La noche del sábado por fin llegó para los fans de Mr. Big, quienes anhelaban ver por primera vez al legendario cuarteto. El escenario del SALA Corona fue testigo de dos horas de hard rock con canciones de los casi 30 años de trayectoria de la banda.
En punto de las 21:30 horas, la gente recibió con grandes ovaciones a Eric Martin, Billy Sheehan y Paul Gilbert, acompañados por Matt Starr en la batería. “Daddy, Brother, Lover, Little Boy” dio inicio al concierto, con los ya clásicos taladros que Sheehan y Gilbert utilizan para tocar sus instrumentos durante una sección de la canción. Durante “Alive and Kickin'”, el baterista original Pat Torpey hizo su aparición en percusiones.
El momento emotivo de la noche llegó cuando Torpey tomó la batería para interpretar “Just Take My Heart”; Starr ocupó su lugar en la banda debido al Parkinson que le fue diagnosticado a Torpey en 2014. El más ovacionado de la noche, Torpey agradeció en español a los fans por las muestras de cariño.

La presentación del más reciente material de Mr. Big, Defying Gravity, se dio con “Everybody Needs A Little Trouble”. Martin resumió la noche diciendo: “esto es épico”; sin embargo, sufrió problemas con su guitarra acústica previo a tocar “Wild World”, tema original de Cat Stevens grabado por la banda en 1993, por lo que desistió de usarla.
Gilbert y Sheehan deleitaron a la audiencia, quienes no paraban de aclamarlos durante sus respectivos solos. Los mayores éxitos de Mr. Big, “Addicted to That Rush” y “To Be With You”, anunciaron el final del show. Tras agradecer al público, “Colorado Bulldog” logró un derroche total de energía por parte de los fans. Con otro tema del nuevo álbum, “1992”, y una versión del clásico de The Who, “Baba O’Riley”, Mr. Big se despidió de México con la promesa de volver pronto.

Fotografías cortesía de Alfredo Alvarado