Crónica de Marky Ramone en San Juan 9/11: Noche Ramonera

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Una noche memorable la que vivió hace apenas unos días atrás, domingo 9 de noviembre, la provincia de San Juan, con la visita estelar de una figura reconocida por su participación en uno de los grupos más importantes de la historia del rock y de la música contemporánea en general: Marky Ramone, quien fuera baterista de The Ramones durante 1978 hasta 1983, y desde 1987 hasta su fin. Un evento imperdible como pocos, que para muchas personas parecía imposible, nada más ni nada menos que un Ramone en tierra sanjuanina. La productora local Indios En Torino lo hizo posible, congregando a cientos de almas surcadas por el punk rock, y más precisamente, por los Ramones, en una noche que si bien no terminó según lo planeado, no dejó de ser un momento imborrable para quienes se dieron cita en el local bailable Complejo Style.

FANTASMA NEGRO

La jornada punk comenzó pasadas las 19, con la presentación de Fantasma Negro, una de las bandas más nuevas del panorama under sanjuanino. Con estilo horror punk, los Fantasma Negro hicieron gala de un repertorio sólido de tenebroso rock, apuntando siempre a los clásicos del género horror, pero a la vez matizándolo con las influencias del punk más barrial. Si a esto le sumamos la rabiosa y áspera de Michael Lara, obtenemos lo que se vio sobre el escenario, un set lamentablemente breve por los tiempos pero dando una muestra prometedora de una banda en ascenso, con un cierre a mucha fuerza y contundencia llena de ganchos en Historias de Terror y canciones bien enérgicas como Una Última Caricia y Bruja Malvada.

ALERTA ROJO

Para anticipar la velada Ramone también se hicieron presentes Alerta Rojo, grupo con mucha historia y trayectoria en sus espaldas, presentando las canciones de su más reciente álbum Somos del 2012 y los clásicos de siempre, un repertorio feroz, contundente, pegadizo y muy bien ejecutado, como acostumbra el quinteto sanjuanino. Gran punto a favor el estar sonando como merecían, con las condiciones técnicas y de acústica casi perfectas, permitiendo explotar su arsenal de canciones explosivas de manera efectiva. La espectacular mezcla de ritmos y géneros, con sección de viento incluida, logró dar la nota de versatilidad a canciones ya de por sí dinámicas, fluidas y llenas de vigor. Brillante cierre con Somos, que sonó mejor que nunca, y el cover de El Hoyo de Manu Chao, haciendo bailar a los asistentes y dejando más que satisfecho a un público ansioso por lo que se venía.

MARKY RAMONE’S BLITZKRIEG

Y llegó el turno de la leyenda. Marky Ramone se hizo presente ante la multitud que no dejaba de corear su nombre y el archiconocido ‘Hey Ho Let’s Go’. Sí, los Ramones fueron y son argentinos, pero por esa noche fueron propiedad de San Juan. Armados con los clásicos de la banda pionera del punk, Marky y sus Blitzkrieg comenzaron la noche con Rockaway Beach, y fueron sucediendo los éxitos del grupo estadounidense uno detrás del otro, sin pausa alguna. Clásicos de los primeros años de The Ramones como Beat On The Brat, Sheena Is a Punk Rocker, Do You Wanna Dance? o de su etapa en los ochenta, como Psycho Terapy, Rock ‘N Roll High School y Pet Sematary, puestos velozmente uno detrás del otro, no dejaron respiro a la multitud que vitoreaba enloquecida las letras interpretadas por Johnny Fontaine, encargado de la voz de los Blitzkrieg.

Quizás la colección de canciones no arriesgó demasiado, no se apartó un centímetro de los grandes éxitos y fueron directo a lo que delira a cualquier fanático rabioso de los Ramones, pero también resulta muy difícil (al igual que otros grupos con tantos años de historia, como The Cure o AC/DC) alejarse de la inconmensurable cantidad de hits que el grandioso cuarteto punk acumuló a lo largo de dos décadas de música. Impecable trabajo de los músicos que acompañaron a Marky Ramone, sin salirse un ápice de la interpretación original de las canciones, pero sin fallar en ningún momento. Johnny Fontaine, el cantante italiano reclutado por Marky para esta gira tras la baja de Michale Graves, resultó un gran tributo a la voz de Joey Ramone, quizás algo impreciso en el acento y en algunas palabras, pero casi dibujando la figura del entrañable cantante melenudo con sus poses y movimientos sobre el escenario. Finalmente, tras dos pausas de algunos minutos, el show cerró como se lo esperaba. Blitzkrieg Bop hizo delirar a los cientos de seguidores congregados en Complejo Style, quienes hicieron vibrar el piso con tanto pogo durante la casi hora y media que duró el concierto de Marky Ramone. Blitzkrieg Bop puso la frutilla de un recital que no se irá jamás de la memoria de quienes presenciamos la llegada de un miembro del grupo punk fundacional por primera vez a San Juan. Accidentado resultó el final de esta noche que parecía una fiesta del rock, empañada por los disturbios fuera del lugar donde se desarrolló el concierto, con accionar policial, balas de goma y algunos detenidos incluido; pero ni los alborotos en las inmediaciones del Complejo Style pudieron opacar lo que resultó una jornada memorable para todo fanático del buen punk rock.

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