Judas Priest = Metal. Tan simple como eso. Nadie puede llamarse a si mismo metalero y decir que no le gusta Priest porque sería una idiotez de proporciones bíblicas. Una vez que escuchas la voz de Halford y el duelo de guitarras de Downing/Tipton ya no hay marcha atrás, tu alma le pertenecerá para siempre al Painkiller.
Recomendar un disco en especial es difícil ya que tienen bastantes obras dignas de reconocimiento. Muchos empezarían por el British Steel por aquello de Breaking the Law pero la verdad es que ya está muy visto y nunca recomiendan verdaderas joyas de ese álbum como Grinder o Rapid Fire. Yo hubiera querido hablar de mi álbum favorito [“Turbo”] pero creo que tampoco se adapta al propósito así que me decidí por esta, su inigualable obra maestra en mi opinión: Defenders of the Faith.
Desde que uno mira la portada, lo primero que se piensa es “Este disco tiene que ser excelso”, y la realidad es que así es. De principio a fin este disco tiene todo por lo que un metalero podría sentirse orgulloso: guerreros legendarios, autos veloces, sangre, libre espíritu, agresividad, blowjobs y amor al metal. Todo esto embellecido con una música demasiado celestial para este mundo.
Y desde el primer segundo uno puede sentir esta intensidad: “Freewheel Burning”. ¡Qué manera de empezar! Nunca he sido fan de las películas de “Rápido y Furioso”, quizás me hubieran gustado si hubieran tenido un soundtrack acorde a la temática de la película. Canciones como "Freewheel Burning" hubieran quedado perfectas, en lugar del mugroso rap que nunca faltaba en cualquier escena. En fin, genial tema para comenzar esta obra maestra.
“Jawbreaker” es lo siguiente y sin piedad el sacerdote nos acomoda un buen golpe en la mandíbula, rompiendo lo poco que podía quedar de duda acerca de lo bueno que es este disco. Excelentes los solos del dúo, reconociendo también esa genial base rítmica que tenía Holland y Hill.
¿Harto de que siempre te digan que esto del metal es para adolescentes y que no te lleva a ningún lado? Entonces “Rock Hard Ride Free” es un tema perfecto para ti. Con toda la diplomacia británica que se carga el buen Rob, manda a todos los detractores a que se jodan con sus críticas y alienta al escucha a nunca bajar la guardia respecto a lo que te gusta. Es la mejor lección de vida que puedes tener.
“The Sentinel” es un momento culminante dentro del disco y de toda la carrera de Priest. A cualquiera que te pregunte “¿A qué suena Judas Priest?” esta canción es la absoluta respuesta. No por nada eligieron esta canción para representar a Defenders of the Faith en su gira de despedida, aunque para ser sinceros, no la tocaron demasiado bien. Como sea, esta canción es tan indispensable en la discografía de la banda como lo es el Padre Nuestro en cualquier iglesia.
Siempre hay una oveja negra en todos lados y este disco no es la excepción. “Love Bites” es un buen tema, pero que no acaba de convencer. Parece sacado de la sesiones de “Point of Entry” donde quisieron hacer un disco digerible y no resulto en lo esperado. Y tuvieron todavía el descaro de lanzarla como single, pensando que su coro irritante y su ritmo blandengue iban a pegar. Pero se les perdona, después de todo… ES FUCKIN’ PRIEST.
“Eat Me Alive” es una joya tan brillante como el mismísimo sol. Y 100% controversial. Tanto que el PMRC la incluyo en la lista de los “Filthy Fifteen”, alegando que se trataba de obligar a alguien a realizar sexo oral a punta de pistola [irónicamente]. En defensa de la causa de Tipper Gore, diré que tal vez estaba en lo cierto ya que no le encuentro otro sentido a esta canción, aunque probablemente [como ya nos dimos cuenta tiempo después], Halford no hablaba de una mujer. En fin, el tema es exquisito y en lo personal fue un sueño hecho realidad el haberla escuchado en vivo en la gira del Nostradamus. Esa noche dejaron caer muchísimas canciones que solo pudieron disfrutar los absolutos fans del sacerdote.
“Some Heads are Gonna Roll” es una colaboración mas entre Priest y Bob Halligan Jr. [que ya había escrito con ellos “Take These Chains” en el anterior álbum]. A pesar de ser de total autoría del buen Bob, a simple oída parece una canción original de Priest, y esto cuando menos desconcierta teniendo en cuenta que Halligan es miembro de un grupo de rock cristiano. La canción es buenísima.
El momento tranquilo llega con “Night Comes Down”, una power ballad muy dentro del estilo de “Fever” del Screaming for Vengeance. Aunque no tan buena como esta, pero en fin, cumple con el cometido de ser la canción tranquila en medio de un álbum lleno de adrenalina.
Y el telón final llega con “Heavy Duty/Defenders of the Faith”. En mi opinión, este riff es y será por siempre el riff definitivo del Heavy Metal. Olvídense de “Iron Man” o “Smoke on the Water”, este es el verdadero ritmo que representa con todas las letras al Heavy Metal. Y qué mejor que complementarla con un cantico donde se proclama que el Metal gobierna en la tierra y que si estás de acuerdo, te unas a los defensores de la fe. Cualquiera estaría orgulloso.
Todas las canciones escritas por Glenn Tipton, Rob Halford y K.K. Downing, excepto "Some Heads Are Gonna Roll" por Bob Halligan Jr.
1. "Freewheel Burning" 4:22
2. "Jawbreaker" 3:25
3. "Rock Hard Ride Free" 5:34
4. "The Sentinel" 5:04
5. "Love Bites" 4:47
6. "Eat Me Alive" 3:34
7. "Some Heads Are Gonna Roll" 4:05
8. "Night Comes Down" 3:58
9. "Heavy Duty" 2:25
10. "Defenders of the Faith" 1:30
Para EL CLUB DEL ROCK: Mr. Yagami (orochiangel666@gmail.com)
asu yo kiero vestirme asi :3
PREFIERO BRITISH STEELL
Grandes
Pain killer, ram it down, british steel etc etc etc……
Es mi disco favorito de Judas!!! pero es cierto, realmente es dificil decidirse por uno solo…