Lack of Remorse presentó sus nuevas crónicas tocineras en el Caradura

RESEÑA LACK

Lack of Remorse en el Caradura. Foto: El Tim Drake.

Para EL CLUB DEL ROCK – TIM DRAKE

Con un lleno respetable a pesar de las lluvias que azotaron la Ciudad de México el pasado 17 de agosto, se llevó a cabo la presentación del nuevo disco de Lack of Remorse: The Bacon Chronicles II, en el bar Caradura. Puntuales, los Kaizan se encargaron de abrir el escenario del lugar ubicado en la colonia Condesa. Con un sonido machacante y poderoso, con gran respuesta de su fanaticada de corazón y gran aceptación por parte de los que aún no los escuchaban, la banda se llevó el reconocimiento y uno que otro fan en el bolsillo después de su brillante show.

Llegaría el turno para los S7N, que ya se sienten como en casa en el Caradura. El grupo hizo las plácemes de sus fans interpretando sus rolas más coreadas y conocidas en un set corto pero preciso. Fatal Disease, Innocent Guilty, Enemies y Blackout retumbaron como preámbulo de lo que seguía con Lack Of Remorse.

Por fin llegaba el turno de ver a los “festejados”, el mismísimo Andrei Pulver y compañía presentando su The Bacon Chronicles II, tercer álbum de los originarios de la capital mexicana.

S7N en la presentación de The Bacon Chronicles II.
Foto: El Tim Drake.

El show inició con la banda enmascarada sobre el escenario, una especie de crossover de The Purge / V for Vendetta; y una producción adecuada para la celebración del nuevo material discográfico. Andrei dominaba completamente el escenario y a los fans, prestando el micrófono, trepándose por las vigas del Caradura, paseándose por las bancas y mesas, lo que le dibujaba una sonrisa de satisfacción.

Uno a uno llegaron los hits de la banda y los que al parecer serán éxitos desprendidos del nuevo material como Purge, Redemption, Burn, The Road, Fuck You y Misfits. Entre las más destacadas y con la aparición inesperada del vocalista de Here Comes The Kraken hicieron de la noche algo inolvidable.

Andrei comportándose como todo un showman de los grandes; da miedo, risa, despierta la furia que todos llevamos dentro, es como convivir con tu amigo el más chido, el cabrón, que dice más payasadas pero sobre el escenario mientras estás abajo admirándolo, al mismo tiempo que él te pinta dedo y te echa agua de botella, pura maldad.

Todos fuimos testigos de una especie de after organizado sobre el escenario. Ni los corajes de Paco -bajista del grupo- por detalles técnicos en el micrófono opacaron el festejo y nacimiento de un gran disco, así como de la reafirmación de una gran banda que empezará a hacer más ruido con su The Bacon Chronicles II en la llamada nueva escena del Metal Nacional.

Lack of Remorse dio todo lo que se esperaba de ellos y todo el mundo obtuvo lo que quiso esa noche de lluvias, estar en el evento que se debía estar esa noche en la zona de la Condesa.

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