Desbarata Deftones a la ciudad de México

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Por lo regular, la diferencia entre las ideologías generacionales son fáciles de notar gracias a la música, sea en el pasado o presente, llegue a todos a través de radio, televisión, impresos y medios web. Los estilos y tendencias en moda, cultura, pensamientos, paradigmas y todo tipo de percepción en la vida está plasmada en la música.

Black Sabbath, Pink Floyd o The Rolling Stones, íconos y referentes culturales en la historia musical, trascendieron a ese Olimpo al que sólo unos cuantos privilegiados acceden gracias a que su visión y filosofía de vida no sólo tocó y cambió la vida de los adolescentes a mediados del siglo pasado, esa metamorfosis aún toca miles de almas y lo hará hasta que las bases y credos musicales que profesamos e idolatramos sean sustituidos o queden en el olvido.

Pareciera que por momentos, la trayectoria de Deftones está destinada a formar parte de ese selecto grupo. Sobrevivientes del Nu Metal, género que crearon junto a Korn a mediados de los 90 y rechazado por muchas escuelas metaleras. Sobrevivientes de una disquera que exigía un mayor impacto comercial que artístico. Sobrevivientes a las clásicas riñas internas y distintos proyectos de su vocalista y líder. Sobrevivientes al repentino accidente que por años dejó fuera de actividad a uno de sus miembros más carismáticos y que consecuentemente llevó hasta su muerte apenas hace un año.

Deftones, la banda originaria de Sacramento California cuya trayectoria oficial data desde 1988 continúa tocando y cambiando almas con un sonido y estilo que muchos han tratado de imitar pero sin igualar, con una ideología e impacto cultural que solo los Def poseen y sólo ellos saben comunicar. Sólo ellos, sólo Deftones.

Hace algunos meses Chino Moreno y compañía volvieron locos a todos en redes sociales y comunidades de fanáticos mexicanos después de anunciar tres fechas en el país. La primera pactada en Monterrey donde fungieron como Headliners para el cierre del Monterrey City Fest el pasado sábado 6. La segunda al siguiente día en el Auditorio Telmex de Guadalajara que desgraciadamente solo duró cuatro canciones gracias a las tormentas provenientes del Huracán Norton que azotó buena parte del país (chavos, nos entristecimos al igual que ustedes). Para finalizar en la ciudad de México el pasado miércoles 10 en el Pepsi Center.

Miércoles de ir a la escuela, a trabajar, de lluvia y lidiar con el mounstruoso tráfico chilango o en su defecto con el a veces ineficiente y mediocre sistema de transporte público de una de las ciudades más grandes del mundo. Nada de eso impediría la llegada de muchos fans que desde un día antes ya contemplaban faltar a clases o salir corriendo de la oficina 10 minutos antes dela hora de salida. Todos los caminos llevaban al Pepsi Center.

Le Butcherettes, banda lidereada por Teri Gender Bender estuvo a cargo de darle la bienvenida a la horda de Deftoneros chilangos y muchos más afiliados a eso de las ocho de la noche, una tarea nada fácil al principio, pero poco a poco la banda producida por Omar Rodríguez López logró calmar las ansias de los asistentes, por lo menos hasta el momento en que Stephen Carpenter, Abe Cunningham, Frank Delgado, Sergio Vega y Chino Moreno tomaran el escenario.

Pasando un par de minutos después de las nueve, el recinto oscureció para dar entrada a los californianos que entre gritos y aplausos uno a uno tomó su posición. Al momento en que Moreno hace un ademán hacia el público y los clásicos “¡Chino te amo!” de las féminas no paran, la poderosa guitarra de Steph golpea a cada uno para dar paso a Diamond Eyes. La fiesta había comenzado.

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Muchos apenas retomaban el aliento cuando nuevamente Carpenter le voló la cabeza a medio mundo ayudado por Sergio en los primeros acordes de Rocket Skates, track que fuera el primer sencillo de su penúltimo disco y favorita de muchos. Chino y la banda, iluminados completamente de rojo relatan una historia de amor intenso y pirado, al parecer el setlist será parecido al de Monterrey. Por momentos el ingeniero de sonido no logra evitar que el estrepitoso estilo deftonero no rebote de más en las paredes.

Unos acordes hacen que los partidarios de la Deftones Old School se agiten un poco más que los fans más jóvenes, Be Quiet And Drive (Far Away), procedente del segundo disco y uno de los himnos de la banda se deja escuchar, la intensidad de esta balada pesada (ideal para una noche de tragos coquetos), remonta a muchos a sus años de secundaria o primaria. Siguiendo con la misma tónica, se deja venir My Own Summer, Deftones simplemente tiraba a pedazos el Pepsi Center que no dejaba de rebotar. El ingeniero de sonido debió haber sudado frío en todo momento.

De pronto la banda da unos minutos de tregua, uno que otro Godínez con todo y corbata piensa en quitársela cuando Frank da señales desde su MacBook, Tempest llegaba, y a coro, Chino dirigía a toda una masa que no paraba de bailar y headbanguear al compás de su guitarra. El primer track del último disco (Koi No Yokan), representa el  punto de unión de generaciones deftoneras.

“Beautiful fucking crowd!”, así calificó Chino Moreno a sus seguidores chilangos, quienes respondieron con efusivos gritos y aplausos. Swerve City, primer sencillo de Koi No Yokan continuó destrozando el lugar, las percusiones de Abe parecieran tocar los niveles más altos del Worl Trade Center o llegar hasta la Avenida Insurgentes, una vibra fuerte, pesada, ruidosa, armónica y bella se percibía ya en el lugar, algo que sólo ellos, sólo Deftones puede crear.

Feiticeira uno de los tracks clásicos del White Pony, disco que representó un Grammy para la agrupación en 2001 en la categoría de Mejor Interpretación de Metal prendió a más de uno de los  casi treintañeros, de seguro los flashbakcs de algunas Feminus Manipulatores azotaron sus recuerdos en sus atormentadas mentes, todo en ese precio momento en el que perdían la voz en el intento de llegar a los tonos de Moreno.

Quizás para contrarrestar ese mood pero en los mismos tonos experimentales, Steph tocó un pequeño intro mientras Chino retomaba su guitarra, movimiento clásico para que Digital Bath remonte de nuevo a aquellos treintañeros al pasado, pero ahora a un momento diametralmente opuesto que la canción anterior, el rumor dice (me han contado); que la mejor canción de Deftones para hacer el amor es Digital Bath. A ciencia cierta no lo hemos comprobado. El ingeniero de sonido ha logrado que el lugar ya no rebote con tanto guitarrazo.

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Llegó el momento ansiado por muchas Defgirls, Chino baja con el público a cantar cara a cara, íntimamente. El alboroto de saludarlo o capturar un close up de él está musicalizado por Poltergeist. Chino como casi siempre vuelve al escenario antes de ser desnudado, la fiesta ya tiene todos los elementos de cajón para ser legendaria.

Ahora es la banda la que necesita un pequeño respiro. “¡Deftones, Deftones, Deftones!” corea la gente en la oscuridad cuando unos acordes místicos por un momento parecieran anunciar Leathers, pero la sorpresa es aún mayor cuando se revela la llegada de Rosemary. El primer clímax de la noche por fin se manifestó con esta balada, pesada, poderosa, tierna y sincera. Muy cercana a las emociones que Be Quiet And Drive puede generar. Sus poderosos acordes, hacen retumbar nuevamente los cimientos del Pepsi Center.

Una muestra típica de empatía entre tooleros y deftoneros, así es como puede clasificarse Passenger, tema grabado originalmente con Maynard James Keenan, también procedente de White Pony. La magia y emotividad de esta canción se ve alterada y elevada a un nuevo nivel después de que Chino reventara los tímpanos de todos después de uno de sus clásicos agudos, un agudo que por esos 20 segundos lo hizo parecer como aquel chico de veinte años de mediados de los 90. Una enorme ola de aplausos fueron a dar al escenario, el segundo clímax llegó sin previo aviso.

Lo miembros del staff corren y entregan de nueva cuenta su guitarra a Chino Moreno, quien junto a la banda emanaban una vibra increíble y contagiosa, quizás ésta se debía a que era la primera vez que la banda visitaba la ciudad sin presiones. Un día antes la agrupación tomó un día de descanso y visitó el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México y el mercado de artesanías de la Ciudadela, para cerrar en el bar El Imperial donde Chino Moreno ofreció un Dj Set al que a pesar de la lluvia mucha gente se presentó (¡es más ni cupieron!).

Change (in the house of flies)llevó a todos los asistentes a un nuevo nivel, aunque este track daba indicio de que la fiesta ya estaba próxima a su fin. Los coros no se dejaron esperar mientras Moreno dirigía a todos con los brazos en alto.

“¡Gracias México! ¡Ustedes son de las mejores audiencias del mundo y por eso quisimos venir aquí a cerrar el tour antes de regresar al estudio y terminar el nuevo disco! ¡La que sigue es para Chi”, expresó Chino al momento que se dejó escuchar Around The Fur y puso a bailar a todos y a uno que otro desquiciado Deftonaddict gritar y saltar de la emoción.

Inmediatamente, Steph volvió a zarandear a todos al dejar explotar los riffs de Head  Up, track original del segundo disco de la banda, grabado junto a la leyenda del Metal Max Cavalera. Pareciera que la intensa energía que surgía entre el público y la banda fuera interminable, saltos y empujones adornaron la pista del lugar por enésima vez.

Poco a poco Sergio, Chino, Frank y Abe abandonaron el escenario, sólo el siempre sonriente Steph permanece en la oscuridad, unos acordes emanan de su guitarra, lo que hace recordar a muchos a Sol Invicto, su proyecto solista. Una vez más, uno a uno, lo demás miembros de la banda regresan, mientras Steph continúa en su trance, el cual lo lleva a una de las favoritas de la fanaticada, Minerva hace que más de uno se encuentre agradecido por estar viviendo el momento.

El ritmo oriental y estridente de Root hace que todos los amantes del Adrenaline, algunos más viejos que otros o como algunos dirían “los de 30 para arriba”, por fin hacen acto de presencia, el corte del primer disco de la banda recuerda la crudeza que caracterizó sus inicios. La impresión de este tema dejó a uno que otro estupefacto proclamando “¡pensé que nunca la escucharía en vivo!”, evangelización, a eso se le llama evangelización.

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Y si ya nos habían recordado la crudeza de la banda, su complemento, la brutalidad llegaba de golpe y  7 Words anunciaba el fin de una noche llena de rabia, ira, melancolía, amor y buena vibra personificada en cinco figuras que al paso de los años han dado significado y musicalizado la vida de muchos adolescentes, ahora adultos, otros no tanto; y que contarán a sus hijos y nietos de los distintos mosh pits formados en toda la pista del lugar mientras la inconfundible voz de Chino Moreno ensordecía el lugar. “¡Gracias México!”, así se despedía Chino en nombre de la banda en medio de la oscuridad.

Pocas veces se ve tal devoción y cariño hacia una banda. Pocas veces se nota tal trascendencia e impacto de un grupo tal y como el de los californianos, quienes a pesar de esto, continúan con esa humildad desde 1988. Sólo los privilegiados.  Siete, ése es el número de veces que Deftones ha visitado y presentado en la ciudad de México. Un número cabalístico y que en distintas creencias significa Perfección. Siete visitas, sólo ellos, sólo Deftones.

*Fotos capturadas por RaquelC

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