Prayers en el Circo Volador: la dramática e intensa noche del Chologoth en CDMX

Prayers en el Circo Volador: la dramática e intensa noche del Chologoth en CDMX

Prayers se presentó en el Circo Volador luego de visitar Monterrey y Guadalajara. Foto: Raquel Coss

La noche del sábado 18 de junio se perfilaba para ser una de las más recordadas y vertiginosas en lo que va del 2022, año en el que luego de que el COVID-19 nos mantuviera alejados de los conciertos, la oleada de shows sin duda ha sido bastante nutrida, como fue el de Prayers, y la primera vez que el Chologoth se manifestó en vivo en la Ciudad de México (CDMX).

Rafael Reyes, nacido en Cotija, Michoacán, mejor conocido como Leafar Seyer, luego de su llegada a los Estados Unidos donde pasó desde ser un cocinero al artista que con su música y vivencias entre pandillas, creó un género cuyas raíces vienen de su amor por el Post-punk y de bandas como Bauhaus y la cultura chicana, allá en California.

El Circo Volador, emblemático recinto de la CDMX, fue el lugar perfecto para que Leafar, junto a Mr. Chino y Glare, pero sin Dave Parley, autor de los ritmos de Prayers y de quien Seyer se separó recientemente, para que el Chologoth se estrenara por primera vez en la capital del país.

Prayers llega a la capital mexicana, ¿cómo se puso el show en el Circo Volador?

Desde las 18:00 horas las puertas del venue le dieron la bienvenida a un público diversificado en cuanto a las llamadas “tribus urbanas” se refiere. Cholos, Góticos, Punks, Rockeros, amantes del Electrodark y hasta Metaleros comenzaron a abarrotar las inmediaciones de la entrada a la estación del Metro La Viga, ni la amenaza de lluvia detuvo a tan nutrida congregación.

Mientras los grupitos comenzaban a juntarse a las afueras del sitio, adentro de éste que ya lucía a la mitad de su capacidad, la fiesta comenzó a manos del DJ Scorpio 69, quien en punto de las 20:00 horas, de a diablito, comenzó a tronar los vinilos en el corazón del Circo Volador.

La sesión sin duda fue tan variada como el público que se dio cita para la primera presentación de Prayers en la Ciudad Monstruo. Los ritmos góticos y de Post-punk no faltaron, que de pronto fueron adornados por algunas canciones de Rammstein y hasta de IDLES.

Foto: Raquel Coss

Esto, mientras en medio de la enorme sala del que antes era un cine, se generaban enormes filas que llegaban hasta el costado del escenario, de gente que con mucha paciencia y hasta bailando, que esperaba su turno para hacerse de una, o varias bebidas a base de cebada.

La sesión musical duró alrededor de hora y media, tiempo en el que muchos calentaban caderas para recibir a Leafar Seyer, mientras otros se desesperaron al grado que se escucharon algunos chiflidos desde varios puntos de la sala.

Y el Chologoth puso a bailar a todos…

Minutos antes de las 22:00 horas, luego de intensas presentaciones en Monterrey y Guadalajara, que provocaron que Seyer saliera del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en silla de ruedas, por una lesión en su pierna tras aventarse hacia el público, producto del sentimiento que le causó que, tras arreglar sus trámites migratorios, le fuera posible traer el Chologoth a tierras aztecas y hasta con “una rata atorada en la garganta”, para la que tuvo que tomar una pastilla, por fin, Prayers iniciaba su primer concierto en la capital.

Entre gritos eufóricos, Darkys, Cholos y el resto de los presentes recibieron a Rafael Reyes, quien hizo suyo el escenario luego de que Mr. Chino y Glare entraran, con machetes en mano, en el preámbulo de una noche que dio bastantes giros dramáticos.

El baile, arrancó con Black Dove, sólo para intensificarse aún más con Paloma Negra, cuyos coros retumbaban en el inmueble, gracias al sold out del Circo Volador. Pero la fiesta de pronto nos llevó a las calles californianas con Gothic Summer, mientras el buen Rafa, brillaba de tanta emoción al cumplir su sueño de presentarse en este lado del charco.

Foto: Raquel Coss

Black Leather continuó con el ritual gótico que creó una atmósfera de otra dimensión, parecida a una escena de la década de los 70, que contrastaba entre el baile y saltos del público, mientras Chino y Glare sólo movían sus brazos para cruzar los machetes. Las presentes, que no dudaron en expresar su cariño y admiración hacia el esposo de la famosa tauadora, Kat Von D, se deshicieron aún más en gritos con los cortes de Young Gods Never Die, Edge of the Blade y Tears in Rain.

Todo fluía con Leafar Seyer derrochando energía y coraje sobre la tarima, sin embargo, de pronto esa pastilla para curar la garganta, comenzó a hacer efecto y, aunque no menguó los bríos, sí causó algunos estragos, como al adelantar From Dog to God, en vez de pasar a una de las muy esperadas, Young Gods.

Aunque Leafar Seyer se disculpó con el público y la producción, y que sí continuó con From Dog to God, las peripecias continuarían. Mientras el ritual de Prayers prosiguió con Chologoth y Mexica, uno de los momentos más emotivos, ya que varios danzantes aztecas subieron al escenario, en clara alusión al video del sencillo.

Foto: Raquel Coss

Burns Bright y Only Death Can Set Me Free siguieron con el repertorio, que al momento hicieron olvidar el error de Seyer, incluso el autor del Chologoth ya se había bajado y acercado al público en varias ocasiones, luego de despojarse de su chamarra y playera para mostrar su “cuerpo de papá”.

Aunque uno de los momentos más confusos llegó al momento de interpretar Perfect for You, con imágenes de Kat Von D de fondo, Seyer se equivocó en dos ocaciones al iniciar la canción, por problemas de audio, aunque en un tercer intento, tuvo que detenerse porque empezó a llorar al ver las fotografías de su esposa. Chino y Glare se acercaron a abrazarlo y consolarlo y, tras un respiro, retomó y pudo concretar la canción.

Aunque aún se notaba algo desencajado, luego de ir a la parte de atrás de las pantallas que adornaban el escenario, Leafar Seyer volvió al frente. “¡Vamos a darle duro!”, dijo a los presentes, quienes estallaron en euforia al escuchar los primeros acordes de La Vida es un sueño.

Foto: Raquel Coss

Rafael volvió a entrar en un estado de euforia total ya que, antes de terminar la canción, dijo que quería volver a estar cerca del público, para abrazarlos y besarlos en su muy esperada y ansiada presentación en la Ciudad de México.

El show concluyó con Seyer en medio de un remolino de gente y los integrantes de seguridad, mientras que Chino y Glare observaban desde el escenario. Este fue el momento más confuso de la noche, ya que muchos aún esperaron varios minutos al creer que el show aún no terminaba, mientras otros, ya se enfilaban al Real Under para el after.

Su servibar y Whatafack decidieron ir a reponer fuerzas tras la intensa presentación y comer algo para continuar, en fin que la noche aún era joven…

Foto: Raquel Coss
Sigue a El Club Del Rock

G o o g l e

News
Salir de la versión móvil