En más de una ocasión hemos dicho o escuchado “Esta banda ya no es lo que era”, “Antes sonaban mejor”, “Son unos vendidos” … etc. Sin embargo, ¿Hemos pensado y considerado las circunstancias previas antes de emitir estos comentarios? Seguramente no. Como consumidores, la mayoría de nosotros nos limitamos únicamente a escuchar lo que tal o cual banda acaba de lanzar, sin indagar un poco en el proceso creativo y de producción.
Claro que es totalmente válido que el material de una banda o artista no te agrade y estás en todo tu derecho en emitir una opinión al respecto, siempre y cuando sea de manera respetuosa y objetiva, de lo contrario, es mejor reservarse esos comentarios tóxicos que no aportan nada. Ahora bien, también es importante ver el otro lado de la moneda: Los músicos.
Como músico, un mundo idílico sería aquél en el que puedas componer, escribir y tocar lo que se te dé la gana y generar inmensas ganancias. Tristemente, esto no es así. El músico debe encontrar un balance perfecto entre lo comercial y lo personal, para poder ver un trabajo redituable. Sin embargo, encontrar dicho balance suele ser bastante complicado, lo que hace que muchas bandas se queden en su zona de confort, se vuelven más comerciales o se pierdan en una eterna búsqueda del sonido ideal.
Así que respondiendo a la pregunta sobre ¿por qué las bandas y artistas cambian su estilo musical? La verdad es que no hay una respuesta concisa. Existen muchas razones por las que lo hacen, aunque la mayoría va de la mano con encontrar este balance del que ya hemos hablado.
En primera instancia, tenemos estas bandas en donde la salida y entrada de nuevos integrantes ha marcado un antes y después en el sonido de la banda. Por ejemplo, tenemos a Mötley Crüe, que después de la salida del vocalista Vince Neil, la banda intentó abordar nuevas variantes y posibilidades que no existían con Vince, pero el resultado fue un rotundo fracaso comercial.
Un caso parecido fue el de Guns N’ Roses con su Chinise Democracy. Después de despedir a todos los integrantes originales, Axl Rose se embarcó en la creación del álbum más caro de la historia, con un desfile de músicos del que ya hemos hablado aquí y aquí. La producción de este álbum duró casi 10 años y en él participaron 11 músicos. Desafortunadamente, este álbum no fue lo que muchos esperaban, siendo catalogado como el peor y más caótico trabajo de la banda.
Ahora bien, los cambios de integrantes no necesariamente significan algo malo para las bandas, y prueba de ello fue el arribo de Bruce Dickinson a Iron Maiden. Con la incorporación de Dickinson, la banda por fin pudo despegar y demostrar todo su potencial, ya que el vocalista les abrió la puerta a un nuevo mundo de posibilidades. Otro ejemplo es el caso de Pantera y Phil Anselmo. En sus inicios, Pantera era una banda de Glam influenciada por Kiss, pero la llegada de Phil, la banda aprovecharía todo el poderío vocal de Anselmo y se convertirían en una de las bandas más importantes en la década de los 90.
Por otro lado, está otro grupo de bandas que se vieron forzadas a cambiar su sonido, debido a problemas físicos y de salud de parte de alguno de los miembros. El caso más destacado es el de la banda británica Bring Me the Horizon. Inicialmente, era una banda de deathcore, post-hardcore y metalcore. Tristemente, el rápido desgaste vocal de Oliver Sykes provocaría que la banda dejara ese estilo tan intenso y se adentrara a un sonido más electrónico y comercial.
De igual manera, Avenged Sevenfold inició como una banda de metalcore y post-hardcore, y al igual que BMTH, su vocalista, M. Shadows, sufrió graves daños en su garganta, lo que orilló a la banda a juguetear con diversos estilos musicales.
Otro ejemplo más es el de Rick Allen y Def Leppard. En diciembre de 1984, el baterista Rick Allen perdió un brazo en un accidente automovilístico, por lo que estuvo un tiempo fuera de la banda para poderse recuperar. Eventualmente, Allen regresaría y se adaptaría a una combinación de una batería acústica y electrónica. Lo que en un inicio suponía un trágico suceso para la banda, se convertiría en el álbum más exitoso de Def Leppard y en uno de los más grandes de la historia del Hard Rock.

Finalmente, tenemos a las bandas que cambiaron su estilo musical para experimentar un poco con otros estilos y llevar su música a una mayor cantidad de gente. Es probablemente aquí donde encontramos a una cantidad enorme de fanáticos enfurecidos, puesto que muchos exclaman que los artistas se vendieron y les dejó de importar su séquito de seguidores.
De entre todas las bandas, destaca Metallica, que después de amasar un enorme éxito con el black album, la banda decidió abrirse paso hacia un rock pesado más comercial, tal como ya lo tratamos aquí. Los beneficios de este arriesgado movimiento no les duraron demasiado, ya que entrando a la década de los 2000, intentaron adaptar su música a la nueva época, pero lastimosamente la jugada no les salió y presentaron al público uno de sus trabajos más cuestionados.
Linkin Park es otra de esas bandas que decidió alejarse de sus raíces para capitalizar en un público más global. En primera instancia, los chicos decidieron explorar y experimentar con sintetizadores y sonidos electrónicos, pero con el pasar de los años, la banda se fue acercando a terrenos cada vez más electrónicos y comerciales, culminando con One More Light, el trabajo más controversial de la banda.
En definitiva, no hay una sola respuesta al por qué de los cambios musicales dentro de las bandas, y aunque aquí traté de abordar varios casos, aún hay muchísimas razones por la que las bandas hacen estos cambios. Como quiera que sea, a lo que trata de llegar esta nota es que debemos de dejar de tachar y odiar a nuestras bandas favoritas por el hecho de que hicieron música que a ti o a mí no nos agrada, puesto que ellos están en todo su derecho de hacer la música que les guste y les parezca conveniente.
Como mencioné al inicio, es válido que algo no nos agrade y es bueno hablar sobre ello, ya que eso nos lleva a un debate donde podemos analizar distintos puntos de opinión. Lo que no es válido es insultar, maldecir, e incluso, lanzar amenazas de muerte a los artistas por algo que no nos ha gustado. Lo mejor que podemos hacer como amantes de esta música, es entender que los tiempos cambian, no aferrarnos al pasado y estar siempre abiertos a nuevas posibilidades, ya que en una de esas puede aparecer un Ghost o un Muse que nos sorprendan.