dio de qué hablar (y el más bochornoso para el reverendo y sus fans from hell), fue cuando éste se fue de boca directo al suelo y sin escalas mientras caminaba de vuelta a la tarima. Completamente solo. Obviamente esta escena incendió las redes sociales con todo tipo de memes. Por momentos esto le recordó a su seguro servibar aquella voltereta que dio Axl Rose en el Palacio de los Deportes hace ya algunos años. pero qué importa, rockstar que no se cae no es rockstar… aunque hay de caídas a caídas. En resumen Manson dejó con buen sabor de boca a sus fanáticos y dejó una vara algo difícil de superar para el siguiente acto.
Mientras en el Gray Stage, otro de los vírgenes en tierras mexicanas iniciaba su presentación. Directo de mediados de los 90 y de las trincheras del Nu y Alternative Metal; Sevendust, liderados por Lajon Witherspoon subieron a demostrar porqué son uno de los grupos que la fanaticada mexicana estaba esperando desde hace una década. Pieces, Face to Face, Hero, Praise, Disease, Denial, Waffle, Shine, Decay y Thank You fueron las canciones elegidas para el primer encuentro de la banda con nuestro país, dicho sea de paso en un escenario que al principio se veía un poco vacío pero que conforme avanzó el show, reportó mayor auge.
Una de las presentaciones más emotivas sin duda, Witherspoon nunca acabó de agradecer a los fans mexicanos. “Nos hacen sentir como en casa”, añadió justo después de prometer que la banda sin duda regresaría a tocar muchas veces en el futuro. La tarde comenzaba a caer y el típico clima frío de Toluca comenzaba a anunciar su llegada al Foro Pegaso.
Por fin llegó el momento de la presentación de uno de los headliners del festival, de un referente en la historia del Metal, los horarios maliciosamente fueron manipulados para que en el segmento de las 19:20 a las 20:30 horas no hubiera otro show más que el de Slayer. Si las playeras contaran, ese día hubiera sido un concierto de Tom Araya, Kerry King y compañía. Pese a un ligero retraso, signo de que habría mucho atractivo visual, los pioneros del Thrash salieron a lo que mejor saben hacer, destrozar el escenario a guitarrazos.
Tan agresivo como su último disco, Repentless atacó los oídos de todos los presentes como un martillazo en la oscuridad y la masacre continuó así en The Antichrist, Disciple y Postmorterm. La banda era iluminada por incontables llamas que no pararon durante toda su presentación, mientras el logo de la banda aparecía en los visuales en rojo. Pero algo no terminaba de encajar, todo iba bien excepto la calidad del sonido, que en efecto en todo el día no fue la mejor en el Main Stage (de hecho Disturbed fue el que mejor sonó, recuerden este ya era el escenario maldito). “¡Súbele!” gritaba uno que otro desquiciado cuando Mandatory Suicide y War Ensemble no lo prendieron como debía de ser.
A pesar de los problemas técnicos, Araya y compañía nunca se quitaron el overol y dejaron en claro que la calidad y nombre de la banda no está en tela de juicio. El sonido dejó de importar poco a poco con Seasons in The Abyss, Hell Awaits, South of Heaven, Raining Blood y Angel of Death. Su servibar vislumbró al menos tres moshpits de buen tamaño e intensidad camino al final de la presentación de Slayer. El frío arreciaba.
Solo quedaban tres grupos para finalizar, fue en ese momento que mucha gente comenzó con la graciosa huída, la mayoría pensando en el transporte de regreso a casa y que en domingo volverían a Toluca. Mientras otros aprovecharon para alimentarse. Hamburguesas, tacos, tlayudas, burritos… había gran variedad para los paladares más exigentes y las panzas aún más vacías y todo al mismo precio, bueno casi. Corre al Gray Stage, ya comenzó Killswitch Engage con My Curse y Strenght of the Mind. Pero antes una escala al baño, la cerveza comenzó a hacer estragos, digo; así pasa cuando quieres muchos vasos conmemorativos.
Ir a los sanitarios portátiles es toda una aventura, y siempre están llenos, como en todos los festivales. ¡Apúrate!, ya sonaron Beyond The Flames, Alone I Stand, This Fire Burns, Rose of Sharon y Hate by Design. Mucha convocatoria a pesar de que en el Main Stage también interpretaba otro de los musts del festival, Avenged Sevenfold. quienes fueron criticados por ser el grupo que cerraba en el escenario principal, pero según Whathafack esto es por cuestiones de logística, deja al grupo más popular como penúltimo y solo los true fans se quedan para los últimos. Y al final del día no hay tanta gente. Teorías del caos.
Mientras Killswitch Engage interpretaba This is Absolution, The End of Heartache, su cover a Dio; Holy Diver e In Due Time, del Main Stage Avenged Sevenfold deleitaba a sus seguidores con todo y espectáculo de juegos artificiales. La noche ya había caído completamente y el frío ya era factor para todos los que aún querían guerrerear con Meshuggah. Pero antes otra escala técnica al baño, y quizá a buscar un cigarro para sentir menos frío.
Regresa al Gray Stage que ya estaba completamente disfrazado con el arte del último disco de los suecos, The Violent Sleep of Reason. El staff al parecer hace lo posible para que Jens Kidman y compañía suenen lo mejor posible y cerrar dignamente el día en ese rubro; o por lo menos intuimos eso por el retraso que tuvo a banda conforme a lo programado, total ya sabíamos que el concierto no acabaría temprano.
Clockworks del nuevo álbum comenzó a sonar mientras todo era oscuridad, la banda precursora del Djent simplemente destilaba una técnica magistral a pesar de que el sonido quedó muy por debajo de todo el trabajo realizado por el staff. Born in Dissonance continuó con la cátedra de Extreme Metal, mientras Kidman se veía un poco molesto con su ingeniero de audio. Lethargica y Nostrum continuaron con las hostilidades mientras el sonido mejoró considerablemente, aunque lo siguiente que falló fue la iluminación por algunos minutos, ¿o ese momento de oscuridad habrá sido planeado? A esas alturas ya no sabíamos, pero la intensidad y la vibra seguían ahí.
Kidman, seco y serio comenzó a incentivar al público. “México, ¡hagan un poco de ruido!”, comentó. Aunque el respetable respondió animosamente, el frío, cansancio y hambre ya eran evidentes en más de uno, cosa que a Kidman no le importó y dijo: “¡Vamos México! ¡Sé que lo pueden hacer mejor! ¡Esto es Bleed!”, y dio paso a una de las canciones más esperadas de la noche. Ya los bríos volvieron después de este momento. El grupo y el resto del público se sincronizaron en una última sesión de brutalidad con Demiurge y Future Breed Machine. Kidman y compañía se despedían junto con las hostilidades del día.
Es momento de regresar, para muchos un verdadero calvario; abordar un autobús para la Ciudad de México y hacer un viaje de más de una hora, tratar de salir del estacionamiento, caminar viendo un mapa y saber más o menos hacia donde dirigirse (porque éramos extraños en tierras extrañas), lidiar con el tráfico o tratar de encontrar un Uber que te lleve al hotel donde te hospedas, no sin antes ver si queda algo de comida en los food trucks del evento, porque no sabes a dónde ir a cenar ya que no juegas de local, completamente cansados y entumidos por el frío, eso sí; con mucha ilusión ya que aún queda un día y si hoy estuvo bueno, mañana pinta para estar mejor. Pero antes, otra escala en el baño…
Continuará…