La pasión se siente, no se entiende. Nunca estuve mejor que ahora, las cosas nunca estuvieron mejor. Sé lo que quiero y no puedo quejarme, me gustan las cosas que no se tocan y toco las cosas que menos me gustan. Já, soy un intento de comunista pero aún no alcanzo sentirme pleno, aunque profeso que cada vez me falta menos. Quiero rock, quiero sexo y rock and roll. Ya tuve las 3 y todo bien; el problema apareció cuando empecé a necesitar la salud, el dinero y amor.
Pareciera que debemos escoger un bando. Yo no quiero elegir, nunca me ha gustado elegir porque automáticamente estoy descartando y no me gusta privarme de nada. Yo lo quiero todo, pero hay días en los que soy feliz sin nada. Extraño esos días.
¿Salud o Sexo?
Necesito salud antes que el sexo, no porque quiera vivir mucho o no me guste el sexo; sino porque quiero vivir bien, no quiero depender de la ciencia ni de un rosario. No me importa la cantidad, a mí dame siempre calidad. Quiero despertarme sin temor a ver un espejo en el techo, quiero ducharme en mi ducha y no sentir la boca sucia. Quiero no tener que preocuparme por un posible aneurisma o tener el hígado hecho mierda. Quiero preocuparme solo por las heridas superficiales. No quiero ser el mal tipo que se hizo bueno después de morir. El sexo siempre puede esperar. La muerte no espera y la verdad le tengo mucho respeto, no por el acto en sí de partir, sino por el olvido; tengo miedo a la muerte y terror al olvido.
¿Dinero o Droga?
Existen muchas formas de conseguirlo, está manchada con sangre de gente obrera, arruina familias enteras y convierte a sus portadores en aquella parte del estado que no sabe lo quiere… Hablo del dinero. No importa qué tanto me esfuerce por adquirirlo, siempre quiero más. Necesité dinero para comprar droga, necesité drogas para evitar la realidad o simplemente relajarme. Indistintamente si son drogas legales o ilegales, todo te arruina en mayor o menor medida, pero te arruina. “Salvo el poder, todo es ilusión”. Quisiera nunca más consumir drogas, pero es que son tan ricas que duelen, no es apología, es una realidad. Irte de “gira” un fin de semana y pasarla bien hasta con tu peor enemigo es una tentación muy grande. Algunos quieren todo el oro, yo solo quiero un momento con alguien.
¿Amor o Rock and roll?
“A mí dame siempre rock and roll”, es lo que pensaba hasta antes de tener una novia por primera vez. Ahora no sé. El rock no es solo un género de música, si piensas eso, eres un cuadriculado de mierda. El rock va más allá de una guitarra distorsionada y 3 tipos congeniando melódicamente. Es algo cultural, un fenómeno social comparable al cristianismo o el fútbol (por la magnitud de adeptos en el mundo, no por compartir ideas ni filosofía). Rock and roll es luchar contra las injusticias, participar en debates o revueltas que atenten nuestros principios, es masticar bronca por lo socialmente establecido, es una cerveza bajo el sol o lluvia un domingo o lunes, el rock es escuchar y ser escuchado, el rock es acostarse a las 4:00 AM y despertarse a las 6:00 AM para ir al trabajo, el rock es aprovechar tu rato libre en hacer cosas que te gustan y no en sentarte a ver la televisión, el rock es ser rebelde de noche y pasar desapercibido de día (todo lo bueno pasa de noche, deberíamos dormir de día, estamos errados en la rutina), el rock es preocuparse por dejar un legado… ¿Y qué es el amor? La verdad que no soy tan atrevido como para describir un sentimiento que lleva tantos años sin ser descrito correctamente. Demanda y requiere más de una vida. “Pensar y amar son cosas distintas. El pensamiento en sí mismo es inaccesible al amor”. No quiero ni tengo ganas de tener un amor de verano en pleno invierno.
¿Entonces por qué sigo eligiendo el segundo bando (S.D.R.) por sobre el primero (S.D.A.)?
Me gusta prenderme fuego cuando escribo un texto. Evitar los temas trillados siempre se me hace difícil, sobre todo por la gran variable de difusión que existe entre un artículo sobre la muerte de un rockstar y un artículo como éste, cuyo único fin es despojarme de algunos pensamientos y liberar espacio de mi cabeza para pensar en cosas más importantes. No quiero tener en la cabeza algo que me preocupe, porque esa preocupación me controla.
La acciones de cada persona son testimonio del modo en que piensan. No hay manera razonable de perder el tiempo, nadie lo pierde, solo usamos ese tiempo como preludio a la época que emplearemos en hacer algo trascendental. Uno elige cuándo ser feliz, disponemos de ese estado cuando lo deseemos, es algo optativo y nunca circunstancial.