El desestrés con Senses Fail

Senses Fail by Raquel Coss 3

Buddy Nielsen por Raquel Coss




Un viernes que para su seguro servibar resultó muy pesado a lo largo del día, lleno de estrés y uno que otro coraje en el transcurso de la mañana a la tarde parecían haber arruinado el inicio del fin de semana. Casi dado por perdido todo, hasta que un pequeño llamado a través de Facebook llegó como rayo de luz en medio de la oscuridad. Senses Fail en El Plaza… y a su seguro servibar, le tocó cubrirlo.

Ese ambiente pesado de la mañana parecía perseguirme a lo largo de mi caminata por avenida Insurgentes. Caminé porque el tráfico por lo regular mounstruoso en la ciudad de México, aquel día era descontrolable, un par de cigarros me hicieron compañía en medio de centenares de personas hacia el recinto ubicado en medio de La Condesa.

Al llegar al lugar, se podía percibir que iba a ser un concierto netamente para conocedores y fans from hell de Senses Fail o en su defecto del Post Hardcore, que aquella noche contó con algunos destacados nacionales que si bien teloneaban resultaron un excelente aditivo para todos los asistentes al Plaza, que desgraciadamente no llegaron a representar ni la mitad de la capacidad del recinto, pero como por ahí escuché, “esto lo hace más íntimo”.

Days Of Struggle, originarios de Tijuana; los defeños, No Somos Marineros; lo otros locales, Sputnik y los poblanos Joliette fueron los encargados de calentar gargantas y motores de todos los presentes en El Plaza.

Quizá cada una de estas bandas se encuentran en distintos puntos de desarrollo en sus respectivas carreras, tal vez NSM y Joliette sean los que hasta este momento tengan más callo, pero no significa que ni Days o Sputnik se queden atrás, al contrario reflejaron que el género cuenta con mucho potencial, ojalá y no se pierda con el tiempo.

Al final de la estruendosa presentación de Joliette, la cual originó el primer mosh de la noche y uno que otro descalabrado después de que Gastón y un miembro del staff arremetieran contra el público en un momento de júbilo. Definitivamente todos ya estaban listos para los originarios de Nueva Jersey.

Pasaron de las diez y media de la noche cuando del fondo del escenario se dejó escuchar Renacer, track que bautizó a su último disco Buddy Nielsen junto a la nueva alineación de la banda (Zack Roach, Matt Smith y Gavin Caswell), saltaron al escenario con una euforia tal que contagió a todo El Plaza, un sentimiento tal que por momentos parecía que eran muchos más los presentes en el lugar.

Canine, You’re Cute When You Scream, Lady in a Blue Dress, The Rapture, Bonecrusher  y Close/Rebirth fueron los pasos a seguir que Nielsen y compañía marcaron en toda una presentación que hasta ese momento resultaba impactante en toda su ejecución adornada por las piruetas de Nielsen en todo el escenario y en cada ocasión que decidió abandonarlo para acercarse a los fans from hell que de seguro por momentos no creían que lo tenían de frente (me ha pasado).

La fiesta continuó con The Path, Let It Enfold You y Calling All Cars, la intensidad bajó para ese momento del concierto y dejó ver las raíces Emo de la banda. Fue en ese momento en el que Buddy decidió que era el momento de interactuar con sus fans mexicanos… y en español. Un poco nervioso pero sin miedo agradeció a todos los asistentes así como a las bandas que se dieron cita aquella noche. Ah y a fin de cuentas lo hizo en un spanglish muy respetable. Y como ya el tono del momento era latino, decidieron seguir con Mi Amor… medio mundo se volvió loco.

Bloody Romance, Buried a Lie, Rum is for Drinking, Not for Burning,  y Can´t Be Saved fueron los pasos a seguir, Senses Fail ya había hecho de El Plaza una zona de combate por la infinidad de mosh pits y uno que otro vaso de cerveza volando, Nielsen como buen vocero de la banda se despidió en nombre de todos.

Pero como lo marca el ritual, la banda regresó para su encore y con mucha potencia despachó a todos con One Eight Seven y Bite to Break a Skin. Senses Fail culminó su regreso a la ciudad después de cinco años junto con la promesa de un nuevo disco en el horizonte.

El momento de regresar a la cueva llegó, las calles de La Condesa que llevan de regreso a Insurgentes se veían llenas de gente, cosa normal en la zona; además era viernes, otro cigarro me acompañó hasta la famosa avenida que ahora lucía con muchos menos carros, vino la tarea difícil de la asignación, conseguir el taxi y regresar a casa, cuando tienes un aspecto de malviviente nadie te quiere llevar y menos a media noche… lo bueno es que el estrés ya había quedado atrás.

*Todas las imágenes fueron captadas por Raquel Coss y si quieren ver la galería completa pueden hacerlo AQUÍ 


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