Siete años tuvieron que pasar para que la banda californiana Pierce The Veil volviera a la ciudad de México, lugar que ellos consideran su segunda casa.
Texto: @sangergas Fotos: @fabs_druma
La última vez que nos visitaron fue en 2016, siendo aquí el lugar en el que dieron el primer show para promocionar su cuarto álbum de estudio, “Misadventures”. Una noche llena de sorpresas.
Este año la cita fue anunciada para el jueves 30 de marzo en el Velódromo Olímpico; cosa rara es que repentinamente el cartel cambió anunciando el show en la Carpa Velódromo, lo cual causó cierta confusión, además se anunció que el evento era sold out hasta el último minuto, cuando se decía que los boletos se habían agotado más de una semana antes, lo cual nos hizo pensar que de haberse llevado a cabo en el recinto anunciado originalmente, muchos fans no se habrían quedado fuera.
Arribamos alrededor de las 6:30 y nos encontramos con una larga fila de fans dado que aún no había acceso al venue, pero mientras esperábamos pudimos observar a Loniel (Loni de cariño), baterista de la banda, que salió a saludar a los fans que estaban formados y si mis ojos no me mienten, se fue a echar unos taquitos en el puesto de afuera del Velódromo.
Ya adentro, la pista del lugar lucía casi llena mientras muchos seguían ingresando y en punto de las 7:30 pm The Horror Between Us tomó el escenario para volarnos la cabeza con una brutal presentación y mucha energía, pues se les veía muy emocionados de presentarse.
El único detalle fue que por momentos el audio sonaba un tanto saturado haciendo que fuera difícil percibir los instrumentos, pero eso no afectó en lo mínimo la actitud y energía de la joven banda.

All At Once llegó con un tono más Pop-Punk a hacernos brincar y a poner ambiente. La verdad es que para muchos fue una grata sorpresa, sin embargo, su presentación se vería un tanto manchada por constantes interrupciones entre canciones haciendo que se rompiera el ritmo.
Y es que entiendo que ellos estaban muy emocionados de poder tocar aquí y ser teloneros de PTV, pero por momentos no sabía si estaba en un show de Rock o una presentación de Stand up. Eso sí, musicalmente, lo hacen bastante bien.

Otra sorpresa fue ver a toda la multitud cantar con mucha emoción las canciones que ponían en el sonido local durante los cambios de bandas. Entre las más coreadas, fueron “Throne” de Bring Me The Horizon, “Misery Business” de Paramore y “Helena” de My Chemical Romance. Incluso entre los tiempos de espera, se podía sentir la ansiedad por ver a Pierce The Veil.
Finalmente llegó el momento de ver a Pierce The Veil
Con un retraso de aproximadamente 10 minutos con respecto a la hora a anunciada (10:10 pm) las luces finalmente se apagaron en la carpa y de pronto sonó el mariachi de fondo. “El Rey” puso a todos los presentes a cantar a todo pulmón como si estuviéramos viendo a nuestro difunto Chente para dar paso a un intro de percusiones mientras Vic (voz), Tony (guitarra), Jaime (bajo) y Loniel tomaban sus posiciones para dar inicio a su set con “Death Of An Executioner”.
La banda apenas arribó al escenario y un grito estruendoso de todos los fans hizo retumbar el lugar. Pierce The Veil estaba de vuelta en casa.
Entre papelitos de colores y mucho calor, “Caraphernalia” desató una euforia que se podía sentir en el aire mientras Vic interactuaba con su público para que cantaran el coro tan fuerte como fuera posible. La verdad es que era un sonido ensordecedor, y para no dejar la energía bajar, el vocalista y guitarrista pidieron que todos brincaran para interpretar “Pass The Nirvana”, que es el primer sencillo de su más reciente álbum The Jaws Of Life.

La emoción estaba a tope, se podía sentir un gozo colectivo y de pronto volvemos a recordar a nuestro querido Vicente Fernández con un extracto de “Hermoso Cariño” para dar paso a otra de las favoritas, “Bulls In The Bronx” que sonó magistral con su sección de guitarra flamenca, aunque era evidente que el show empezó un tanto atropellado con ciertos problemas técnicos por lo cual tuvieron que hacer una breve pausa tras terminar la rola.
Una vez solucionados los asuntos técnicos que tomaron un par de minutos, el show se reanudó con otra nueva: “Emergency Contact”, que ha sido muy bien recibida entre los fans, seguida de “Stained Glass Eyes And Colorful Tears” y “Bulletproof Love”, ésta última siendo interpretada en versión acústica solo por Vic mientras todos los presentes lo acompañaban cantando a todo pulmón. El ambiente era ya como una velada romántica a media luz donde todos éramos los enamorados.

El resto de la banda volvió al escenario junto a Vic para retomar la energía con “Disasterology” que nos puso a bailar de nuevo para continuar con “Circles” que nos mantuvo brincando y moviendo la cabeza de un lado a otro en tono más alegre, misma en la que no pudimos evitar sentir mucha ternura al ver a una chavita bailar y cantar muy emocionada mientras su padre la filmaba con un gozo indescriptible viéndola ser feliz y no nos dio mucha alegría ver que muchos padres se preocupan no solo por ver a sus hijos felices sino también por saber qué es lo que les gusta al grado de ir con ellos. Y es que en realidad eran muchos los jóvenes que iban acompañados de sus padres.
Continuando con el show, llegó el momento más emotivo de la noche en el que la banda invitó a una chavita a subir al escenario para cantarle “Hold On Till May” con Vic tomándola de la mano mientras cantaba para ella. En la expresión de la niña, era evidente que estaba como viviendo en un sueño y no lo podía creer, es simplemente uno de esos momentos que seguramente quedará marcado en su memoria para siempre. Es entonces, al ver detalles como estos, cuando uno realmente entiende el por qué los fans de la banda son tan apasionados y por qué es que los quieren tanto.

Después de ese momento tan épico, emotivo y tierno, la banda interpretó “A Match Into Water” que nos hizo volver a sacudir la cabeza como si no hubiera un mañana, y es que el breakdown sonó simplemente increíble para que posteriormente, la banda abandonara el escenario por un par de minutos. “¿Qué pasó?, ¿A dónde fueron?, No dijeron nada”. Era muy pronto para un encore… Eran cosas que nos preguntamos con incertidumbre mientras esperábamos a que la banda volviera.
Para este momento, ya muchos de los asistentes empezaban a abandonar el recinto, y otros ya lo habían hecho varios minutos antes dado que en su gran mayoría eran muy jóvenes, y tal vez tenían hora límite para volver a casa porque hay que decirlo, el show empezó un poco tarde y, sabiendo la edad promedio de la audiencia que asistió, tal vez, y solo tal vez, hubiera sido más conveniente iniciar un poco más temprano.
Las luces se apagaron una vez más, la banda retomó su lugar, sonó el intro de “Dive In” y la euforia fue volviendo de a poco a la par que la rola fue creciendo. Y es que la energía, el carisma y la precisión con la que Pierce The Veil interpreta sus canciones en vivo es de admirar, Jaime no para un momento y siempre está brincando por todo el escenario, Tony mostrando su habilidad para tocar solos o partes principales con una sonrisa contagiosa, Vic llevando la batuta del show y Loniel, que si bien, no es miembro oficial de la banda, fue muy bien recibido y demostró porque fue el elegido para acompañar a la banda en su gira.

Y por si la energía no fuera suficiente, “King For A Day” hizo que la euforia del lugar explotara al máximo pues es de las favoritas del público y se notó en todo momento, siendo la más coreada de la noche, todos saltando, con papelitos y humo por el aire. Eso se convirtió en una fiesta, pero lamentablemente sería la última canción de la noche.
Agradecidos y siempre sonrientes, los miembros de la banda abandonaron el escenario e inmediatamente las luces del lugar se encendieron, haciéndonos saber que era el final y así, se fue un show de apenas una hora y quince minutos que hubiéramos querido que durara mucho más.

Al salir, se veían caras con sentimientos encontrados, por una parte la alegría de haber presenciado un show tan emocionante y enérgico, y por otra parte la sensación de que fue muy corto, y es que cabe aclarar que el precio no fue barato para obtener un show de apenas hora y quince minutos.
No es queja, es más un deseo que no se nos cumplió, pero aún con lo corto del set, fue una noche mágica, llena de energía, muchos gritos de emoción, una entrega total tanto arriba como abajo del escenario y muchos momentos de ternura (es raro decir eso de un concierto de Rock, pero no encontramos una mejor palabra para describirlo) que nos hizo darnos cuenta de lo importante que es la interacción de un artista con sus fans para seguir siendo valorado.
Esperamos que Pierce The Veil vuelva pronto, pero esta vez con un set de mayor duración.
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