Como muchos pintores se preguntaron cómo se vería la música yo intentaré ilustrarla en palabras, aunque sea casi imposible.
Auditorio Sur, la casa por excelencia de Carajo al venir a este lado del Conurbano, fue cómplice de la gran multitud de gente que convocó; horas antes de la banda telonera ya se dificultaba el paso por el campo. Es habitual sentir la euforia del público por ver a uno de los Power Trio más salvajes y explosivos de Argentina, pero ese sábado 24 de junio fue diferente y al final de este texto entenderán por qué.
Escena 1: Era de Acuario. Los pibes de Avellaneda supieron calentar motores para lo que se venía. Dotados de un sonido grabe y demoledor lograron despertar el interés de muchos carajeros que se acercaban, con entusiasmo, a escucharlos. Después de 50 minutos de puro Rock sin interrupción y de un gran sentimiento del público por poguear sus canciones el telón se cerraba y comenzaba la cuenta regresiva. Acto seguido, bajo una intro diferente a otras pasadas, Carajo hace presencia sobre el escenario de Zona Sur. Después de hacer entrar en calor a sus fans con los clásicos temas como Drama, Chico Granada, Humildad, etc. Empezaron a sonar temas que mucha gente supo reconocer y aclamar con sentimiento: Motivo de su disco de Vinilo reeditado de Atrapasueños sonaron temas olvidados pero queridos de ese disco.
Terminando con esta calmada etapa festejamos con otras reliquias hasta escuchar unos hermosos sonidos que denotaban la presencia de alguien más entre los 3. Hace su aparición en escena, junto con uno de los temas más violentos que nutrieron su último disco HOY COMO AYER, Knario Compiano. Con su voz estruendosa rompió varias nucas y parlantes del lugar, dejándonos a la espera de un panteroso cierre. Aquí el por qué fue único: Uno entenderá que tratamos de una banda que hace años viene tratando con nuevos estilos, nuevos equipos, nuevas violas, sonidos, etc. pero hay algo que me detuvo en el pogo y supe apreciar con gran atención y emoción.
Los visuales reproducidos detrás de ellos se llevaron casi el 50% de mi atención; Viéndolos no podía recordar cuando fue la última vez que vi tan detenidamente unas animaciones y efectos tan emocionantes como “manijeros”. Estos condimentos visuales, desde trabajos en video como de iluminación, son los que le dan el gran cierre a esta fiesta. Seguirán por otras ciudades de Buenos Aires y acá ya les demostramos todo nuestro aguante.
Crónica y fotos por: Dani Avellaneda