¿El rock se ha estancado por el síndrome “Orson Welles”?

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George Orson Welles solía decir “Por lo general las mejores películas las hago con bajo presupuesto porque no puedo tener todo lo que necesito, debo pensar en sustituciones, metáforas”. Orson Welles fue un famoso especialista que se destacó durante su carrera como un afamado actor, escritor, director de películas y también como productor de radio y televisión. Sus comerciales en la pantalla chica lo hicieron famoso. Inició su carrera dirigiendo obras en teatro hasta alcanzar dirigir una de las mejores películas estadounidenses. Considerado uno de los artistas más versátiles del siglo XX en el campo del teatro, la radio y el cine… Los invito a reflexionar un momento, dejen a un lado la música. En la vida misma, ¿No es en los momentos difíciles cuando sacamos lo mejor de nosotros? Cuando las dificultades, adversidades e infortunios se presentan; sacamos a relucir nuestras habilidades, el ingenio, alcanzamos un nivel de agudeza que nos lleva a actuar de un modo que jamás hubiéramos desarrollado en un contexto positivo. Estoy convencido de que el pensamiento de Orson Welles es válido para ser aplicado en cualquier situación creativa, incluido obviamente, a nivel musical.

Se me vienen a la mente miles de anécdotas relacionadas a ese pensamiento. No miento, de verdad que son miles y no sé cómo ordenarlas, se me hace imposible acomodarlas e incluso redactarlas. Freddie Mercury contó que colocaba un teclado en la parte superior de su cabecera porque no gozaba de más espacio para ensayar. El Machine Head, (el mejor disco de Deep Purple) fue grabado casi de un modo artesanal en un hotel de Suiza, donde Highway Star fue la única canción en la que Ian Gillan usa un efecto considerablemente notorio para su voz en el intro del sencillo. Appetite For Destruction (disco debut de Guns N’ Roses) a semanas de ser grabada, tenía las letras de las canciones escritas sobre tapas de pizzas, manchadas de grasa y cerveza. The Beatles grabando su disco debut en un solo día porque a Parlophone (el sello discográfico) no le alcanzaba el dinero para más sesiones, por lo que Harrison, McCartney, Lennon y Starr reprodujeron lo que era el sonido del grupo en sus conciertos en el mítico Cavern Club. Bruce Springsteen grabó Nebraska desde su casa en Nueva Jersey, valiéndose simplemente de su guitarra, una armónica y una grabadora de cuatro pistas. Algo parecido pasó con Led Zeppelin, aunque fue grabado en un plazo un poco mayor a un día (36 horas), el álbum Led Zeppelin del grupo con nombre homónimo traía clásicos como Dazed and Confused y Babe I’m Gonna Leave You. Es claro que estoy citando ejemplos de grabación y no de composición, pero como reza la sabiduría popular “todo tiene que ver con todo”.


Es casi infinita la lista de historias en la música que enlazan el ingenio,  carencia y las ganas de hacer bien algo. Sacarle la vuelta a los obstáculos tácitos que tiene el arte de “crear” era el pan de cada día para los artistas hasta hace una décadas aproximadamente.

Antes se disfrutaba el camino, se lo entendía, se le daba sentido y existía una búsqueda permanente. Ahora es todo más fácil, dispones de programas, asistencia práctica y teórica sobre el tema que desees, por más absurdo que sea, siempre va a haber “alguien” o “algo” que te ayudará en tu intento de “creación”. No agudizas tu criterio, no buscas ideas nuevas ni tratar de cambiar el rumbo en el que están todos. Se dejan llevar por conceptos preestablecidos que ordenan cómo se debe actuar ante el arte de crear y componer.

¿No les resulta raro que las bandas con los mejores discos debut de la historia nunca volvieron a alcanzar el éxito del inicio? Piénsenlo por un momento, ¿Tu banda favorita con qué disco debutó? Ahora, sus discos posteriores, ¿Lograron alcanzar el impacto que tuvo el disco de origen? ¡No! ¿Por qué? ¿Acaso se olvidaron de hacer música? ¿Se les fue la creatividad? Parece que olvidaron el detalle que los enriquecía y conectaba con los oyentes, que los acercaba, que les daba la carencia y los obstáculos diarios. Porque es justamente la suma de “pequeños” detalles, lo que hace la diferencia. Detalles que vienen del alma… Estoy hablando de bandas terrenales. Está claro que tenemos excepciones, pero en un plano general, creo que mi punto de vista es claro. Esperemos que cambien por el bien del arte en general.

Estoy convencido de que la música (principalmente el rock) está pasando por un proceso de transformación y lo que antes nos parecía clásico, dejará de serlo. Se empezará a reciclar y la industria de la música se auto reinventará, por obligación y necesidad. Debe pasar un par de años, un lustro o quizá una década, para poder atravesar esta meseta musical en la que nos vimos atrapados desde hace ya varios años. Jóvenes, chicos, personas de la tercera edad… Cualquiera que se interesa por “crear”, debe tener como principio básico y elemental el romper límites, no romper récords.

https://www.youtube.com/watch?v=GMdvirU-RBk

https://www.euston96.com/orson-welles/
https://noisey.vice.com
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